Story of Seasons Pioneers of Olive Town se ha colado entre los títulos más interesantes del primer trimestre de 2021 en el catálogo de juegos que llegan a Nintendo Switch. El simulador de granja se convierte en la primera entrega de la saga exclusiva de la consola híbrida. ¿Cosechará una propuesta a la altura de la franquicia?

Seguro que os suena el nombre de Harvest Moon, saga que justamente este mismo mes, también ha lanzado una nueva entrega, One World. Esta franquicia siempre ha sido desarrollada por Natsume, pero una serie de desacuerdos hicieron que Marvelous tomara las riendas de lo que había sido la saga y lo denominará Story of Seasons por problemas de copyright; nombre que en Occidente ha tardado más en calar, pero que ya es todo un fenómeno en Japón y que aquí tiene un público de nicho, pero muy dedicado. Si queréis llegar al juego sin spoilers de ninguna clase, evitad el gameplay que os adjuntamos.

Ahora, menos de un año después del lanzamiento del nostálgico Story of Seasons Frinds of Mineral Town, nos toca trasladarnos a Villa Oliva, un pueblo costero cuya más firme intención es convertirse en un remanso de paz y descanso para los turistas provenientes de la ajetreada ciudad.

Vuelta a la granja, así que manos a la obra

Mientras Villa Oliva lucha por ser el centro recreativo, nosotros acudiremos a la pequeña población con otras intenciones: toca convertirse en granjeros y granjeras, tras haber heredado las tierras y viejas instalaciones de nuestro abuelo.

Con esta premisa básica, que ya conocemos de otras entregas de la saga, nos iniciamos en Story of Seasons Pioneers of Olive Town. A partir de aquí comienza un camino de progreso que es seña de identidad de la franquicia.

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En primer lugar tendremos nuestra finca, una vasta extensión de terreno que deberemos “limpiar” y cuidar cortando malas hierbas, talando árboles o desmenuzando rocas con el objetivo de habilitar nuestra propia granja para cultivar, crear graneros, establos e instalaciones que la hagan seguir prosperando. Aquí será donde pasemos una gran parte del día, pero no la única zona del juego.

Villa Oliva nos ofrecerá todo lo que necesitemos para poder avanzar y trabajar en la granja. El pueblecito cuenta con una amplitud considerable y es el punto en el que tendrán lugar cantidad de actividades y donde podremos hacernos con preciados recursos. Es aquí donde tiene lugar otro de los puntos clave en las mecánicas de Story of Seasons: socializar con nuestros vecinos.

Plantar, cuidar y ampliar

Pese a que comencemos viviendo en una pequeña tienda de campaña, pronto se nos suministrarán las herramientas necesarias para desempeñar nuestras labores. Hacha, hoz, azada, martillo… todo parece estar listo, así que toca ponerse a trabajar. Las mecánicas base siguen inalterables y como en otras entregas, el tiempo transcurre poco a poco, de manera artificial. Un segundo en la vida real se corresponde a un minuto dentro del juego. El calendario de Pioneers of Olive Town está compuesto por 4 meses, cada uno representado a una estación.

En los primeros compases de juego iremos reuniendo materiales y plantando nuestros primeros cultivos para poder vender las cosechas y seguir mejorando nuestras herramientas, adquirir animales u obtener más semillas.

Aquí es donde entran los materiales y el crafteo. ¿Queremos construir una cabaña de madera para vivir más cómodos? ¿Deseas que tu hacha sea más resistente? Para todo esto tocará farmear recursos y, en la gran mayoría de casos, tratarlos. Con esto nos referimos a refinarlos mediante una serie de máquinas que, entre otros usos, nos permitirán crear listones de madera a partir de troncos, confeccionar telas mediante hilos previamente obtenidos de hierbas… añadiendo así más profundidad a la fórmula, aunque no está libre de errores.

A la par de todo esto, también desarrollaremos actividades como la minería, la pesca o una novedad muy bien recibida como es la documentación de animales mediante la toma de fotografías con nuestra propia cámara.

Por supuesto, para que todo esté equilibrado tendremos un número limitado de energía que podremos reponer descansando en nuestra cama para afrontar un nuevo día o mediante la tradicional preparación de menús conformados por deliciosas comidas. Una vez más, los alimentos en Story of Seasons vuelven a tener una importancia clave.

El transcurso de los días nos irá revelando una pequeña trama que, si bien no propone una aventura excepcional, si que nos permite seguir conociendo los misterios que rodean a Villa Oliva, que no son pocos precisamente. No obstante, cuidar de nuestros huertos y ganado no es la única tarea, ya que hay mucho más por disfrutar.

Conocer, comprar y explorar

El pequeño pueblo al que pertenecemos tiene de todo: floristería, bazar, hotel, centro de estética, ayuntamiento… Mientras conocemos a fondo la localidad tendremos la oportunidad de congeniar con sus habitantes, cada uno con sus oficios, vidas y pequeñas manías. 

El alcalde y otros vecinos nos encargarán misiones de entrega con las que poder conseguir diversas recompensas y mejorar el pueblo; podremos donar los peces y fotos que realicemos al museo y tendremos a nuestra disposición a los duendes, quienes podrán servirnos como ayudantes para recolectar más recursos.

En la parte social, hacerse amigo de todos los habitantes nos llevará años y tendremos que dedicarles tiempo y atención, especialmente si queremos ir un paso más lejos. Uno de los objetivos de todo Story of Seasons es encontrar a tu media naranja, formar una familia, casarse… y en Pioneers of Olive Town la fórmula sigue casi inalterada. Hablar todos los días y colmar de presentes a nuestra futura pareja será esencial para llevar a cabo la esperada boda. ¡Un buen regalo el día en su cumpleaños no falla!

Pero no adelantemos acontecimientos, puesto que hay tiempo para todo. Como buen simulador de granjas, el ritmo de juego lo marca el propio usuario y dependiendo de sus acciones, le llevará más o menos horas ampliar y seguir mejorando la granja y las relaciones con los vecinos.

Los días pasarán y la primavera dará paso al verano y cuando menos te los esperes, las hojas se marchitarán y las primeras nieves descenderán sobre tus campos. Cada estación tiene sus propias características como cultivos específicos, climatología, y eventos.

El año estará conformado con acontecimientos especiales en Villa Oliva que ya son marca de la casa. Fuegos artificiales, búsqueda del huevo, concursos de mascotas… Efectivamente, podremos contar con nuestro propio perrete o gatito a los que mimaremos a base de bien. Estos minijuegos, pese a ser simples, añaden un toque de dinamismo muy bien recibido.

Pioneros con tropiezos

Esta entrega amplía considerablemente el repertorio de farmeo, personalización de nuestro avatar y opciones organizativas en el terreno que conforma nuestra granja. A medida que progresemos accederemos a varias zonas, todas unidas y sin tiempos de carga. No obstante, respecto a Mineral Town, Villa Oliva se nos ha quedado un tanto más pequeña en extensión y variedad, salvo el propio espacio de la franja, que es mucho mayor.

No obstante, cuidar de un complejo tan amplio será una labor que apenas nos deje tiempo para realizar otras actividades y pese a que contamos con ayuda, como el uso de aspersores para regar nuestros cultivos automáticamente, creemos que tanto que hacer lastra el gameplay y lo puede convertir en algo monótono.

El farmeo de materiales mediante estas máquinas procesadoras es tedioso. Crear una tela flexible puede llevar más de 4 horas (en el horario del juego) y pese a que se trata de algo automático, si queremos progresar necesitaremos acumular una ingente cantidad de estas máquinas. Además, no existe cola de productos, por lo que tendremos que acudir a ellas cada vez que queremos crear cualquier material. Esto es algo que se criticó por parte de algunos jugadores en Animal Crossing New Horizons, pero allí tenía una razón de ser. En Story of Seasons no, puesto que necesitaremos mucho de todo.

Uno de los aspectos en los que Pioneers parece haber recortado es las relaciones sociales. Muchos diálogos se sienten tremendamente vacíos y con falta de emoción. En alguna ocasión hemos acudido a hablar con nuestro “crush” y solo hemos recibido un “buenos días” y el indicativo de que hemos progresado en nuestra relación, algo que se siente demasiado artificial. En todo este ámbito, Marvelous podría haber puesto un poco más esfuerzo.

En lo social también hay que destacar que podremos visitar las granjas de otros jugadores como turistas (NPCs) y también recibiremos invitados de la misma índole en nuestra propia granja. Sin embargo, no podremos interactuar con otros jugadores.

Villa Oliva en Nintendo Switch

Encontramos que Pioneers of Olive Town logra ser muy atractivo para el jugador gracias al uso de una paleta de colores vívida. La estética se aleja del estilo chibi que vimos en Mineral Town para presentarnos un diseño más actualizado. Todo se ve muy bonito: escenarios, interiores, personajes… Aquí entran los gustos de cada jugador, pero lo bueno es que, con estas dos últimas entregas, hay donde elegir en este aspecto.

No obstante, también queda un tanto empañado por una serie de problemas técnicos. Largos tiempos de carga entre zonas, un inestable framerate (en ambos modos de Switch) que llega a ser molesto y errores varios en la carga algunos elementos de nuestra granja han estado a la orden del día. Marvelous ya ha comenzado a lanzar parches para solucionar estos errores que, esperemos, se eliminen lo más rápidamente posible.

Disfrutar de la granja es lo importante

A modo de conclusión final, nos quedamos con nuestras sensaciones de juego durante el largo periodo en la granja. Story of Seasons Pioneers of Olive Town consigue postularse como una entrega divertida, amplia y diversa, con pequeñas novedades y con un apartado visual muy amable.

Los fans de la saga y los granjeros y grajeras primerizos se enfrentarán a un desafío que no pide condiciones y que puede jugarse al ritmo que uno marque. Aunque también nos habría gustado que Story of Seasons evolucionara algo más después de un Mineral Town, que ya sirvió como pretexto para recordar los inicios de la saga.

Echamos en falta una dosis extra de riesgo, de intención por proponer algo diferente y que renueve una fórmula que actualmente tiene competidores que no acusan el cansancio, como el colosal Stardew Valley. Encontramos decisiones en la materia jugable que no sentarán del todo bien muchos jugadores, aunque no debemos perder el foco; Villa Oliva tiene mucho que ofrecer.