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Por qué se ha llenado de polémica el inicio de James Gunn en DC

James Gunn y el DC Universe (DCU)

El reboot del Universo DC orquestado por James Gunn aún no ha echado a correr, pero está teniendo serios problemas y provoca muchas polémicas entre los espectadores.

Antonio Machado tenía cuatro principios y, entre ellos, sobresalían dos. “No basta mover para renovar” y “no basta renovar para mejorar”. Desde luego, podrían ser dos sentencias lanzadas por todos aquellos que desconfían del reboot del Universo DC de James Gunn… aunque no hayamos visto nada.

En el subtítulo he dicho que “no ha echado a correr”, pero lo cierto es que sí ha echado a andar. Pero los primeros pasos del reboot del DC Extended Universe en el cine no han sido precisamente sólidos. No hay un terreno firme en este asunto. Más bien, James Gunn está entre el barro y las arenas movedizas.

Sería injusto decir que las películas de DC no han vivido una era dorada como la del Universo Cinematográfico de Marvel. Y digo “sería injusto” porque Superman: La película (1978), Batman (1989) de Tim Burton y la trilogía del Caballero Oscuro de Christopher Nolan no pasaron precisamente desapercibidas.

Pero, si bien es cierto esto, no es menos cierto que la construcción del Universo Cinematográfico de DC desde el estreno de El Hombre de Acero (2013) fue de todo menos precisa. Warner Bros. llevó al público y a los creativos de un lado a otro, sin, aparentemente, un propósito en mente.

El que tenía un propósito era Zack Snyder, pero el estudio sacudió su plan a golpe de borrar metraje y urdiendo un maquiavélico plan para asemejarse a Marvel Studios aprovechando el drama y la tragedia familiar del cineasta para sacarlo del que, hasta hoy, es el gran proyecto de su vida.

Pasado el maremoto de La Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021), el paisaje resultante no fue exactamente lo esperado. En Warner Bros. creyeron que, dándoles el anhelado Snyder Cut, los fans del director se calmarían. Nada más lejos de la realidad: cogieron más fuerza y virulencia que nunca.

En ese contexto, y con las películas de DC Comics fracasando en taquilla de manera progresiva y encadenada, James Gunn apareció como gran baluarte del estudio para resucitar un universo muerto. Pero el consagrado director de Guardianes de la Galaxia no quería cargar con la mochila de un cadáver.

Por ese motivo, decidió reiniciarlo todo. Bueno… Todo no, exactamente, como veremos a continuación. Pero sus primeras decisiones provocaron dos cosas: la reacción inmediata (y esperada) de los fans de Zack Snyder, y la sensación en el resto del fandom de no estar acertando con sus decisiones.

Evidentemente, todo lo que voy a proponer en los siguientes puntos es una opinión personal. Es triste tener que dejarlo claro, pero vivimos en tiempos de cámaras de eco donde las valoraciones y los juicios subjetivos se aprecian como objetivos y se toman como dogmas, para bien o para mal.

Durante los próximos párrafos, voy a tratar de explicar desde mi punto de vista cuáles son los motivos que han llevado a que el reinicio del Universo DC de James Gunn conviva con la polémica y la controversia desde el primer día. Desde luego, misión titánica a la que se enfrenta el aclamado cineasta.

El soft reboot es confuso

James Gunn

La primera clave para entender lo sucedido con James Gunn en DC Comics es su decisión de prescindir de algunos actores, como ha sido el caso de todas las estrellas de La Liga de la Justicia. Ninguno de ellos repetirá su papel a corto plazo. Nunca se sabe si lo harán en mundos alternativos.

Sin embargo, esta decisión sería lógica si estuviéramos delante de un reinicio absoluto de todo el Universo DC en el cine. Desafortunadamente, no es el caso. Hay actores del antiguo DC Extended Universe que van a repetir sus roles en el reboot de James Gunn, y esto es algo que cuesta comprender.

Por un lado, molesta el presunto nepotismo ejercido por James Gunn para mantener a aquellas personas que han trabajado anteriormente con él y materializar que The Suicide Squad y la serie de Peacemaker dirigidas por él sean canon. ¿Por qué unos sí, pero otros no?

No solo enfurece a aquellos que deseaban seguir viendo a Henry Cavill, Ben Affleck, Gal Gadot y compañía como los grandes superhéroes de DC, sino que también confundirá al público de masas, que reconocerá a algunos actores de este universo renacido, pero le habrán sustituido a los más famosos.

Esto es un peligro para Warner y podría sepultar los planes de James Gunn a las primeras de cambio. A fin de cuentas, si el público de masas, clave para el éxito de estos proyectos, asocia la nueva marca de DC Studios con el universo anterior, podría darle la espalda sin ofrecerle siquiera una oportunidad.

La falta de transparencia formal

James Gunn DC Studios

Otro de los motivos por los que James Gunn no ha comenzado su reboot de DC con buen pie es la falta de transparencia formal. Algunos han acusado que el cineasta emplee las redes sociales para hacer comunicados oficiales, pero lo cierto es que esto no debería ser necesariamente un problema.

El problema es que James Gunn ha invertido unas cuantas horas de su vida desmintiendo y corrigiendo a medios de comunicación que lanzan rumores online, pero cuando surge alguno que parece verdad… El cineasta o se diluye en el código binario, o pide calma y paciencia a sus seguidores.

La realidad es que sabemos poco o nada sobre lo que está sucediendo entre bambalinas, como ya sucedía en la etapa de Zack Snyder en DC Comics. Sabemos que hay películas y series confirmadas, que hay una primera parte titulada Dioses y monstruos y que David Corenswet es el nuevo Superman.

Estamos avanzando hacia Superman: Legacy (2025) y Creature Commandos (HBO Max), las dos primeras entregas en la saga de James Gunn en DC Comics. Pero no sabemos qué más sucede, por qué hay actores que repiten rol, cuál es el futuro de Jason Momoa o qué pasa con Wonder Woman.

No deberíamos esperar a que Variety, Deadline o The Hollywood Reporter publiquen un extenso reportaje que responda a estas preguntas a partir de filtraciones controladas por el estudio o el propio James Gunn. Transparencia con tu público, los que compran las entradas. Eso es lo que se pide.

El final del SnyderVerse

James Gunn y Zack Snyder

La tercera razón que justifica la polémica con James Gunn en DC es el final del SnyderVerse. No ha sido precisamente tranquilo y apaciguador, sobre todo si atendemos a lo sucedido con la escena postcréditos de Black Adam, el regreso de Henry Cavill y el comunicado oficial del propio actor.

Los amantes del antiguo DC Extended Universe y los seguidores más acérrimos de Zack Snyder vieron en aquellas semanas la posibilidad de una continuación. Eso es prácticamente lo que se estaba vendiendo desde el estudio y lo que le dejaron decir a Dwayne Johnson en la promo de su cinta.

Pero apenas 15 días después de aquel albor de calma y ese horizonte conciliación, Warner nombró a James Gunn como CEO de DC Studios y el cineasta admitió que quería hacer una nueva historia, con un nuevo Superman, un nuevo Batman y nuevo todo. Vamos, que quería cambiar de coche.

Y, ojo, no me malinterpretes: tiene todo el derecho del mundo a hacerlo. Yo habría hecho exactamente lo mismo en su posición. No quiero cargar con la mochila de otros creadores ni plegarme a narrativas que ya han sido consolidadas por personas ajenas a mi visión, tono y estilo.

A James Gunn le dieron la oportunidad y James Gunn la aprovechó. Rápido y sencillo. Sin ambages ni medias tintas. Pero, evidentemente, esto provocó una oleada de furia hacia el director y hacia DC Studios. Los acusaron por algo que debía haber recaído en las espaldas de Dwayne Johnson y David Zaslav.

Sea como sea, el final del SnyderVerse colocó a James Gunn en el ojo del huracán. Las primeras gotas de la tormenta cayeron sobre el cineasta y, cuando el cielo se abrió, ya era tarde. Ahora hay que convivir con esto, y seguramente tendrá un peso negativo en el nuevo Universo DC.

Los precedentes de Warner Bros. Pictures

Batman v Superman El amanecer de la Justicia

Warner Bros.

Y, por último, todas estas polémicas de James Gunn y su Universo DC también se explican si miramos al pasado. Los precedentes de Warner Bros. Pictures en la gestión de su marca superheroica, la ausencia de planes y la negación de libertad creativa con sus cineastas obliga a desconfiar del proyecto.

No es que haya sucedido una sola vez. Desde antes del estreno de Batman v Superman: El amanecer de la Justicia (2016), Warner no ha hecho otra cosa que entorpecer el trabajo de sus realizadores, meterse de lleno en sus rodajes y transformarlo todo cada dos minutos sin un propósito aparente.

Podría ser más optimista y decir que han aprendido de sus errores, pero ya debieron haberlo hecho con Batman v Superman: El amanecer de la Justicia y lo repitieron luego con Escuadrón Suicida (2016) y La Liga de la Justicia (2017). De aquellos barros, estos lodos. La confianza se debe recuperar con actos.

En definitiva, James Gunn se enfrenta a muchos problemas antes de que la primera película del nuevo Universo DC llegue a los cines. Luego podrá funcionar su propuesta y calar en el público de masas, ser todo un éxito y recaudar muchísimo dinero para el estudio; pero las cosas son como son.

Y la realidad es que, en estos momentos, el cineasta debe convivir con la controversia de sus decisiones, el pasado del estudio para el que trabaja, los problemas de comunicación y el virulento rechazo de un sector del fandom de DC Comics. No envidio su posición, pero sí creo enormemente en su talento.

Desde luego, como decía el maestro, no basta mover para renovar ni basta renovar para mejorar.

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Etiquetas: HBO Max