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Análisis de Hogwarts Legacy: el juego de Harry Potter con el que siempre has soñado

Hogwarts Legacy

Ya hemos recibido la carta. Ya hemos elegido varita. El sombrero seleccionador ya nos ha asignado una casa. Ya hemos ido a clase, aprendido hechizos, volado en escoba y vivido mil aventuras. Y ya podemos contarlo en nuestro análisis de Hogwarts Legacy.

Nada más empezar Hogwarts Legacy, mientras el personaje protagonista se dirige hacia el Colegio de Magia y Hechicería para ingresar directamente en quinto año (algo muy inusual), el carruaje sobre el que viaja es atacado. En ese momento, lo que hasta entonces habían sido unos corceles invisibles, se materializan revelando que son -evidentemente- Thestrals.

Quería dar comienzo a este análisis de Hogwarts Legacy hablando sobre este minúsculo detalle, porque fue en ese precioso momento, tan sólo unos minutos después de iniciar partida y crear a mi personaje, cuando supe que estaba ante un juego verdaderamente mágico.

Puede parecer un detalle sin importancia, pero el hecho de que en ese momento nadie nos explique por qué acaba de suceder eso, lo convierte en una especie de guiño virtual que la gente de Avalanche Software le manda al fan. Es su forma de decirnos, nada más empezar: «sabemos que os gusta Harry Potter; a nosotros también».

Y es algo que se aprecia a lo largo y ancho de todo Hogwarts Legacy, porque el juego que se han marcado es un verdadero monumento al mundo mágico. Si sois fans o alguna vez lo habéis sido (como es mi caso), vais a gozarlo de lo lindo. Si no lo sois y venís buscando un action RPG en mundo abierto... ahí puede que no tanto, pero eso no quita que sea un buen juego. 

Varitas en alto, porque empezamos.

El análisis de Hogwarts Legacy para PS5, Xbox Series X|S y PC de HobbyConsolas:

Jugabilidad y gameplay de Hogwarts Legacy en PS5, Xbox Series X|S y PC

Hogwarts Legacy tiene lugar en el año 1800, es decir, cien años antes de los acontecimientos que se narran en los libros y las películas de Harry Potter. Nosotros nos ponemos en el papel de un alumno o alumna que empieza a cursar los estudios en Hogwarts en quinto año.

Pero ese no es el único motivo por el que somos especiales: el personaje protagonista es capaz de ver retazos de una magia antigua, invisible para el resto de magos, así como canalizarla con poderosos resultados. De esta manera, Hogwarts Legacy nos lleva a descubrir el misterio tras nuestros poderes mientras superamos el curso académico. Todo un desafío.

Jugablemente, esto se traduce en un título de acción y rol en mundo abierto. Así que vamos a empezar hablando de la acción, porque el sistema de combate de Hogwarts Legacy es uno de los aspectos que más gratamente me ha sorprendido.

Hogwarts Legacy

Como era de esperar, los hechizos juegan un papel principal en los combates, pues cada uno tiene un efecto único sobre los enemigos. Además de un hechizo básico que sirve para causar algo de daño, a lo largo del juego podemos aprender un gran número de hechizos con efectos únicos que los fans de Harry Potter reconocerán al instante.

Estos hechizos tiene un color asignado, algo de especial importancia, pues en muchas ocasiones los enemigos se cubren con un escudo y debemos usar un hechizo del mismo color para romperlo. No existe un medidor de magia como tal, pero hay un pequeño tiempo de espera tras utilizar cada hechizo que no sea el básico.

Para defendernos podemos usar el hechizo Protego, que funciona de una manera muy similar a los contraataques de la saga Batman Arkham y Sombras de Mordor/Sombras de Guerra (juegos también de Warner Bros.): si pulsamos el botón en el momento indicado y lo mantenemos, no sólo nos defendemos sino que también lanzamo un Desmaius de vuelta.

Hogwarts Legacy

Hasta aquí todo dentro de lo normal. La gracia viene a la hora de combinar hechizos, pues los efectos únicos de cada uno ofrecen mucha versatilidad y permiten crear combinaciones que por momentos recuerdan a un hack'n slash tipo Devil May Cry. Y no estoy exagerando ni un poco.

Para que lo entendáis mejor pongo un ejemplo: podemos usar Accio para atraer a un enemigo, golpearlo tres veces con el hechizo básico, sin que haya tocado el suelo usar Levioso para hacerlo levitar en el sitio, volver a usar el lanzamiento básico tres veces y finalizar estampándolo con Descendo.

Y eso es uno de los ejemplos más básicos que se pueden realizar con los enemigos en Hogwarts Legacy, porque con un poco de ingenio se pueden obtener resultados alucinantes. Estoy convencido de que los jugadores más hábiles van a conseguir combinaciones loquísimas que ni los desarrolladores habían previsto.

Hogwarts Legacy

Además de todo esto, también hay un sistema de sigilo; un poco roto en mi opinión, pues es muy fácil pillar a los enemigos por la espalda y eliminarlos de un golpe. Pero la verdad es que el combate me ha gustado tanto que sólo he tirado de sigilo cuando iba con algo de prisa.

Un detalle que me gusta mucho es que prácticamente todos los enemigos del juego tienen un punto débil muy concreto que se puede aprovechar. Por ejemplo, si usamos Flipendo justo cuando un trol golpea su garrote contra el suelo, el garrote le propinará un golpe de vuelta en toda la cara.

Lo que no me gusta tanto es que el propio juego nos destripe desde el principio todos los hechizos disponibles mediante la pantalla de selección. Sé que es un detalle pequeño y sin importancia, pero creo que no les costaba nada desvelarlos a medida que los aprendemos.

El mundo y las actividades de Hogwarts Legacy

Pero la acción es sólo una pequeña parte, porque Hogwarts Legacy es un juego enorme en todos los sentidos... incluido el mapa. Cuando hice zoom por primera vez me costaba creer que fuese tan grande.

Tenemos el castillo de Hogwarts, que por supuesto es la localización más grande y con el diseño  más complejo de todo el juego, pero también está la acogedora aldea de Hogsmeade, el bosque prohibido, un montón de pequeñas aldeas, ruinas de castillos, cuevas, mazmorras... y kilómetros y kilómetros de tierra para explorar a pie, en escoba o sobre algún animal volador.

Como seguramente estaréis sospechando, esto también quiere decir que la estructura de Hogwarts Legacy es calcada a la de otros títulos de mundo abierto (sólo le faltan las torres de vigilancia), y en particular recuerda mucho a las últimas entregas de la saga Assassin's Creed. Y no es lo único que toma de estos juegos, como vamos a ver más adelante.

Hogwarts Legacy

Lo bueno es que en Hogwarts Legacy la variedad de actividades que encontramos es apabullante; puede que sea uno de los juegos de mundo abierto con mayor variedad de actividades que se han hecho jamás. 

Porque además de misiones principales, misiones secundarias y tareas opcionales que nos ponen los profesores, hay minijuegos, campamentos de enemigos, pruebas creadas por cierto mago muy conocido, desafíos de combate e ingenio, carreras cronometradas en escoba, mazmorras llenas de enemigos y puzles... Y, por supuesto, muchísimos coleccionables.

Y sé lo que estáis pensado: «eso no suena diferente a otros juegos de mundo abierto». Puede que no en la forma, pero sí en el fondo. Porque cada tarea o desafío opcional tiene una mecánica propia asociada... ¡Incluidos los coleccionables! Hay coleccionables que se recogen usando un hechizo concreto, hay coleccionables que tienen su propio minijuego asociado... Es una locura.

Hogwarts Legacy

Incluso después de todas las horas que he jugado, todavía me sigo encontrando puzles nuevos o cosas que no había visto antes. Lógicamente hay patrones que se repiten, y me temo que dada su estructura puede llegar a cansar a quienes quieren completarlo al 100%, pero en lo que llevo jugado nunca ha dejado de sorprenderme con algo nuevo, fuese grande o pequeño. 

Esta gran variedad de mecánicas y micropuzles recuerda muchísimo a los juegos de Harry Potter originales, en los que el castillo de Hogwarts estaba lleno de mecanismos que no sabías que servían para algo hasta que no les lanzabas el hechizo correcto. 

Aquí es exactamente igual, y me encanta que en Hogwarts Legacy tampoco nos digan qué hechizo debemos usar para resolver muchos de estos puzles. Para que os hagáis una idea, estuve medio juego sin saber que disponía de la habilidad para abrir ciertos cofres. 

Hogwarts Legacy

Otra cosa que me gusta mucho es que, si somos ingeniosos, se puedan aprovechar los efectos de los hechizos de formas inesperadas... Como facilitar la resolución de cierto coleccionable que puede ser muy puñetero.

En cuanto a las misiones secundarias, algo que se valora mucho en los juegos de mundo abierto, están bastante bien. No están al nivel de calidad de un The Witcher 3, por ejemplo, pero entretienen de lo lindo, nos llevan a hacer cosas nuevas, a visitar lugares nuevos o a descubrir detalles muy interesantes sobre los personajes. Siempre dan ganas de hacerlas. Y hay muchísimas.

Pero si hablamos de contenido opcional y mecánicas diferentes, en ese aspecto los reyes de Hogwarts Legacy son la Sala de los Menesteres y la cría de animales

Porque por si no fuese ya un juego completísimo, Hogwarts Legacy incluye una sala en la que podemos cultivar plantas, fabricar pociones y mejorar prendas de equipo (entre otras cosas), cuyo diseño es absurdamente personalizable. 

Hogwarts Legacy

Podemos elegir la disposición de los muebles, cambiar el color y el tamaño, alternar entre distintos tipos de arquitectura para cada sección (paredes, suelo...), cambiar la luz ambiente, colocar todo tipo de adornos estéticos que conseguimos o compramos... Si sois fans de Harry Potter y fans del diseño de interiores, esto es para vosotros.

Y unido a la Sala de los Menesteres está el vivero, un espacio natural que sirve como hogar para todas las criaturas que atrapemos (mediante minijuego, por supuesto). Podemos limpiar y dar de comer a los animales para obtener valiosos recursos a cambio, pero también jugar con ellos, cambiarles el nombre o conseguir que se apareen y tengan descendencia.

Porque al más puro estilo Pokémon, además de un buen puñado de especies diferentes, también hay géneros o incluso animales de una especie con un color inusual. Tanto la Sala de los Menesteres como el vivero son prácticamente otros dos juegos dentro de Hogwarts Legacy. Es una chaladura.

Los elementos RPG de Hogwarts Legacy

Falta hablar de la última parte que compone la jugabilidad de Hogwarts Legacy, es decir: los elementos RPG.

Antes decía que Hogwarts Legacy toma mucho de los últimos Assassin's Creed, y este es otro de esos aspectos. Cada vez que derrotamos enemigos, abrimos cofres o completamos misiones, obtenemos objetos de equipo con diferentes estadísticas y nivel de rareza. Lo que viene siendo un sistema de loot a lo Diablo, vaya.

El problema es que la forma en que se ha implementado provoca una enorme indiferencia. Porque nunca sentimos que al equipar mejores objetos seamos más fuertes, ni dudamos entre equipar un objeto con unas estadísticas u otras. Al final, en Hogwarts Legacy todo se resume en equipar los objetos que tengan la flechita verde hacia arriba... y vender todo lo demás.

Hogwarts Legacy

Y, por desgracia, es un problema que afea otros apartados. Porque, como decía antes, la variedad de actividades de Hogwarts Legacy es algo increíble, pero cuando superamos un puzle muy complicado o nos rompemos la cabeza tratando de alcanzar un cofre, y la recompensa es un objeto obsoleto o que lo será minutos después, la sensación de satisfacción se resiente.

Para tratar de aliviar esto, las mejores recompensas de Hogwarts Legacy suelen ser atuendos únicos para nuestro personaje y objetos de personalización para la Sala de los Menesteres. Desde luego, me parece mejor recompensa que un objeto de equipo que va a ir directo a la tienda, y hay que reconocer que la variedad de opciones de personalización también es gigantesca.

Pero al final pasa lo mismo, llega un punto en el que cansa que todo se vea recompensado con objetos cosméticos. Resulta hasta un poco ridículo resolver un acertijo ancestral que ha implicado recorrer el castillo de arriba abajo... y que la recompensa sea una capa. Una capa muy molona, eso sí, pero una capa.

Hogwarts Legacy

Los problemas de los elementos RPG no acaban ahí, porque como mandan todos los juegos que siguen este esquema, Hogwarts Legacy también incluye un árbol de habilidades. Y pese a que cuenta con cinco ramas enfocadas a aspectos muy diferentes, es un árbol bastante limitado y nos da los suficientes puntos como para desbloquearlo casi todo.

Es una pena, porque en este aspecto había mucho potencial para profundizar en la faceta rolera, por ejemplo, obligándonos a crear un personaje especializado en una categoría.

Hogwarts Legacy

Con el sistema de diálogos y decisiones sucede lo mismo que con el resto de apartados de la faceta RPG. Es un sistema muy básico que repite siempre los mismos esquemas, especialmente a la hora de obtener más información. Y pese a toda la aparente libertad que tenemos para moldear a nuestro personaje, nuestro poder de decisión está muy limitado.

Pero no porque las respuestas sean blanco o negro, porque al fin y al cabo esa ha sido siempre la naturaleza de las historias de Harry Potter, sino porque tienen poca o ninguna repercusión sobre la historia más allá de algún comentario suelto y de algún momento puntual.

La recreación del mundo mágico en Hogwarts Legacy

No me cabe la menor duda de que lo mejor de Hogwarts Legacy, y el apartado que logra que cualquiera de sus problemas pase a un segundo plano, es la forma en que se ha recreado el mundo mágico.

La sensación de estar dentro del universo Harry Potter es total. Es exactamente como estar  asistiendo a un curso en Hogwarts: yendo a clase, conociendo a los profesores, haciendo amigos y viviendo aventuras. El paso de las estaciones y sus consiguientes efectos visuales son también una maravillosa contribución a este efecto.

Pero la magia está en los detalles. Cada paso que damos en Hogwarts Legacy, ya sea dentro del Colegio o en un rincón apartado del mapa, vamos a toparnos con algo que nos recuerda que estamos en el mundo mágico. 

Hogwarts Legacy

Una escoba encantada que barre sola, unas flores que "canturrean" cuando pasamos cerca, armaduras que pelean entre ellas, una golosina que petrifica a nuestro personaje cuando se la lleva a la boca... Son pequeños detalles que no tienen ninguna aplicación jugable, pero que contribuyen a generar una inmersión brutal.

Además de esto, Hogwarts Legacy está plagado de microeventos, por definirlos de alguna manera, que de nuevo no tienen ninguna aplicación... Pero son una fuente constante de caracterización.

He visto a Peeves haciendo todo tipo de travesuras, a un chico con unos zapatos encantados que bailaba mientras discutía con su madre, a dos fantasmas enfrascados en un duelo de espadas, a alumnos que agachaban las orejas ante un vociferador...

Hogwarts Legacy

Por todo esto, Hogwarts Legacy es un juego en el que apetece andar, algo que no me pasaba desde The Last of Us Parte II. Hay viaje rápido, pero ha habido muchas ocasiones en las que he preferido ir andando para envolverme por su embriagadora atmósfera. Además, siempre puede surgir la oportunidad de encontrar un coleccionable nuevo o ver un microevento que aún no habíamos visto.

Sinceramente, creo que sólo le falta el Quidditch para ser el juego de Harry Potter definitivo. De hecho, sorprende bastante que haya cosas tan trabajadas como la Sala de los Menesteres, pero no hayan incluido el deporte mágico más popular.

La historia de Hogwarts Legacy

Hablemos un poco sobre la historia de Hogwarts Legacy, pero tranquilos, sin destripes. No creo que sea mala, pero tampoco creo que sea particularmente buena, y el problema está principalmente en la forma en que está contada.

Dado que Hogwarts Legacy tiene lugar cien años antes de los sucesos de los libros y las películas, aquí prácticamente todos los personajes son nuevos. Y en más de una ocasión, el juego pretende que recordemos a personajes que hemos visto de pasada en una escena de vídeo. Personajes que, además, suelen tener nombres rimbombantes como Victor Rookwood o Ranrok.

Y pese a que se trata de una historia bastante sencilla e incluso un poco predecible, todo está contado de una forma un tanto liosa. Hay momentos en los que los personajes recapitulan todo lo que ha pasado y es tan innecesariamente enrevesado que hasta resulta cómico. 

Hogwarts Legacy

Tampoco ayuda el hecho de que las conversaciones pueden llegar a resultar aburridas, pero no por su contenido, sino porque siempre están cortadas por el mismo patrón y repiten los mismos planos una y otra vez. Es otro aspecto en el que Hogwarts Legacy recuerda a Assassin's Creed (para mal).

Dicho todo esto, Hogwarts Legacy también tiene momentos que han hecho que se me salten las lágrimas. Pero no por la historia o sus personajes, sino por la potencia de las imágenes, la banda sonora y la situación jugable que se mostraban en pantalla. Porque pese a todo lo malo que pueda decir, es un juego mágico.

Por último, también quiero destacar que Hogwarts Legacy apuesta al máximo por la diversidad: entre nuestros profesores y compañeros de clase hay personajes de todas las razas, pero también de todas las sexualidades. Y sí, eso incluye representación gay y representación trans. Por si no fuera poco, también hay espacio para las discapacidades. Y todo esto siempre es motivo de aplauso.

¿Es difícil Hogwarts Legacy?

Nada más empezar, en el editor de personaje, debemos elegir la dificultad de Hogwarts Legacy entre cuatro opciones diferentes: historia, fácil, normal y difícil. Se puede cambiar la dificultad en cualquier momento de la partida.

En mi caso, empecé jugando en normal y a las pocas horas lo cambié a difícil, pues me estaba resultando demasiado sencillo. 

Hogwarts Legacy

Y tengo que decir que en este modo Hogwarts Legacy tiene un equilibrio perfecto, pues es desafiante sin llegar a ser frustrante y obliga a sacar partido de todo: tantos los hechizos y los objetos, como la fabricación de pociones curativas y de apoyo.

Si no os asusta un pequeño reto y queréis disfrutar de una experiencia mucho más estimulante, os recomiendo que juguéis a Hogwarts Legacy en difícil.

¿Cuántas horas dura la historia de Hogwarts Legacy?

Es bastante complicado determinar la duración de Hogwarts Legacy. Es decir, si sólo vais a por el contenido principal, tenéis aseguradas entre veinticinco y treinta horas de juego.

Pero me parece imposible que alguien juegue a Hogwarts Legacy y no se detenga en cualquiera de las numerosas tareas opcionales, aunque sólo para verlas una vez. 

 

Y a poco que nos desviemos del camino, la duración va a superar con creces esa cifra.

Como dato y para que tengáis una idea más aproximada, os puedo decir que he jugado unas cincuenta horas, que he intentado hacerlo y verlo todo, y que aun así la pestaña de desafíos indica que he completado un 49%. Y lo más importante: que tengo muchas ganas de seguir jugando.

Apartado audiovisual de Hogwarts Legacy

Toca hablar del apartado audiovisual de Hogwarts Legacy, empezando por la parcela gráfica. Y sorprende la cantidad de opciones de visualización que ofrece. Tenemos: modo fidelidad, modo fidelidad con trazado de rayos, modo rendimiento, modo equilibrado y modo rendimiento HFR.

Estos dos últimos sólo están disponibles si contamos con una televisión compatible con alta frecuencia de fotogramas. Además de todo esto, tenemos la opción de activar o desactivar el límite de fps. Por lo general es mejor dejarlo activado, pero he comprobado que desactivarlo en espacios cerrados (como las mazmorras) da muy buenos resultados.

En lo que al rendimiento se refiere, todos los modos cumplen con lo prometido y en ningún caso he notada petardeos. Al final la elección es cuestión de gustos, porque los modos de rendimiento tienen una fluidez absoluta, pero se pierde resolución y la calidad de los gráficos desciende.

Hogwarts Legacy

Mientras que en los modos de fidelidad el juego se ve increíble... pero estamos obligados a jugar a 30 fps. En mi caso, dado que me cuesta decidirme, me he decantado por el modo equilibrado con el límite de fps desactivado, pues es el único modo en el que esta opción no provoca fluctuaciones raras.

En cualquier caso, la parcela técnica de Hogwarts Legacy es muy potente. Inevitablemente, y dado que es un juego de mundo abierto, hay algunas zonas donde la calidad gráfica no brilla al mismo nivel, pero por lo general se ve estupendamente.

Aquí quiero dedicarle un pequeño apartado a los bugs, porque de igual manera, en un juego de esta escala son inevitables. Hay bugs en Hogwarts Legacy, sí, desde NPCs que se materializan de la nada, hasta animaciones rotas. El bug más grave con el que me he topado me dejó atascado en un desafío opcional, pero se solucionó reiniciado desde el último punto de control.

Hogwarts Legacy

Dada la magnitud del juego, no creo que los bugs sean un problema grave más allá de romper la magia en algún momento. De hecho, creo que Hogwarts Legacy se lanza en un estado bastante pulidito y eso sólo va a mejorar con el paso de los meses y la aplicación de parches.

También quiero destacar que el DualSense está muy bien implementado. Los efectos de sonido de los hechizos se reproducen en el altavoz del mando para generar la sensación de tener la varita en las manos, y se ha aprovechado la vibración háptica para representar cosas como el titileo del hechizo Lumos o el batir de las alas de una Snitch.

Hogwarts Legacy

En cuanto al apartado sonoro, sólo tengo palabras bonitas. Hogwarts Legacy nos llega completamente doblado al castellano y con un doblaje de mucha calidad. De vez en cuando se escucha alguna voz que no termina de casar con el personaje, pero el nivel general es buenísimo.

Lo más sorprendente es que hay sincronización labial (supongo que mediante IA, como ya se ha hecho en otros juegos), por lo que el resultado es fantástico. 

¿Y la banda sonora? Es alucinante. Han conseguido crear piezas musicales que si me dijeran que son parte del trabajo que realizó John Williams para las películas, me lo creería. De hecho, el leitmotiv de Harry Potter es una constante en la banda sonora. La forma en que las melodías están implementadas durante ciertas misiones pone los pelos de punta.

En cuanto a las opciones gráficas de la versión de PC, hemos probado Hogwarts Legacy en Steam Deck y cuenta con opciones por defecto a 30 fps, con algún petardeo puntual, pero bastante estable y fluido. La pantalla táctil es funcional (por ejemplo, al elegir partida para cargar, menús, etc.) así como los touchpads.

Hogwarts Legacy

En PC, además de contar con un abanico de opciones gráficas muy superior, se puede jugar con el Dualsense, pero no tiene opciones para los gatillos adaptativos o vibración háptica, al menos por el momento.

Hogwarts Legacy es compatible con DLSS 3 y la generación de frames, pero si no tenéis un monitor compatible con G-Sync puede generar algunas aberraciones visuales. Desactivado, el juego se mueve a 60 fps fluidisimos todo el tiempo con la configuración que tenemos, que no es de las más punteras salvo por la gráfica (la CPU es un i7 de hace ya 3-4 años, aproximadamente).

Precio y plataformas disponibles

Hogwarts Legacy se pone a la venta para PS5, Xbox Series X|S y PC el 10 de febrero de 2023. Los usuarios de PS4 y Xbox One tendrán que esperar un poco más, hasta el 4 de abril,  y los de Nintendo Switch todavía más, hasta el 25 de julio.

Si nos hacemos con Hogwarts Legacy en formato digital podemos elegir entre dos ediciones: la edición estándar, que tiene un precio de 74,99 € (en consolas) y 59,99 € (PC), y la edición deluxe, que tiene un precio de 84,99 € (consolas) y 69,99 € (PC).

En formato físico, además de la ediciones estándar y deluxe, también hay una edición coleccionista de Hogwarts Legacy que tiene un precio de 299,99 €.

Opinión: el poder de la magia

Como decía al principio del análisis, desde los primeros minutos es evidente que Hogwarts Legacy es un juego de fans para fans.

Pero ahora no lo digo por su espléndida recreación del mundo mágico ni por la enorme cantidad de detalles (y atención a los mismos) que nos hacen sentir parte de ese mundo, lo digo porque Hogwarts Legacy tiene todo lo que mi yo de 13 años podría pedirle a un juego de Harry Potter (excepto el Quidditch).

Si vosotros también habéis disfrutado o habéis hallado refugio alguna vez en estas historias; si siempre habéis querido formar parte de una de las casas, elegir vuestra propia varita, tomar una cerveza de mantequilla en las Tres Escobas o explorar el castillo por la noche... No hará falta un Revelio para saber que Hogwarts Legacy es el juego con el que siempre habéis soñado.

VALORACIÓN:

Hogwarts Legacy es un juego de mundo abierto con un diseño moderno, pero, al mismo tiempo, consigue evocar recuerdos de tiempos lejanos... Cuando un Flipendo era todo lo que necesitábamos para empujar un bloque de piedra. Y aunque no se ha atrevido a ir más allá que sus congéneres, tiene algo que no tienen los demás: magia

LO MEJOR:

La representación del mundo mágico es sublime. La ingente cantidad de tareas diferentes y pequeños detalles. El sistema de combate. La BSO.

LO PEOR:

Como RPG es un juego deficiente. La estructura de mundo abierto "familiar". Sólo le falta el Quidditch para ser el juego de Harry Potter definitivo.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox Series X,

Xbox One,

PS5

Versión comentada: PS5

Hobby

90

Excelente

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