Si os gustan los juegos estilo metroidvania, el desarrollo 2D, los elementos RPG, la acción desafiante y el pixel art, quedaos con este nombre: Souldiers. Es nuestra nueva obsesión y ya lo hemos probado. ¡Dentro impresiones!
Al llegar aquí y ver que hablamos de un juego con estilo retro, desarrollo metroidvania con elementos RPG y gráficos pixel art, muchos habrán pasado de largo pensado "otro más".
Para los que, por algún motivo, os habéis quedado a leer... Hoy es vuestro día de suerte, pues estamos a punto de hablaros de uno de los juegos revelación de 2022: Souldiers.
Souldiers es el primer trabajo de Retro Forge, un estudio madrileño compuesto por tan solo seis personas. Y sin hacer mucho ruido, tiene previsto lanzarse en todas las consolas y PC el próximo mes de mayo.
O más bien, deberíamos decir que no ha generado todo el ruido que debería, porque tras haber jugado a una porción considerable de la aventura, os aseguramos que aquí hay oro, especialmente si sois amantes de los juegos que destilan amor por el retro. Os lo contamos en nuestras impresiones de Souldiers.
Píxeles con alma
Souldiers comienza con una premisa que puede que os resulte familiar: nuestro personaje muere. Así, nada más empezar. Por suerte, las valquirias se apiadan de nuestra alma y nos proponen un pacto: demostrar nuestra valía y convertirnos en los guerreros que libren la madre de todas las batallas: el Ragnarok.
Curiosamente, no interpretamos a un héroe de renombre ni a una vieja leyenda. Más bien, nuestro personaje es uno de tantos soldados anónimos, prácticamente carne de cañón. Eso sí, cuando aceptamos la oferta de las valquirias y cruzamos al otro lado, debemos elegir qué clase de personaje queremos, pudiendo escoger entre Scout, Arquero y Conjurador.
Cada uno de ellos plantea un estilo de juego completamente diferente, por no hablar de que las habilidades que vamos desbloqueando también son únicas en cada caso.
Nosotros hemos jugado principalmente con el Scout, el clásico guerrero de espada y escudo, pero también hemos probado a los otros dos y sus diferencias son más que palpables.
Potencialmente, estamos hablando de tres formas completamente distintas de jugar, o lo que es lo mismo: tres juegos en uno.
En el gameplay como tal no hemos encontrado demasiadas sorpresas, pues Souldiers tiene todo lo habitual de esta clase de títulos: experiencia y niveles, objetos consumibles, piezas de equipo, misiones secundarias, bestiario, fortalezas y debilidades elementales...
Ahora bien, es la clase de juego que, desde que ponemos un dedo sobre el mando resulta evidente que todo está cuidado al detalle. El control del personaje es fantástico y responde a la perfección, ya sea para explorar o para combatir, y se puede apreciar mucho mimo en aspectos como los menús o la interfaz de usuario, que mantienen un diseño retro pero con las conveniencias de los tiempos modernos.
Para que os hagáis una idea, Souldiers no se anda con tonterías y empieza lanzándonos de lleno a una mazmorra... y no una mazmorra cualquiera: una gruta oscura llena de arañas. Ya en este primer nivel nos encontramos con un diseño intrincado lleno de posibles rutas, pasajes secretos, trampas y mucho plataformeo. Y todo hecho a mano; nada de mapas generados de manera procedimental.
Como buen metroidvania, también nos hemos topado con muchos bloqueos que nos invitaban a volver más tarde tras haber adquirido nuevas habilidades. Y todo apunta a que el mundo de Souldiers va a ser muy generoso, tanto en tamaño como en contenido, pues en esta preview también hemos visitado bosques, ciudades, desiertos...
La acción, por su parte, es contundente y muy vistosa; ya sabéis, Souldiers es uno de esos juegos en los que el simple hecho de pegar espadazos resulta satisfactorio. Pero sobre todo destaca por su elevado nivel de desafío; jugando en la dificultad normal, hemos caído bastantes veces, especialmente frente a los complicados jefes.
Unos jefes muy de la vieja escuela, pues son de esos que nos obligan a aprender su patrón de ataques y repetir los combates todas las veces que haga falta hasta conseguir derrotarlos. La sensación de triunfo es magnífica, casi tanto como el nivel de espectáculo de cada combate.
Un aspecto interesante a destacar son los orbes elementales, entre los que podemos alternar al vuelo siempre y cuando los hayamos desbloqueado. Esto, además de cambiar el aspecto visual del personaje, nos otorga los beneficios de dicho elemento. Por ejemplo, el orbe ígneo nos permite realizar ataques de tipo fuego, pero nos hace débiles a los de agua.
Es una mecánica muy interesante, pues nos invita a estudiar bien a los enemigos y elegir el orbe adecuado en cada caso.
Al jugar a Souldiers, se respira en todo momento aroma a clásico; de hecho, si nos dicen que es un juego que se lanzó para Super Nintendo, nos lo creeríamos.
La "culpa" la tiene el apartado audiovisual, que es sencillamente delicioso. Los gráficos pixel-art, obra de los artistas Alberto Hernández y Dani Oliver (a quienes puede que conozcáis por su trabajo en el MUGEN CardSagasWars), son de lo mejor que hemos visto.
Hay una cantidad enorme de pequeños detallitos en los escenarios y las trabajadas animaciones son de esas que podríamos estar contemplando durante horas.
La banda sonora, por su parte, nos ha dejado melodías que capturan a la perfección la esencia de los RPG de los 16 y 32 bits. Hay algunas particularmente pegadizas, como la melodía de exploración triunfal que escuchamos al superar la cueva de las arañas, pero tampoco teme pisar el acelerador y nos ha sorprendido con canciones muy cañeras para los combates contra jefe.
En definitiva, y aunque no hayamos jugado todavía a la versión final, estamos más que convencidos de que Souldiers va a ser una joya y una de las sorpresas más agradables de 2022. Llegará a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC el próximo 19 de mayo.
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