Hace apenas un mes os hablábamos de Persona 5 Strikers, el spin-off/secuela del magistral JRPG de Atlus (el juego mejor valorado de 2020 en Metacritic, casi nada). Sólo pudimos contaros lo que vimos, pues fue una presentación puramente online... Pero ahora podemos hablaros con conocimiento de causa, porque ya tenemos Persona 5 Strikers en nuestras manos. La versión final de Nintendo Switch con subtítulos en español, para ser más exactos.
Y por supuesto ya le hemos metido un buen puñado de horas a la nueva aventura de los Ladrones Fantasma, que está desarrollada por Omega Force y presenta importantes cambios jugables respecto a Persona 5/Persona 5 Royal... Empezando por que se trata de un juego donde prima la acción (normal, tratándose de los responsables de todos los Warriors).
De momento sólo podemos hablaros de las primeras cinco o seis horas de juego, correspondientes a la primera prisión, y seguiremos jugando para traeros muy pronto el análisis completo. Por ahora, os contamos qué nos ha parecido en estas impresiones de Persona 5 Strikers.
This Is So Sad Sophia Play Last Surprise
Pese a que Persona 5 Strikers se desarrolla tras los acontecimientos del juego principal, parece que la historia se puede disfrutar sin demasiados problemas sin haber jugado a Persona 5... Algo que sin duda agradecerán los usuarios de Nintendo Switch. Se hace referencia a sucesos pasados sin entrar en demasiados detalles, y no hay ni rastro (o mención) de personajes como Kasumi o Akechi. Claro que hablamos de las primeras horas de juego, así que esto podría cambiar más adelante.
La historia comienza con Joker y Morgana volviendo a la cafetería de Yongen-Jaya para reencontrarse con el resto de los Ladrones Fantasma tras varios meses sin verse, dispuestos a disfrutar de unas más que merecidas vacaciones... Aunque como ya estaréis imaginando pronto las cosas se tuercen y les toca volver a vestir sus mejores galas para despertar corazones.
La gran novedad argumental de Persona 5 Strikers es Sophia, una joven que se cruza en el camino de los Ladrones Fantasma prácticamente al inicio... y que en realidad no es una joven: Sophia es una inteligencia artificial capaz de adoptar una forma física en el metaverso y que reside en el teléfono de Joker cuando vuelven al mundo real. Algo así como una versión de Siri, pero mucho más avanzada y con bastante más personalidad.
Se trata de un personaje de lo más interesante, pues su ingenuidad nos deja momentos tan divertidos como adorables (sus constantes intentos por entender y usar la jerga de Ryuji nos han sacado alguna risotada), pero también porque está claro que se trata de una pieza clave en un argumento que vuelve a dar mucha importancia a las injusticias sociales y al uso que le damos a la tecnología. Y, como ya habréis imaginado, Sophia también es un personaje jugable. Se puede controlar a todos los Ladrones Fantasma desde el principio, de hecho.
Y seremos honestos: en estas primeras horas, no sabemos muy bien qué pensar de la jugabilidad de Persona 5 Strikers; nos está pareciendo una amalgama de ideas que no termina de funcionar.
Como base, Persona 5 Strikers tiene la jugabilidad de un musou: controlamos a los personajes de forma directa y podemos realizar ataques rápidos, ataques fuertes, combinaciones de ambos, saltos y esquivas, todo ello frente a grandes grupos de enemigos. Pero a esta base se suman una cantidad enorme de ideas extraídas directamente de Persona 5 (y Royal).
Podemos, por ejemplo, mantener pulsado el gatillo derecho para detener la acción y utilizar una de las habilidades de la Persona que tengamos equipada (que en el caso de Joker, puede ser cualquiera); podemos usar el relevo para cambiar de personaje en cualquier momento; podemos usar objetos para recuperar salud o energía; podemos hacer emboscadas para empezar los combates con ventaja y realizar ataques combinados cuando todos los enemigos están en el suelo; podemos usar armas de fuego para atacar a distancia; y por supuesto hay que tener en cuenta las fortalezas y debilidades de los enemigos si no queremos salir muy mal parados.
Esto con un sistema de combate pausado funciona a la perfección (por algo el de Persona 5 es de los mejores que se han visto dentro del género JRPG), pero en un juego de acción en el que tenemos a cuatro personajes enfrentándose a decenas de enemigos, a la vez y en tiempo real... Es un completo caos.
La mayoría de las veces no sabemos si nuestros ataques están surtiendo efecto o estamos dando palos al aire, o de dónde ha venido ese ataque que nos ha dejado electrificados. Y puede llegar a ser frustrante porque la dificultad de los combates va de un extremo a otro, pasando de ser tan fáciles que los completamos sin darnos cuenta... A toparnos con enemigos extremadamente poderosos que vacían barras de vida de un golpe.
El problema, además de la cantidad de cosas que suceden al mismo tiempo, lo encontramos en dos aspectos. El primero es un clásico de estos juegos: la cámara. Perdemos muchísimo tiempo lidiando con su posicionamiento porque siempre parece apuntar a donde no debe. Y el segundo es la interfaz: hay demasiada información en pantalla; demasiados mensajes, demasiadas cajas de texto, demasiados números, demasiadas conversaciones en mitad de la batalla (otro clásico de los musou).
Además, también hay un constante bombardeo de tutoriales, saturándonos con todavía más información. Es justo lo opuesto a lo que comentábamos al hablar de la historia: incluso conociendo Persona 5, nos hemos sentido bastante perdidos. Así que os podéis hacer una idea de por qué no estamos demasiado entusiasmados con Persona 5 Strikers.
Ahora bien, recordemos que estamos hablando de las primeras horas de juego, y confiamos en que a medida que nos acostumbremos a los entresijos del sistema de combate la cosa vaya mejorando.
Además, no todo es malo: todos los personajes tienen un estilo de juego diferente que refleja sus personalidades y señas de identidad; no hay dos que se controlen igual, así que antes de ponerse a machacar botones hay que aprender cómo funcionan.
El diseño de niveles de la primera cárcel, que viene a ser el sustituto de los palacios, nos ha sorprendido para bien. En lugar de soltarnos en un espacio abierto para que nos peguemos con muchos enemigos, Persona 5 Strikers nos invita a actuar como auténticos Ladrones Fantasma, moviéndonos entre puntos elevados para evitar los combates más complicados. Puntos que, por cierto, también se pueden usar en combate para realizar ataques especiales.
Y pese a que la interfaz sea un problema por la saturación de información en pantalla, sigue teniendo un estilazo increíble. En especial, las transiciones que podemos ver en todos los menús, ya sea para cambiar de equipo, usar objetos o incluso trastear con las opciones, son un puntazo. Y lo mismo se puede decir de la banda sonora: se han rescatado muchas de las melodías de Persona 5, pero también hay remezclas y canciones completamente nuevas que se quedarán a vivir en vuestra cabeza después de escucharlas un par de veces.
¿Y qué decir de la traducción al español? Pues que es magnífica. Como en Persona 5, se ha localizado con mucho acierto la forma de hablar de los personajes, tirando de jerga española muy actual. Ryuji vuelve a ser la estrella de la película en ese aspecto, pero ojo con Futaba y Sophia, porque vienen pisando fuerte y os van a hacer soltar más de una carcajada con sus comentarios.
No nos vamos sin dedicarle unas líneas al rendimiento de Persona 5 Strikers en Nintendo Switch, porque también nos ha sorprendido (para bien). Quizás sea porque venimos de Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo, juego que dejaba mucho que desear en ese aspecto, pero la verdad es que Persona 5 Strikers no acusa ralentizaciones tan graves como la "precuela" de Breath of the Wild. Eso sí, los modelos de los personajes destacan por unos marcados dientes de sierra y el nivel de detalle de los escenarios es, en ocasiones, muy bajo.
Y hasta aquí nuestras impresiones de Persona 5 Strikers. Seguiremos dándole caña, que queda mucho juego por delante y muchos corazones por despertar.
Descubre más sobre Álvaro Alonso, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.