Análisis de Anyone's Diary, el plataformas de PlayStation VR nacido en PS Talents

Anyone's Diary es la ópera prima de World Domination Project, un joven estudio valenciano que ha podido sacar adelante su proyecto gracias a la iniciativa PS Talents de PlayStation. Un juego que, a grandes rasgos es un plataformas 2D, pero que esconde más, como una narrativa sin palabras, y que se juega única y exclusivamente con PlayStation VR.

De este modo, la realidad virtual permite añadir distintas capas a la jugabilidad clásica de los plataformas 2D (correr, saltar, agarrase a salientes...), como poder toquetear el mundo que nos rodea para ir abriendo paso al protagonista (por ejemplo, moviendo plataformas o rotando partes del escenario). Pero no nos precipitemos... 

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Anyone's Diary nos invita a adentrarnos en el diario de alguien sin nombre y sin una forma muy definida, que podría ser un hombre o una mujer, indistintamente. El diario se compone de tres capítulos, y ya en el primero descubrimos que algo malo le ha pasado. Algo, como perder el trabajo... aunque queda a la libre interpretación de cada uno, porque no hay ni voces, ni textos..

Como hemos adelantado, la mecánica central es la de un plataformas tradicional, aunque podemos jugarlo con un Dual Shock 4 o bien mandos Move. Nosotros hemos optado por la primera opción, ya que nos resulta bastante más cómodo. Con el mando, el control es muy sencillo: stick izquierdo para manejar al personaje, X para saltar y agarrarte a salientes...

Con L1 y R1 podemos "agarrar" el entorno. Esto nos sirve para varias cosas: desde acercarnos o alejarnos al escenario (por ejemplo, para mirar entre huecos), a desplazarlo para seguir el avance del personaje. Esto además nos permite interactuar con algunas zonas "blancas", como plataformas (que pueden ser coches, casas...), manivelas o habitaciones que podemos desplazar dentro de un edificio.

Esta acción "agarrar" cosas del entorno, nos permite interactuar con los puzles del juego, que son los principales obstáculos con los que nos vamos a encontrar (no es un Super Mario Bros U Deluxe, que requiera habilidad o precisión milimétrica con los saltos), y que debemos superar para despejarle el paso al protagonista.

Estos puzles, por regla general, no suelen ser muy complicados, pero requieren cierta observación y reflexión. Por ejemplo, debemos organizar las salas de un edificio para permitir que el protagonista pueda llegar a una sala concreta, disponiéndolas de tal manera que con sus puertas y ascensores formen caminos directos.

Son mecánicas sencillas, que se complementan con una buena puesta en escena. Anyone's Diary utiliza una paleta de colores más bien apagada, en sintonía con la temática del juego, algo que además favorece de sobremanera a que no resulte un juego incómodo tras un rato de juego: ni marea, ni provoca el llamado "motion sickness" (las famosas nauseas por el movimiento).

La guinda a la ambientación la pone la fantástica banda sonora de Damian Sánchez, que acompaña a la acción como anillo al dedo. Hay momentos más tristes y dramáticos que, sin la música de fondo, no resultarían la mitad de intensos. El resto del audio lo pone Sonotrigger, su estudio, con resultados igualmente notables.

Ahora bien, a pesar de todas estas cualidades, durante nuestro análisis de Anyone's Diary también nos hemos encontrado con algunos aspectos mejorables y defectos, de los que os hablaremos un poco más abajo. Muchos serán subsanables vía actualización (pero hoy por hoy están ahí) y otros que no. Quizá, el primer gran problema que tiene el juego es su duración.

El juego se divide en 3 actos, que en su conjunto, pueden dejar una duración ligeramente superior a una hora. Es rejugable hasta cierto punto (hay personajes escondidos que debemos encontrar en el primer acto, un segundo final...), pero en general, no es un juego especialmente largo. Tampoco el precio de lanzamiento, 12,99 euros, es especialmente elevado para un juego de PlayStation VR.

Luego, en cuestiones de diseño, se le podrían reprochar algunos detalles. Si bien la forma de controlar la cámara "agarrando" el entorno está bien y funciona de forma correcta (también se puede con el stick derecho), no es menos cierto que en momentos puntuales se echa en falta alguna opción que permitiera que la cámara siguiera el avance del personaje, de forma más o menos automática. Algo como lo que hace de forma magistral Astrobot,

Los problemas no acaban ahí: también hay algunos problemas en la detección de colisiones (por ejemplo, al intentar trepar a un saliente, al que no podemos), y en más de una ocasión el protagonista se nos ha quedado atascado, teniendo que salir al menú de selección de capítulo y reiniciar el nivel (como son cortos, tampoco ha supuesto demasiado).

Son fallos que esperamos se subsanen rápidamente, porque lo cierto es que consiguen dejar cierto sabor amargo en las sensaciones finales que provoca el juego. Un título, que por todo lo demás, nos ha recordado en cierta medida a Rain, tanto en lo visual, como en su atmósfera o la emotiva banda sonora. Y eso, para ser el primer juego de un estudio nobel, es un logro... y es sin duda, uno que está entre los mejores juegos de PS Talents, aun con sus aspectos mejorables. Esperamos ver más de World Domination Project en el futuro.