Análisis de F1 2021 para PS5, Xbox Series X-S, PS4, Xbox One y PC

Las luces del semáforo están a punto de apagarse para F1 2021, el juego oficial del Mundial de Fórmula 1, cuya presente temporada está siendo la más competida y sorprendente de los últimos años, ya que Max Verstappen y Red Bull han logrado poner en jaque a Lewis Hamilton y Mercedes. 

El juego se pone a la venta el 16 de julio, y nosotros ya hemos podido conducir cientos de kilómetros por su asfalto virtual para poder realizar el pertinente análisis de F1 2021 y comprobar que es una entrega continuista, pero que añade algunas novedades interesantes.

Antes de nada, hay que destacar que éste es el primer juego de Codemasters que se publica tras la adquisición de la compañía por parte de Electronic Arts. Es algo que se nota nada más ejecutar el juego, pues lo primero que aparece es una cabecera de EA Sports, con el eterno lema de ‘it’s in the game’. 

Eso sí, la absorción es tan reciente que no ha habido tiempo para que la editora hiciera sugerencias notorias o cambios en el modus operandi que el equipo de desarrollo lleva aplicando desde 2009. 

A eso, hay que añadir el hecho de que la actual temporada sea la última en la que está vigente el reglamento técnico que se introdujo en 2014. 

Eso ha contribuido a que, a pesar del estreno de PS5 y Xbox Series X-S, Codemasters haya optado por hacer una entrega intergeneracional que no incluye grandes cambios técnicos ni jugables, a la espera de la revolución que serán los coches de 2022. 

De esa forma, además, se gana un año de margen para que se incremente la base de usuarios de las consolas de nueva generación.

Una licencia con varios ritmos

F1 2021 cuenta con la licencia del Gran Circo, y se nota que la relación entre la FIA y Codemasters se ha ido haciendo cada vez más estrecha como para que los juegos sean, realmente, el producto oficial del campeonato. 

Decimos esto porque, ahora, la cabecera del juego y la melodía que suena son exactamente las mismas que preceden a los grandes premios, con los veinte pilotos desfilando progresivamente bajo una música épica.

Así pues, el juego cuenta con las diez escuderías y los veinte pilotos de 2021, lo cual incluye la presencia de Fernando Alonso en Alpine o la de Carlos Sainz en Ferrari. 

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También está la F2, aunque, en este caso, el contenido es el de la temporada 2020, a la espera de una actualización gratuita que añadirá los pilotos y los coches de este año.

Por lo que respecta a los circuitos, hay veintiuno de salida. Están aquéllos que preveía el calendario inicial del certamen (incluso los de Montreal, Singapur y Melbourne, donde no se va a correr finalmente) y también el de Shanghái, donde no se celebran carreras desde hace años. 

Ahora bien, debido a la pandemia, Codemasters no ha podido incluir de serie los circuitos de Imola, Portimao y Jeddah, que llegarán en el futuro mediante actualizaciones gratuitas. El que no llegará nunca es Istanbul Park, al no haber margen de maniobra, ya que se añadió al calendario hace sólo unas semanas, como sustituto de urgencia.

La finura acostumbrada

El manejo de F1 2021 sigue la convincente senda de los últimos años, con el habitual equilibrio entre simulación y arcade tan propio de Codemasters. Ya se sea un experto en el género o un novato, hay infinidad de ayudas que permiten configurar ampliamente la experiencia.

Nos referimos al rebobinado por si se cometen errores, una buena ristra de ayudas a la conducción, reglajes de todo tipo y hasta 110 niveles para la inteligencia artificial…

Lo ideal es jugar con volante. Nosotros lo hemos hecho en PS5 con un Thrustmaster T300 RS que, si bien nos ha dado algún quebradero de cabeza para que la consola lo reconociera, nos ha dejado grandes sensaciones. 

Con mando también se disfruta mucho, aunque hemos de decir que esperábamos más de los gatillos adaptativos del DualSense a la hora de frenar o bloquear los neumáticos.

Como de costumbre, la jugabilidad se ve acompañada por unos buenos efectos de lluvia y por la posibilidad de configurar la hora de inicio (y, por tanto, el tipo de luz solar) de las carreras. 

Y no nos queremos olvidar de la inteligencia artificial, que tiene un comportamiento más acorde al de los pilotos reales, algo que se observa, por ejemplo, en la manera en que se apartan los doblados.

A rebufo de Netflix

La mayor novedad de F1 2021 se llama Braking Point, y se trata de un modo de juego cinematográfico hecho a imagen y semejanza de ‘Drive to Survive’, la genial serie documental de Netflix. De hecho, en él, participa el periodista Will Buxton e, incluso, hay algún plano que es un claro homenaje a la serie.

El modo nos pone en la piel de Aiden Jackson y Casper Akkerman, dos compañeros de equipo que deben aprender a convivir el uno con el otro. Podemos elegir que ese equipo sea Alpha Tauri, Aston Martin, Alfa Romeo, Williams o Haas. 

Así, se intercalan carreras con escenas de vídeo y diálogos doblados al castellano que se ambientan en la sala de prensa, los boxes, el motorhome o, incluso, la propia pista. 

Y lo cierto es que los valores de producción del modo Brake Point de F1 2021 son impresionantes, tanto por el modelado de los personajes como por los planos de acción, dignos de ‘Drive to Survive’. 

Eso sí, el doblaje de Luis Navarro (Cal Kestis en Star Wars: Jedi Fallen Order) para Aiden Jackson no nos ha acabado de convencer.

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 El modo dura unas cinco horas, estructuradas en torno a dieciséis eventos que suelen durar entre cinco y trece vueltas, de modo que hay que cumplir algún objetivo predeterminado para poder pasar al siguiente: hacer la vuelta rápida, quedar entre los diez primeros, remontar tras un pinchazo… 

El modo, cuyo guión no es para echar cohetes, abarca, fundamentalmente, dos años del campeonato, pero el abrupto final deja caer que tendrá continuidad en F1 2022.

Carreras en equipo

Entre el resto de modos de juego, destaca Carrera profesional, que tiene dos vertientes: podemos jugar como piloto o como dueño-piloto de un equipo. 

En ambos casos, además de competir en la pista, debemos preocuparnos por aspectos como la búsqueda de contratos, las entrevistas con la prensa o la gestión de los departamentos de I+D para mejorar el coche. 

Aunque como modo de juego cumple su cometido, el envoltorio, que no ha evolucionado apenas respecto a las entregas previas, sigue resultando bastante soso y con margen de mejora.

Como particularidad, si jugamos como piloto, existe una opción de inicio de temporada real, que permite escoger a cualquiera de los veinte pilotos reales y comenzar el campeonato en el gran premio que queramos, con los puntos que ese alguien tuviera en el campeonato real en ese momento concreto.

Así, por ejemplo, es posible empezar en el Gran Premio de Gran Bretaña y escogiendo a Lewis Hamilton, que lleva 150 puntos, frente a los 182 de Max Verstappen.

El multijugador ha cobrado mayor importancia en esta entrega. Como de costumbre, hay pruebas online y un apartado dedicado específicamente a los eSports. Tampoco falta un modo a pantalla partida. 

Pero lo mejor es que el modo Carrera profesional se puede disputar online junto a un amigo, bien cooperando como miembros de un mismo equipo o compitiendo en escuderías diferentes.

Ahora me ven, ahora no me ven…

Un aspecto que siempre hemos aplaudido de la saga es el de los contenidos clásicos, ideales para contentar a los verdaderos fans de la Fórmula 1, o al menos a los más veteranos y fieles.

Aún nos acordamos de F1 2013, que incorporó tanto coches clásicos como circuitos e, incluso, un filtro visual añejo. Sin embargo, desde aquel año, el material clásico ha seguido un flujo guadianesco, yendo y viniendo sin orden ni concierto.

Codemasters prescindió de los circuitos clásicos hace tiempo, por lo que no contábamos con ellos, pero no esperábamos que desaparecieran de nuevo los coches de los 80, los 90 y los 2000 que habíamos podido pilotar en los últimos años. 

 En su lugar, se han incluido, simplemente, siete pilotos icónicos a los que podemos contratar en la vertiente de Mi Equipo del modo Carrera profesional. 

Se trata de Michael Schumacher, Ayrton Senna, Alain Prost, Jenson Button, Nico Rosberg, Felipe Massa y David Coulthard. 

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Por si eso fuera poco, sólo están disponibles para quienes adquieran la edición digital deluxe del juego… En realidad, Codemasters es muy dada a escamotear cosas para volver a ofertarlas en el futuro como si fueran nuevas. 

Lo ha venido haciendo con los contenidos clásicos y también lo ha hecho con el cooperativo a dobles, que, aunque no estuviera presente en la entrega del año pasado, sí lo estuvo en ediciones previas. Es decir, lo nuevo no siempre es tan nuevo…

Un pequeño acelerón

A diferencia de lo que sucedió con la generación de PS4 y Xbox One, donde la saga F1 tardó año y medio en debutar, esta vez, aprovechando la retrocompatibilidad, Codemasters ha optado por un juego intergeneracional que se puede disfrutar en PS5-PS4 o Series-One sin tener que pagar ningún sobrecoste. 

Eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero, en cualquier caso, habría sido arriesgado sacar una entrega que fuera exclusiva de las nuevas consolas.

Nosotros hemos jugado en PS5 y, aunque el motor gráfico sigue siendo el mismo, hay que destacar la posibilidad de elegir entre un modo visual que prioriza el rendimiento y otro que potencia la calidad gráfica. 

Además, las carrocerías de los coches ya no resultan ‘plasticosas’ y el montaje de las repeticiones es digno de una retransmisión televisiva. También es de justicia reseñar la mejora en las caras de los pilotos y en su expresividad cuando suben al podio. 

En ese sentido, seguro que los fans del campeonato reconocen a todos los jefes de equipo e, incluso, a ingenieros como Adrian Newey o Andrea Stella, o hasta a Alexander Molina, el responsable de protocolo que gestiona los trofeos en la ceremonia del podio.

Eso sí, hay cosas reprochables en el apartado técnico. La más flagrante es que no hay ray tracing en PS5 y Xbox Series X-S en los momentos de jugabilidad (cuando en PC sí que lo hay). Sólo lo hay en las repeticiones y en la sala de exhibición donde podemos contemplar los coches. 

Por otra parte, hay un ligero tearing en algunos vídeos del modo Carrera profesional. Y, pese a los discos duros SSD, aún sigue haciendo falta un buen rato para pasar desde los menús hasta el inicio de las carreras.

Por lo que respecta al sonido, el ruido de los motores es muy cumplidor, y hasta hay opciones que permiten configurarlo para que, si jugamos con la cámara más subjetiva, suene ahuecado, como si lleváramos puesto un casco. 

No se puede decir lo mismo de los comentarios de Antonio Dávila y David Casas, que, como de costumbre, no aportan gran cosa y a los que, a veces, se les notan las costuras, especialmente al narrar el orden de la parrilla de salida. 

Como curiosidad, se puede elegir entre varios mensajes de radio para celebrar las victorias… pero son tan absurdos que habría sido mejor no poner nada. El listón está al nivel de ‘yijá’, para que os hagáis una idea.

El fin de una era

Estando en un año de transición, Codemasters apenas ha asumido riesgos, pero F1 2021 es un gran juego de velocidad, sobre todo por lo mucho que corre dentro de la pista, donde apenas comete fallos.

Fuera del asfalto, podría haber sido un poco más ambicioso, pero eso seguramente quede para 2022, cuando el reglamento de la Fórmula 1 dé un vuelco y, posiblemente, Electronic Arts inyecte millones a espuertas y nuevas ideas.