Monster Hunter Rise Sunbreak afila aún más las armas del juego de Capcom: análisis de la "monstruosa" expansión de Switch y PC

Un año y medio después de su exitoso estreno en Nintendo Switch y apenas unos pocos meses transcurridos desde su llegada a PC, Monster Hunter Rise recibe una gran cantidad de contenido nuevo con Sunbreak, una expansión que ya hemos disfrutado a fondo.

Siguiendo el mismo planteamiento que con Monster Hunter World hace unos años y su masiva expansión Iceborne, Capcom ya ha lanzado Sunbreak con la que aspira a atraer a más jugadores a la refrescante fórmula que introdujo Rise en su momento. 

¿Ha logrado la compañía replicar el bombazo que supuso Iceborne en PlayStation, Xbox y PC hace tres años? Os lo contamos todo en nuestro análisis de Monster Hunter Rise Sunbreak.

Nuevas amenazas, mismas soluciones

Si bien Monster Hunter ha ido evolucionando positivamente en cuanto a narrativa, está bastante claro que la historia no se trata de uno de los puntos centrales de su propuesta de acción y rol. Aún con todo, World y luego Rise realizaron serios y esfuerzos en pulir ligeramente esta faceta.

Con Sunbreak vemos rápidamente esa intención de Capcom por seguir ampliando el universo de la saga con nuevas tramas, sencillas, sí, pero que bastan a los fans para volver a caer presas de este mundillo. 

No esperéis nada del otro mundo, aunque se agradece el esfuerzo, especialmente por la calidad de las cinemáticas, que son mucho más numerosas y aportan profundidad a la narración.

Después de cumplir una serie de requisitos relacionados con las misiones del juego base (aquí os contamos lo que debéis hacer para empezar la expansión) una nueva amenaza procedente del reino colindante a Kamura enturbiará las vidas de los habitantes de toda la zona.

Desconocidos monstruos están invadiendo los territorios de caza y nos toca a nosotros viajar hasta el puesto de avanzadilla Elgado para tratar de acabar con los Tres Señores y resolver el misterio de estas invasiones. El dragón anciano Malzeno se nos presenta como el gran rival a abatir.

Una vez lleguemos a Elgado, un puesto de caza costero que recuerda a poblaciones anteriores como Moga o Astera, las novedades que incorpora esta expansión comienzan a presentarse ante el cazador o cazadora y ya os anticipamos que hay unas cuantas.

Para empezar, las actividades como la cocina de dangos, los puestos de camaradas o la lotería añaden pequeños aderezos que aumentan las opciones y profundidad al participar en ellas, pero es en el propio gameplay en donde apreciamos cómo Capcom ha querido pulir aún más las mecánicas de Rise.

En nuestro análisis del juego ya comentamos que este título era el más fresco y ágil de la historia de la saga y con Sunbreak se abren más opciones que nunca gracias a la introducción de las habilidades intercambiables.

¿Recordáis cómo antes de cada cacería había que configurar qué movimientos especiales ibas a llevar en la partida? Pues ahora también os va a tocar hacerlo, salvo que lleváis dos sets que se pueden alterar en mitad del combate y que explotan al máximo las luchas contra monstruos.

Esto, por supuesto, hace que cada cacería sea infinitamente más divertida, ya que disponemos de prácticamente el doble de combos que en el juego original, algo que vamos a necesitar si queremos sobrevivir al nuevo Rango Maestro.

Más monstruos... y amigos

Y es que, con Sunbreak toca volver a empezar en nuestro camino hacia la cima de la cadena alimenticia. Los monstruos son mucho más agresivos y ya os vamos avisando que, pese a un inicio repetitivo (muchas misiones requieren derrotar monstruos del juego base), las cosas comenzarán a ponerse más complicadas.

Esto es, en parte gracias, a los monstruos nuevos que llegan y a los terrenos de caza que se suman. Bastión es un nuevo mapa que entremezcla una buena variedad de zonas y ecosistemas y Jungla regresa tras su estreno en el lejano Monster Hunter 2 con una reconversión llena de laberínticas áreas en varios niveles.

Ambas sirven para albergar una excelente (aunque escasa) selección de monstruos nuevos. Nosotros nos quedamos con Espinas (exclusivo de Frontier) y Malzeno, cuyas batallas son realmente divertidas, aunque a nivel de diseño, Lunagaron es el que más nos ha convencido; que es como si un Odogaron chungo hubiese tenido un hijo con un hombre lobo. 

Como decíamos, los ataques de los monstruos (nuevos, subespecies introducidas como la Bishaten Sanguina y viejos conocidos) se han vuelto un acoso constante contra los cazadores y por ello también contamos con nuevas ayudas.

Un detalle interesante es que todas las misiones de Sunbreak pueden jugarse en cooperativo con amigos y otros cazadores, pero con esta expansión, Capcom ha querido avanzar un poco más en la evolución del modo en solitario.

Y es que las Misiones de Seguidor son uno de los añadidos más destacados de este compendio de contenido. Podremos reclutar a los ya conocidos NPCs del juego para que nos acompañen en nuestras cacerías.

Estos desafíos son opcionales, pero realmente interesantes y a medida que vayamos avanzando podremos reclutar nuevos compañeros y compañeras. Nuestro miedo era que su IA no fuese del todo adecuada, pero hemos quedado gratamente sorprendidos con el resultado.

Los seguidores combaten, ayudan y hasta montan monstruos, lo que hace que las cacerías en solitario sean realmente entretenidas. Si bien no es un salto en la jugabilidad, esto bien podría ser el primer pasito hacia el futuro de la saga.

Un cúmulo de buenos aciertos

Y como decíamos, para ayudarnos contra el Astalos, Gore Magala, Seregios y compañía, Capcom ha introducido nueva fauna y pequeños detalles que mejoran ese gameplay que tanto nos gustó de Rise.

El ejemplo más básico, pero más explicativo para definir lo que supone Sunbreak a nivel de mejoras de calidad de vida es que ahora se puede empezar a correr por las paredes sin necesidad de utilizar el siempre útil cordóptero. Son pequeños detalles que redondean la experiencia.

Lo que nos sorprende es que la gran novedad de Rise, el Frenesí, haya quedado apartada de esta expansión. Pese a que estas misiones acaban siendo algo monótonas, bien podrían haberse expandido o mejorado aquí.

Por supuesto, a nivel técnico, el título sigue viéndose absolutamente espectacular en Nintendo Switch, tanto en modo dock, como en portátil. Hemos quedado especialmente prendados con los modelados de los personajes y monstruos. 

El diseño artístico de esta expansión destaca incluso más que en el juego base y es que los atuendos, escenarios y monstruos hacen que te quedes embobado apreciando sus colores y formas. Si os gusta la estética medieval, aquí lo vais a pasar como niños chicos.

El punto y final lo pone una banda sonora marca de la casa. Sunbreak suma una buena lista de reproducción de temas realmente épicos que casan muy bien con la propuesta jugable y argumental. Proof of a Hero vuelve a sonar de lo lindo y a llenarnos el corazón de orgullo e ilusión.

Afilad bien las armas que hay mucho que cortar

Todo esto nos lleva a una única conclusión y es que Monster Hunter Rise Sunbreak es todo un acierto por parte de Capcom para seguir ampliando el que era uno de los mejores juegos de la saga. Si ya aprovechasteis al máximo la entrega base, esta expansión es imprescindible.

Si bien es cierto que esperábamos algo tan contundente como lo fue Iceborne en su día y que podrían haber introducido alguna que otra bestia más, Sunbreak cumple las expectativas sumando horas y horas a la fórmula de Rise.

Hemos tardado unas 22-25 horas en completar la historia principal de Sunbreak, aunque nos hemos parado bastante. Y eso no acaba aquí, porque después os quedará un endgame que incluye un nuevo tipo de monstruo más allá de las formas Apex.

A todo esto se irán sumando actualizaciones gratuitas hasta 2023, por lo que ya está bastante claro que por falta de contenido no os vais a aburrir. Disfrutad de Sunbreak, porque la cacería está de vuelta en Switch y PC de una forma aún más completa.