Cuando Lucasfilm fue adquirido por Disney, el Universo Expandido dejó de existir. Esto es, la mayor parte de los relatos de Star Wars, que ampliaban la historia de las películas, más allá de estás, en forma de relatos contados en juegos, cómics, novelas y series animadas (a excepción de The Clone Wars, claro). Esto significó que muchos personajes fueron borrados de la continuidad. Personajes tales como Starkiller, Mara Jade, Darth Revan, Cade Skywalker... Y, claro está, Mitth'raw'nuruodo, más conocido por todos como el Gran Almirante Thrawn.
Por lo menos así fue, hasta que Lucasfilm se puso manos a la obra para ir recuperando, poco a poco, elementos del viejo canon, ahora contenido en una línea temporal paralela que se bautizó como Legends (Leyendas). De este modo, hará un par de años, uno de los productores de la casa, Dave Filoni, rescató para la continuidad a uno de los grandes favoritos de los fans, a Thrawn. Lo oficializando su existencia y convirtiéndolo en el gran villano de la serie animada Star Wars Rebels.
Junto al anuncio este regreso, Disney y Lucasfilm pusieron la máquina publicitaria y marketiniana a trabajar. Tras saberse que Lars Mikkelsen (hermano de ese "otro Mikkelsen") prestaría su voz al alienígena azul, al servicio del imperio, se hizo público que Timothy Zahn, creador del personaje, lanzaría una nueva novela de orígenes sobre Thrawn, que contaría su origen en la nueva continuidad.
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Esta novela, Star Wars: Thrawn, finalmente ha llegado a nuestro país de manos de Planeta Comic y Timun más. La hemos leído (devorado más bien) y ya estamos listos para haceros una reseña de ella.
Elemental, mi querido Vanto
Originalmente, el Gran Almirante Thrawn surgió como villano principal del libro Heredero del Imperio y su subsiguiente trilogía, consolidándose como un nuevo tipo de antagonista. No se trataba ni de un desquiciado Lord Sith ni de un político ambicioso. Era un estratega, un genio táctico, que veía el escenario militar de la galaxia con un enorme pragmatismo. Ofrecía un retrato de un personaje que era "el malo", principalmente por las circunstancias que le habían tocado vivir, como ocurría con su segundo al mando, el Capitán Gilad Pellaeon. Pero, sobre todo, su principal atractivo radicaba en su intelecto. De ahí que su sombra fuera tan alargada, incluso tras su defunción.
En este sentido, la presente novela es un giro completo de guión que (ojo) podría leerse (si se quisiera) dentro de la vieja continuidad. Sin embargo, hemos de tomárnosla como una presentación y retcon de la historia del personaje, dentro de la actual línea temporal. La obra pone en contexto la llegada de Thrawn a territorio imperial, tras su exilio del territorio soberano de la Ascendencia Chiss, su pueblo, y cómo el alien comienza a trabajar al servicio del Emperador Palpatine.
A lo largo del libro, asistimos al ascenso del oficial, desde su ingreso en la Academia Real Imperial para formarle en las ordenanzas de la Armada Imperial, hasta su promoción como almirante, dejándonos a las puertas de la temporada 3 de Star Wars Rebels, su debut televisivo. Sin embargo, amigos, aquí encontramos en la primera diferencia importante respecto al retrato anterior del personaje. Thrawn no es el antagonista, si no el protagonista. Vemos la acción desde su punto de vista. O, mejor dicho, desde el punto de vista de Eli Vanto, el pobre cadete al que le asignan como ayudante y que seguirá fielmente a Thrawn a lo largo de casi diez años.
El libro se aleja de la épica típica de otros relatos, para centrarse en el género de thriller de suspense, política y espionaje. De este modo, la novela de Star Wars Thrawn se consolida como una suerte de libro de género híbrido a matacaballo entre las historias de detectives y la obra de Tom Clancy. Y, siguiendo este hilo de pensamiento, Thrawn se convierte en un sosias de Sherlock Holmes y Vanto, en su propio Watson.
Estos son los mejores villanos del Universo Expandido. Thrawn, claro, figura entre ellos
Dicho esto, la obra es muy entretenida y da mucha dimensión a la nueva continuidad. De hecho, podríamos decir, sin quemarnos los dedos, que es la novela de Star Wars mejor escrita dentro de la nueva continuidad. Timothy Zahn vuelve a demostrar por qué es ganador de premios Nébula y Hugo, con los que se reconocen a los mejores autores de Ciencia-Ficción y Fantasía.
Como única pega, cabe señalar que no se trata de una edición muy cuidada. Su edición española sufre de ciertos fallos en cuanto a correcciones, erratas y errores tipográficos, que delatan que el editor no ha prestado la debida atención al producto. Algo que, por desgracia, viene siendo muy habitual en las novelas de Star Wars publicadas en España desde hace un tiempo. Por lo demás, esta novela tiene nuestro inequívoco sello de aprobación.
Star Wars: Thrawn ya está publicada en nuestro país, bajo el sello de Timun Mas y de Planeta Comic. Su precio es de 22 euros. Puede adquirirse on-line, en grandes superficies o librerías especializadas.
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