Análisis de Halo Reach en Xbox One y PC, que vuelve mejor que nunca

En septiembre de 2010, Bungie ya sabía que se terminaba su relación con Halo, la saga que definió los shooters en primera persona en consola. Con ese aroma de despedida lanzaron Halo Reach, una precuela que nos llevaba al planeta en el que empezó la gran guerra entre el Covenant y la humanidad.

Cada pixel de Halo Reach sonaba a despedida y, al contrario que en ODST, no se hacía raro no llevar al Jefe Maestro, por segunda vez en una saga de la que era el absoluto protagonista. Tras un magnífico Halo 3, Bungie debía hacer algo especial, y lo consiguió.

Ahora, Halo Reach llega mejor que nunca tanto a Xbox One (como parte de la Colección del Jefe Maestro) como a Windows 10. Todos los juegos de Halo, excepto Halo 5, llegarán poco a poco a PC, pero el lanzamiento ha comenzado con Reach.

A continuación, analizamos Halo Reach tanto en Xbox One X como en Windows 10 (la versión de la Store de Microsoft, aunque también está en Steam). El spoiler es que es uno de los mejores shooters que podéis jugar en estos momentos tanto si nunca habéis jugado un juego de la saga como si queréis recordar buenos momentos.

Recuerda Reach

A Bungie siempre se le ha echado en cara que no saben crear historias. Con Destiny era algo como “bueno, es Bungie, esperamos gran jugabilidad, pero no una gran historia”. Reach, sin embargo, suena a despedida en cada uno de sus frames.

No vamos a profundizar demasiado en ella, pero sí debemos decir de dónde partimos para quienes no lo jugaran en su día y no sepan qué es eso que ha aparecido en su Colección del Jefe Maestro.

Reach comienza... bueno, en Reach. Es un planeta en el que hay conflicto y la ONI ha mandado un grupo de Spartans conocido como Noble 6 para que inspeccionen la zona. Antes del conflicto entre humanidad y Covenant, los humanos estaban luchando entre ellos, los de la UNSC contra los rebeldes.

Venimos a Reach a ver qué pasa con las revueltas, ya que hay datos que no cuadran, y enseguida se nos presenta al protagonista, nuestro Spartan, Noble 6. Somos el relevo de un Spartan perdido en combate y con solo dos frases dejan ver que somos alguien conocido.

“He leído tu informe, hasta lo que la ONI había tapado. Nada de lobos solitarios en esta misión” es lo que nuestro líder nos echa en cara a la primera de cambio, y algo que va cambiando a lo largo de las 12 misiones que forman la aventura.

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Pronto nos damos cuenta de que el Covenant está en Reach con una fuerza de ocupación. El resto es historia, desde la relación que vamos forjando con nuestros compañeros hasta uno de los mejores finales de la historia de los videojuegos.

La historia es, evidentemente de manera muy subjetiva, la mejor de la saga debido a que suena a despedida en cada compás y no desperdiciaron la oportunidad. Una década después, sigue emocionando, y lo mejor es que los que lleguen de nuevas encontrarán un título muy actual en lo jugable, y tremendamente especial.

Una IA y ritmo narrativo que se siguen sintiendo frescos

La saga Halo se ha ido actualizando para seguir los cánones imperantes del género. Halo 5 es el que presenta los mayores cambios, con un sprint infinito, un dash, poder apuntar desde la mirilla...

En Halo Reach volvemos a los viejos tiempos. El Spartan ya corre siempre, por lo que no hace falta que “corra más”. No hace falta apuntar desde la mirilla todo el rato, excepto con armas de precisión, y eso del dash tampoco está en el vocabulario de esta generación de Spartans.

Es un Halo “clásico” con todas las letras que, pasados los momentos iniciales y el reajuste mental para saber que con la X no recargamos y con la B no nos agachamos, empezamos a volver a disfrutar como pocas veces con un shooter en primera persona.

De hecho, Half Life 2, Halo 2, Modern Warfare, Halo Reach y Titanfall 2, en mi opinión, son los shooters en primera persona “puros” más importantes de los últimos tiempos, y 10 años después la obra de Bungie no ha perdido ni un ápice en calidad tanto por la acción vibrante como por el ritmo narrativo.

Casi todos los juegos de la saga se hacen pesados en algún punto, pero en Reach no tenemos un respiro. Aquí sí sentimos, realmente, que el planeta se está yendo al garete y hay una mano invisible que nos empuja hacia adelante.

El ritmo narrativo es brutal, con 11 misiones y un epílogo que nos dan unas 10 horas de juego en total (dependiendo de la dificultad) que van de menos a más, a mucho más, con un final coral impresionante y una última misión que... bueno, hay que “vivirla” para saber lo que es. Los veteranos ya los sabéis. Los nuevos... os envidio por vivirla por primera vez.

Vamos a controlar un montón de armas de todos los tipos, ya que las básicas de la UNSC y del Covenant abundan en el campo de batalla, pero también vamos a coger armas pesadas cada dos por tres, vehículos, torretas... y una impecable misión a lomos de un caza espacial que nos demos cuenta de lo adelantados a su tiempo que fueron en Bungie. Las peleas de cazas en Battlefront 2 son espectaculares, pero es que el sistema es el mismo. Y creado en 2009.

Vamos a hacer incursiones en solitario o pareja intentando ser sigiloso, vamos a conocer fauna local, vamos a ir al mencionado espacio, a una nave del Covenant, a una gran ciudad por sus azoteas y a un terreno en el que se libran grandes batallas. Es la campaña más variada (tanto por las misiones y situaciones como por los potenciadores que nos permiten volar, crear un escudo a nuestro alrededor o correr unos segundos), y lo mejor es que la IA enemiga acompaña en todo momento.

Bungie también era conocida por ser de los que mejor programaban las inteligencias artificiales, y aunque diez años después se notan las costuras, lo cierto es que sigue siendo mejor que la de muchos shooters que vemos actualmente. Los enemigos se cubren, huyen cuando nos cargamos al Elite superior, se mueven de forma realista esquivando disparos y granadas... y eso ayuda a crear una gran atmósfera cuando jugamos de Épico para arriba.

La IA aliada es otro cantar, ya que no parece haber sido programada por el mismo equipo y estorban más que otra cosa. No se suben a los vehículos cuando deben (y eso cuando no nos quitan el asiento), se ponen en medio a la hora de disparar y, básicamente, estorban más que ayudan.

¡Ah! Os estaréis preguntando qué tal se juega en PC. Para este análisis de Halo Reach hemos jugado tanto a la versión de Windows 10 como a la de Xbox One X, y lo cierto es que son juegos totalmente “distintos”. La experiencia en consola es más pesada, con unos movimientos más lentos y “precisos” si sabemos medir la altura básica para disparar a la cabeza.

En PC, la cosa cambia. El teclado+ratón, como os contamos en nuestras impresiones hace unas semanas, funciona de maravilla, y lo cierto es que controlar el arma con ratón es extraño al principio, pero pronto cogemos el truco y podemos organizar verdaderas matanzas con la Magnum o el rímel de precisión.

Lo bueno es que no podemos abusar de estas armas, ya que el rifle de precisión, por ejemplo, tiene la munición contada y la pistola también se agota pronto, pero con los nuevos controles ganamos en manioabrilidad, y lo cierto es que es un placer jugar en ambas plataformas por lo que cambia el sistema de juego.

Por cierto, tiene cross-save y, en PC, podemos iniciar en modo antitrampas, pero también en un modo compatible con mods, por lo que solo queda esperar a ver qué puede hacer la comunidad.

Es una campaña inolvidable, y cuando la terminamos... tenemos el multijugador.

Multijugador divertido, diferente y lleno de contenido

Aparecer en la partida... y disparar. El multijugador de Halo Reach es directo y tremendamente divertido, y llega en esta versión remasterizada con todos los modos que se encontraban en el original.

Halo Reach tiene un multijugador especial empezando por la personalización. Tenemos un montón de skins para nuestro Spartan (que puede ser mujer u hombre) y podemos cambiar tanto las diferentes piezas de la armadura como su color. Fue una gran novedad muy bien recibida que, definitivamente, nos permite hacer más “nuestro” a este supersoldado.

Tenemos partidas competitivas o casuales, las más “clásicas” de Reach que nos llevan a mapas de tamaño pequeño y medio con recovecos entre los que ocultarnos mientras nos movemos buscando enemigos. No se puede “campear” en Halo Reach, ya que es un multijugador que mezcla la movilidad de un Destiny y ese sistema de armaduras con la precisión de un Battlefield, en el que los impactos en la cabeza valen triple.

A ese multijugador competitivo directo y sin pausa, con los modos clásicos como muerte todos contra todos, muerte por equipos y control, se le suman otros modos más desenfadados (como el que nos invita a jugar a una especie de polo-fútbol utilizando los martillos Brute como stick) hasta Tiroteo.

Tiroteo (que tiene servidores dedicados) es, básicamente, un modo horda que llegó con ODST y que Bungie llevó al extremo en Reach. Tiene dos modalidades, la desenfadada (los enemigos no presentan casi batalla y tenemos armas “gordas” desde el principio) y el Tiroteo “de verdad”, el que se juega en Legendario.

En este modo, tenemos que proteger entre cuatro Spartans unas estructuras ante el implacable ataque enemigo. Cuando lleguemos al final de tiempo, ganamos, pero no es sencillo debido a que la jugabilidad es alta y las armas iniciales son... bueno, las “normales” (aunque no hay armas malas, per sé, en Halo).

Es un multijugador que os va a dar muchas horas de diversión. Eso sí, si no veis Forja y Teatro se debe a que se añadirán en un futuro. 343, y otros estudios, están trabajando duro en la Colección del Jefe Maestro, incluso un lustro después del lanzamiento, y poco a poco añadirán lo que falta.

Gráficamente -casi- impecable

Visualmente, de nuevo, Reach sonaba a despedida. Era un juego más sobrio, elegante, triste que los demás Halo, algo que se notaba en la historia, una banda sonora más melancólica... y en lo visual.

El título tira más a los tonos ocres, y lo cierto es que muestra la bestial evolución de Bungie en su franquicia. Las texturas eran impecables entonces y siguen siendo notables ahora, las sombras están a un gran nivel y prácticamente todo el juego se nota como un título de hace unos años, pero de esta generación.

Eso sí, no todo se ha remasterizado por igual. Los 4K y HDR en One X le sientan de maravilla, pero hay problema de LOD tanto en la consola como en PC, con sombras y texturas que se cargan muy cerca del personaje. Por otro lado, hay texturas en las cinemáticas (entendemos que es lo más complicado) que no se han tocado, y es algo que canta un poco.

Por lo demás, seguimos teniendo unos fantásticos efectos de iluminación, unas explosiones espectaculares y un conjunto que hace que te olvides de lo que no se ve tan bien cuando estás inmerso en el fragor de la batalla, con explosiones por doquier y concentrado en lo que debes estarlo.

El rendimiento en Xbox One X es muy bueno en todo momento, así como en PC. Lo hemos jugado a 1.440p60 fps, pero en un monitor compatible lo hemos llegado a poner a 144 Hz y... es una locura jugar así a Halo. Eso sí, echo en falta más opciones visuales, ya que solo tenemos tres: modo original, primar rendimiento y modo visual mejorado.

Mención aparte unos efectos de audio impecables, las voces al castellano y una banda sonora impresionante con esos momentos tan... Halo, de coros varones en monodía que van diversificando sus voces poco a poco mezclados con temas más modernos con esas guitarras eléctricas tan típicas de la saga. La primera aparición de los Elites Zelot en la primera misión es algo que recordaréis durante mucho tiempo, y de los mejores momentos de un juego que tiene perlas a porrillo.

La gran obra de Bungie sigue en forma y la guinda de la MCC

Cuando llegó la Colección del Jefe Maestro, muchos fans de la saga de Microsoft se alegraron. No era para menos debido al buen trabajo gráfico de sus responsables tanto para las versiones con resolución y tasa de fps actualizadas (Halo Anniversary, Halo 3 y Halo 4), sino por el completísimo lavado de cara a Halo 2 Anniversary.

Teníamos cuatro campañas que lucían mejor que nunca y que conectaban, gracias a escenas d e vídeo inéditas y creadas para la ocasión, al Jefe con lo que ocurriría en Halo 5. Sin embargo, la polémica apareció en formad e un modo multijugador roto. Y tardó años en poder ser perfectamente jugable.

Faltaban juegos, como ODST o Reach, pero no dejaba de ser “La Colección del Jefe Maestro”, por lo que tenía algo de sentido. Con la inclusión de ODST, no había excusa para no tener Reach en esa colección. Ha tardado mucho más de lo que a muchos nos habría gustado, pero la buena noticia es que y ya está aquí.

Como habéis visto en nuestro análisis de Halo Reach, el juego sigue igual que hace diez añazos, con sus pros y poquísimas contras, y el remozado apartado visual hace que se sienta un juego muy, muy actual. Sí, hay texturas que cantan y algunas animaciones aliadas que dejan que desear, así como una IA de los compañeros a las que les falta un hervor, pero por lo demás, es un juego perfectamente disfrutable en 2019.

Fue la obra maestra de Bungie antes de empezar a volar con otra franquicia, y se nota. Ese tono épico sigue poniendo el vello de punta diez años después, la banda sonora es una auténtica maravilla y tanto la historia como la jugabilidad sigue siendo de esas joyitas que salen cada ciertos años para una consola. Ahora, todo eso se puede disfrutar con mejores gráficos... y en PC, por primera vez.

Hay pocos “peros” que poner a un juego como el remaster de Halo Reach, y el mayor que se me ocurre es que me ha recordado que Halo sigue siendo algo especial... y que queda bastante tiempo para disfrutar de una nueva aventura de la saga que, encima, quiere volver a sus comienzos con Halo Infinite.

Y vaya, si tenéis Game Pass... no tenéis excusa para no jugarlo tanto en PC como en Xbox One.