Crítica de Apagón, la serie de Movistar+ que retrata el caos tras una tormenta solar que deriva en cortes de electricidad masivos

Probablemente no hay serie que defina mejor los ánimos postpandemia que Apagón: se trata de una antología de cinco relatos que vamos viendo a medida que una batería consume sus cinco rayitas de energía. Como si se tratara de las fases del duelo iremos desde la "Negación" hasta el "Equilibro".

Estamos ante una serie apocalíptica que Movistar+ lanza el 29 de septiembre y lo tiene todo: tensión, distintos puntos de vista y más de dos reflexiones interesantes sobre el mundo en el que vivimos, en el que aspiramos a perpetuarnos e incluso legarle a las nuevas generaciones. Sí, hay "mensaje verde", pero no solo eso, claro está.

El punto de partida es una tormenta solar que impacta en España y otros puntos del globo, tumbando la red eléctrica y propiciando que durante meses todos los sistemas informáticos caigan. Los personajes a los que seguimos se encuentran en distintas situaciones en las que sus objetivos pueden ser distintos, pero se resumen en la supervivencia.

Negación

• Dirigido por: Rodrigo Sorogoyen.
• Escrito por: Isabel Peña.
• Protagonizado por: Luis Callejo.

Sinopsis: Ernesto, subdirector de la Unidad de Protección Civil y Emergencias de Madrid, se encuentra en medio de la difícil gestión de un accidente de tren cuando recibe el aviso del posible impacto de una tormenta solar.

Ernesto es el único que cree que hay que tomar medidas cuanto antes sin importar lo incómodas o comprometidas que sean. La lentitud con la que llega la información, las dudas de los expertos y el miedo a reaccionar juegan en su contra.

El pulso de Sorogoyen se mantiene firme para mostrarnos cómo le flojea a los protagonistas de esta historia, que se supone que son los que deben prevenirla y protegernos de sus nefastas consecuencias.  Le va como anillo al dedo retratar lo frágiles que somos y lo poco que tardaríamos en entrar en pánico en un "sálvese quien pueda".

El punto de partida de la serie es quizás el relato más eficiente y revelador: peca de centrarse en un grupo demasiado pequeño de personajes, pero no da demasiada tregua para pensar en nada más allá del inminente colapso de la sociedad. Sin energía eléctrica, todo se cae y el capítulo tiene como reto explorar cómo se toman decisiones y qué mecanismos se activan por parte de las autoridades.

Como dato escalofriante no hay un protocolo definido y estipulado para una tormenta solar de dimensiones tales que propiciara la caída del servicio eléctrico. Lo mismo es hora de ponerse a ello.

Emergencia

• Dirigido por: Raúl Arévalo.
• Escrito por: Alberto Marini, Raúl Arévalo y Fran Araújo.
• Protagonizado por: Ainhoa Santamaría, Melina Matthews, Tomás del Estal y Javier Tena.

Sinopsis: Semanas después del apagón, un hospital se encuentra sin capacidad de diagnóstico por falta de maquinaria y apenas medicinas con las que tratar a los enfermos. Los médicos hacen lo impensable para seguir salvando el mayor número de vidas posible.

El día que los suministros dejan de llegar Eva, la directora del hospital, tiene que aceptar que el apagón no va a durar semanas sino meses. El mundo ha cambiado y el hospital también debe hacerlo si no quiere cerrar. Para ello se tendrán que enfrentar a complicadas decisiones.

El peor problema de este episodio tiene nombre: Después del huracán. Si no tuviéramos tan reciente la experiencia de visionado de una de las mejores series del año sobre una catástrofe ocurrida en un hospital, la recepción sería muy distinta.

No obstante, en esta historia hay algo nuevo e inédito que lo cambia todo: los personajes de la Cañada Real, acostumbrados a lidiar con la falta de electricidad y con la imperiosa necesidad de adecuarse a las circunstancias.

Nos quedamos además con la autenticidad de los secundarios, haciéndonos eco de las palabras de Raúl Arévalo: "Desde el principio tuvimos claro que queríamos que una parte importante de la gente que  saliese en el segundo capítulo fuesen médicos y enfermeras reales". 

"No sólo por la verdad en sus  movimientos y acciones en plano, sino también porque habían vivido los dos últimos años al  frente de una de las emergencias sanitarias más importantes de nuestra historia. Había algo de homenaje y también de retrato de esos rostros".

Y del guionista Alberto Marini: "Durante las calamidades y las guerras más crueles y devastadoras, los médicos, enfermeros y voluntarios no solo han salvado vidas, sino y, sobre todo, han mantenido viva la llama de la humanidad, contra la desesperación y la barbarie".

Confrontación

• Dirigido por: Isa Campo.
• Escrito por: Isa Campo y Fran Araújo.
• Protagonizado por: Zoé Arnao, Patricia López Arnaiz y Miquel Fernández.

Sinopsis: Una familia es protagonista de la confrontación que se vive en una pequeña urbanización en la cual, un grupo de vecinos han conseguido organizarse para sobrevivir en la nueva realidad.

Cuando un grupo de niños se instala en la zona y amenaza la convivencia que habían construido, todo cambia de forma irreversible para esta familia. Y lo peor es que resultan atrayentes, casi magnéticos, para los adolescentes que llevan tanto tiempo encerrados con sus padres sin salir al exterior.

De largo el episodio más endeble de la serie es éste porque las reacciones de los personajes no obedecen a la lógica. Aunque Patricia López Arnaiz es una excelente actriz, no consigue levantarlo con su trabajo. Hay un link con el episodio anterior, dado que se recupera a uno de los personajes.

La idea es retratar la lógica familiar más aplastante: cómo la adolescencia separa a padres e hijos, pero en una situación de tal gravedad sorprende lo que se plantea y cómo se plantea. La acción se algo atropellada y las relaciones se gestan de una forma demasiado rápida como para dar pie a lo sucede en el trágico final.

Supervivencia

• Dirigido por: Alberto Rodríguez.
• Escrito por: Rafael Cobos.
• Protagonizado por: Jesús Carroza y Naira Lleó.

Sinopsis: Cortelazor es un pastor que lleva toda la vida en la montaña, cuidando de su rebaño de cabras como antes hicieron su padre y su abuelo y viviendo solo de la naturaleza, como se hizo siempre. Una vida que se verá amenazada con la llegada de un grupo de personas de la ciudad que también lucha por sobrevivir al caos y la falta de comida provocados por el apagón.

Cuando los hombres de ciudad atacan su rebaño, tiene que defenderlo. Además, Cortelazor anhela la compañía de alguien. Una idea en contradicción con el concepto que profesa de la condición humana: a menudo el hombre es un lobo para el hombre.

Jesús Carroza (Modelo 77) es el protagonista de un episodio en el que adoptamos la perspectiva de un pastor que ha sobrevivido al apagón gracias a su forma de vida, apartada de las masas y los recursos de los que dispone. Pero, ¿cuánto duraría su paraíso terrenal a medida que las personas se desplazaran campo adentro en busca de comida?

Con un tempo lento y sosegado, seguimos un choque que termina en una secuencia de acción bien rodada entre los teleféricos de la montaña. 

Equilibrio

• Dirigido por: Isaki Lacuesta.
• Escrito por: Isa Campo y Fran Araújo.
• Protagonizado por: María Vázquez, Mourad Ouani y Sofía El Bouanani.

Sinopsis: En el día del apagón aún hay electricidad pero Alicia sabe lo que está a punto de suceder. El apagón la golpea cuando está a punto de llegar a una casa de campo en medio de la noche.

Es la casa de sus padres y hace tanto tiempo que no va que a la mañana siguiente descubre, para su sorpresa, que está acompañada por migrantes que trabajaban en la finca.

Este episodio sirve de epílogo a la serie y de continuación al primero de ellos: nos recuerda que los movimientos migratorios han existido desde el principio de los tiempos y que son muchas las personas que se desplazan contando con lo mínimo e imprescindible para salir adelante y conseguir sustentar a sus familias.

En pocas palabras, es un episodio que nos saca de nuestra zona de confort para que terminemos dándonos cuenta de que, probablemente, seríamos más felices sin tanta tecnología, subsistiendo por nuestros propios medios y sin depender de aparatitos para todo.

No sería un camino de rosas, porque cultivar la tierra y cuidar al ganado es duro y exigiría colaboración y sacrificio en bien del grupo, pero quizás encontraríamos el ansiado equilibrio.

Hablando en plata, un corte masivo y general del suministro de luz nos situaría al borde del precipicio, sobre todo en las grandes ciudades donde vivimos masificados y no hay recursos con los que salir adelante. No es difícil prever una suerte de retroceso y una confrontación continua por los recursos disponibles como vimos en la sobresaliente El colapso.

En Apagón este impacto no se da a nivel mundial, de modo tal que hay ayuda internacional con la que se trata de aplacar la ruptura de la cadena de reparto de alimentos y medicinas y hay una gestión muy distinta de la crisis en las ciudades y en el campo, donde las comunidades pequeñas tienen la posibilidad de colaborar para salir adelante mientras que en otros lugares impera la ley del más fuerte.

En resumidas cuentas, sin ser una serie perfecta, con sus episodios mejores y peores, Apagón es un ejercicio narrativo pertinente e interesante que sabe ir más allá de lo obvio para hacernos pensar en nuestras vidas.

Así que no hay banalización de las catástrofes sino introspección y perspectiva respecto al futuro. Como decíamos, es la misma sensación de la postpandemia. Si la realidad no nos ha hecho aprender, puede que la ficción nos ayude planteándonos un escenario plausible en el que estaríamos a prueba.