Los portátiles, tradicionalmente, no han sido máquinas para jugar. Aunque los procesadores si son muy capaces para ejecutar juegos, las gráficas en portátiles no han acompañado.
Eso sí, con las nuevas gráficas GTX 10, y con las RTX, los portátiles se han convertido en máquinas muy capaces para ejecutar videojuegos.
Ahora, bien, ¿se puede convertir un portátil sin GPU, o un portátil antiguo, en un ordenador gaming? La respuesta es sí gracias a las tarjetas gráficas externas.
Las eGPU se han puesto de moda con los conectores Thunderbolt 3 que permiten, gracias a una gran velocidad de transferencia, instalar una GPU externa en un portátil compatible, pero no es la única forma.
A continuación, os contamos cómo podéis convertir cualquier portátil en un ordenador gaming, con mayor o menor potencia.
Portátil con puerto Thunderbolt
Si tenéis un portátil moderno, es más fácil convertirlo en un ordenador gaming. La CPU de un portátil de unos años a esta parte, aunque sea de la serie U de Intel (los procesadores diseñados para Ultrabooks, con muy poco consumo) son perfectamente válidos para jugar.
Que las consolas de actual generación cuenten con procesadores anticuados ha obligado a los programadores a diseñar juegos que, sobre todo, ''tiren'' de la GPU, por lo que la tarjeta gráfica es mucho más importante, para la mayoría de juegos actuales, que la CPU para jugar.
Un portátil con un puerto Tipo-C Thunderbolt 3 pueden convertirse en máquinas para jugar gracias a los docks de eGPU. Diferentes fabricantes se han animado estos últimos años a lanzar estaciones que se conectan mediante Thunderbolt al portátil y permiten instalar una gráfica discreta en cualquier equipo.
Razer, Asus o Gigabyte cuentan con estas estaciones que, además de permitir instalar una GPU, cuentan con puertos como USB y HDMI para que tengamos, por ejemplo, un portátil que llevemos a cualquier lado y, cuando llegamos a casa, solo acoplamos el cable Thunderbolt para tener tanto una GPU discreta como el monitor y el teclado/ratón sin necesitar de conectar más cables al portátil.
Eso sí, no es una solución barata. Por ejemplo, Gigabyte cuenta con un pack de caja de eGPU y una GTX 1080 por unos 780 euros. La ''caja'' de Razer cuesta unos 322 euros, solo la caja, y es el precio aproximado que tienen estos módulos para instalar una eGPU.
Si buscáis algo más barato, por unos 259 euros, Sonnet tiene una solución para instalar una eGPU en un portátil.
Convertir un portátil antiguo en un ordenador gaming
Los procesadores de portátiles han envejecido muy bien estos últimos años. Contar con un puerto Thunderbolt 3 no es lo más corriente, aunque afortunadamente cada vez hay más portátiles con este puerto de alta velocidad.
Como decimos, una CPU de un portátil de hace unos años sigue siendo una muy buena CPU para jugar, ya que tanto por frecuencia como por los núcleos (y la ventaja de que las consolas no llevan una CPU de última generación), se siguen manteniendo muy bien.
Lo ''malo'' es que las GPU se quedan obsoletas mucho antes, y un viejo portátil con o sin GPU no es una buena máquina de juegos. Si queréis convertir un portátil antiguo en un ordenador gaming, podéis hacerlo gracias a un puerto PCIe que conectemos directamente a la placa.
La filosofía es exactamente la misma que con una eGPU vía puerto Thunderbolt 3, pero hay que hacer una pequeña instalación. Se trata de diferentes módulos que tenemos que acoplar a la placa base del portátil (por lo que debemos abrir la parte inferior del dispositivo) y, acto seguido, enchufar la gráfica externa al puerto PCIe.
Con un cable y módulo de este estilo, por menos de 50 euros, podemos convertir un portátil viejo en un ordenador gaming. Eso sí, la velocidad no es la misma que la de una eGPU Thunderbolt 3, pero da para disfrutar de videojuegos no muy exigentes.
El juego en la nube que ya puedes probar
La última opción para convertir un portátil en un ordenador gaming es optar por la vía más sencilla y económica, la de utilizar los servicios de juego por streaming.
Cuando juegas por streaming, no es necesario que tu ordenador ejecute absolutamente nada. Ni la RAM, ni la GPU ni el procesador están trabajando para mover el videojuego, ya que este se ejecuta en un servidor externo y nuestro equipo debe contar con lo mínimo para que el launcher funcione, y una buena conexión a Internet, claro.
Actualmente, a la espera de Stadia de Google y Project xCloud de Microsoft, hay dos servicios de juego por streaming que podéis probar. Uno es el de Nvidia GeForce Now, un servicio de juego por streaming de Nvidia que está en fase beta y al que os podéis apuntar a través de este enlace.
El otro servicio ya está disponible. Se trata de PlayStation Now, un servicio de juego por streaming de Sony que nos permite disfrutar de una serie de juegos de PS2, PS3 y PS4 vía streaming en nuestro PC.
Ya hemos probado PS Now y, aunque hay mucho margen de mejora, sobre todo en lo que a resolución y respuesta se refiere, no deja de ser algo interesante para si tenéis una muy buena velocidad de conexión a Internet, disfrutar de juegos que vuestro PC no puede ejecutar, o que ni siquiera están disponibles en ordenador.
Estas son las tres vías que tienes para convertir un portátil en un ordenador gaming, unas más caras que otras, pero si el procesador es bueno, vale la pena hacerse con una eGPU... o utilizar el juego en streaming si tu ordenador es bastante viejo.
Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
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