The Division 2 Warlords of New York es la última expansión del juego de rol desarrollado por Ubisoft y Massive Entertainment (un shooter MMO ambientado en el universo de Tom Clancy) y le hace un guiño a todos los que empezaron a jugar con el primer The Division (2016). Por si tenéis mala memoria, en aquel juego los agentes de una "célula durmiente" se enfrentaban al caos en la ciudad de Nueva York, después de que se hubiese propagado un virus -coincidiendo con el Black Friday- y las diferentes bandas hubiesen tomado las calles. En la secuela, The Division 2, que se lanzó en 2019, la acción se trasladaba a la capital del país, Washington DC.
The Division 2 era un juego más ambicioso, que escalaba el conflicto. Washington DC no sólo era un mapa más extenso que Manhattan, sino que nos ofrecía estilos de juego más variados. Además de las avenidas principales, nos encontrábamos con las explanadas que rodean al Capitolio, Union Station o el museo Smithsonian, que nos obligaban a cambiar nuestra estrategia, porque los enemigos se acercaban por todos lados. También había barrios residenciales -la zona que rodea a la universidad- con casas bajas, y entornos de naturaleza exuberante, como la isla Roosevelt.
Pero después de haber devuelto el orden a D.C. tenemos la oportunidad de viajar de nuevo a la Gran Manzana, en el DLC Warlords of New York y recuperar el territorio en algunas zonas que no aparecían en el primer juego. Es algo que va a encantar, tanto a los veteranos (por recuperar esas zonas de combate urbano) como a quienes sólo jugasen las secuela, por la novedad en los escenarios. Tenemos una nueva misión que supera ampliamente las 15 horas de enfrentamientos, exploración y sobre todo, recogida de nuevas armas y piezas de equipo.
Si antes de sumergiros en esta expansión queréis recordar cómo era el juego principal (que contaba con una campaña de más de 30 horas, diferentes facciones y tres zonas oscuras para el PVP desde el lanzamiento, y que ha ido creciendo con el contenido de la primera temporada y el "endgame") podéis recuperar nuestro análisis de The Division 2.
Cómo acceder a Warlords of New York
Para jugar a The Division 2 Warlords of New York tenemos que tener el juego original, claro, y descargar el DLC de pago. Ubisoft ha hecho un esfuerzo por mantener vivo el título, no sólo con el contenido gratis del primer año, sino con recientes ofertas tanto en formato físico como digital, e incluso permitiendo el juego gratis durante un fin de semana. De modo que todavía se puede encontrar una comunidad amplia de jugadores que hace que merezca la pena jugar.
Al contrario que en otros juegos de este tipo, "shooter" MMO, el acceso al nuevo contenido es bastante sencillo. Una vez que lo hayamos instalado, el juego nos permite elegir entre acceder a la campaña principal (recomendado) o directamente a Warlords of New York. ¿por qué está recomendado? En primer lugar, es algo contextual, para que nos enteremos de la historia que precede al DLC, pero sobre todo porque requiere un nivel 30... y una vez que hemos arrancado el juego en New York, no hay posibilidad de regresar a Washington hasta que lo hayamos terminado.
Con todo, podemos optar porque el juego nos "suba de nivel" potenciándonos de forma automática y nos equipe para lanzarnos directamente a la expansión. El primer encargo transcurre en Washington y consiste en llegar hasta la Casa Blanca, donde nos espera el helicóptero que nos llevará a la nueva ciudad (con una breve secuencia CG en que se resume también lo ocurrido en la campaña original).
Allí, el desarrollo recupera lo que ya conocemos. Después de dirigirnos al ayuntamiento de una ciudad arrasada por el virus (todavía con decoración navideña, pero con un clima diferente al juego original) nos encargan cazar al renegado Aaron Keener (y a sus cuatro guardaespaldas, también antiguos integrantes de The Division).
La ciudad nos ofrece cuatro nuevos distritos: Centro Cívico, Battery Park, el distrito financiero y dos puentes (Brooklyn y Manhattan), que se encuentran al sur de la isla. Y nuestros objetivos consisten en encontrar pistas para dar con cada uno de los subjefes, que controla una zona desde su "base". Podemos escoger el orden en que afrontar estos cuatro sectores, según nuestras preferencias. La dificultad se irá adaptado de forma automática.
Cada una de estas zonas cuenta con pisos francos para el matchmaking y con puestos de control enemigos, con sus correspondientes facciones, de modo que recuperar las pistas supone un reto. Con cada lugarteniente abatido, el porcentaje de seguimiento de Keener aumenta, hasta que podamos ir a por él.
El DLC Warlords of New York ofrece un montón de equipo a partir de nivel 30 (se ha subido el level cap hasta nivel 40) y después cuenta con su propio "endgame" que ofrece equipo adicional para seguir mejorando nuestras habilidades y conseguir piezas exóticas.Tenemos cuatro nuevas habilidades disponibles (dos tipos de bomba adhesiva, señuelo y trampa de choque) que se desbloquean al derrotar a los jefes, y podemos jugar con especialidades como técnico, artillero o ignífugo que ya se sumaban a las originales francotirador, superviviente y experto en demoliciones.
Es la octava actualización que recibe el juego, y a estas alturas el nivel de personalización que ofrece es apabullante. Además se ha modificado el sistema de mejora de equipo, que resulta más intuitivo (y también se sustituyen por piezas los objetos que nos salen repetidos en las cajas de suministro).
Por si no bastase con las misiones de la campaña principal y objetivos secundarios, también nos da la oportunidad de enfrentarnos a cuatro cazadores ocultos de nivel 40 que son el desafío definitivo para aquellos que ya estén curtidos en la lucha. Si tratamos de completarlo todo, la duración de este DLC se multiplica.
En cuanto a las mecánicas, partiendo del mismo esquema del juego original, Warlords of New York es capaz de innovar en el diseño de algunos escenarios, como la prisión, el petrolero varado o la comisaría, además de mostrar lugares emblemáticos de la ciudad como Memorial Plaza, en el distrito financiero. Con todo, seguimos ante los tiroteos con coberturas en tercera persona, que tan bien habían funcionado en el original.
Y quizá conviene recordar que al tratarse de un RPG volvemos a encontrarnos enemigos que actúan como "esponja de balas" por su elevado nivel o por el blindaje que llevan equipado. Aunque eso no molestará a los veteranos del SHD.
Sigue siendo un juego (en este caso un nivel extra) muy divertido, que se disfruta por igual en el modo individual como en el cooperativo online. Incluso si, como en nuestro caso, habíais dejado aparcado The Division 2 hace unos meses, la vuelta resulta enormemente satisfactoria, y nos recuerda por qué en su momento el desarrollo de Massive y Ubisoft nos gustó tanto.
Para finalizar, Warlords of New York marca un punto de inflexión en el sistema de actualización de contenido. A partir de ahora, el juego se irá actualizando con temporadas (un sistema que ya ha experimentado con éxito Ubisoft en Rainbow Six Siege o en For Honor) que irán añadiendo misiones objetivos y nuevas piezas de equipo.
Con la llegada de la expansión Warlords of New York, la batalla entre Destiny 2, Borderlands 3 (que no requiere conexión permanente y no es un MMO puro) y The Division 2 por convertirse en el mejor exponente del "looter shooter" en la actual generación se inclina del lado del juego de Ubisoft.
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