Crítica de Bienvenidos a Chippendales, la serie de Disney+ sobre el primer local de striptease para mujeres

Si no sabes nada de Bienvenidos a Chippendales, entras en el apartado de STAR de Disney+ y le das al play, hay algo que te recuerda de inmediato a Pam & Tommy, una de las mejores series de 2022. Bueno, la razón es obvia: detrás de la serie está su creador: Robert Siegel que tiene un sello de autor bien reconocible.

El tono, la mezcla de aparente frivolidad y drama que aflora desde el mismo primer episodio y los valores de producción, que nos desplazan de inmediato a los años 70 y su característica desinhibición... El guión, muy bien pensado para seguir la trayectoria, auge y caída de un empresario, funciona como un reloj.

Bienvenidos a Chippendales se sitúa entre el true crime ficcionado y la comedia dramática en un mix de géneros difícil de clasificar pero que hace que sea una narración tremendamente adictiva. Si no conoces la historia real de Somen Banerjee, conocido como Steve, te va a sorprender y mucho.

Consta de ocho episodios de unos 45 minutos de duración de media y potentes cliffhangers finales para dejar siempre con hambre de más... sobre todo de ver hasta dónde conduce esta bajada a los infiernos que es una suerte de "Breaking bad nocturno".

A grandes rasgos habla de un hombre al que le coloniza la ambición: se trata de un inmigrante indio que a base de mucho esfuerzo consigue ahorrar una cantidad de dinero para abrir su propio negocio. Su idea inicial era una gasolinera, pero pronto se da cuenta de que prefiere algo más elegante, siguiendo los pasos de su admirado Hugh Hefner (fundador de Playboy).

Encontrar un enfoque no es fácil: comienza con un local de backgammon, prueba con una discoteca, peleas de barro, concursos de comida... Hasta que, un buen día, tiene un rapto de inspiración en un bar de ambiente en el que termina por pura casualidad: decide enfocar su actividad en un show de striptease para mujeres, único en su momento.

En pocas palabras, encuentra un filón que tiene que aprender a explotar. A medida que las necesidades del negocio se incrementan se elevan también las exigencias del público y no tiene más remedio que elevar el listón y dejarse aconsejar, para lo que contrata a un famoso coreógrafo llamado Nia Da Costa.

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Cuando el sueño americano te deja en pelotas

Esta nueva serie limitada con Somen "Steve" Banerjee como eje central cuenta con la interpretación protagonista de Kumail Nanjiani, un intérprete con una vis cómica brutal que se deja entrever también aquí, a pesar de que su personaje no sea en absoluto divertido.

En cualquier caso, su estatismo encaja muy bien a la hora de representar a un tipo taimado, sin escrúpulos y capaz de cualquier cosa.

El reparto es una de sus mejores bazas con la breve aparición de Dan Stevens y Nicola Peltz al comienzo de la serie y el gran Murray Bartlett (The White Lotus) y la magnífica Juliette Lewis (Yellowjackets) en roles de mayor recorrido.

Por otra parte, la serie también es un potente estudio psicológico de sus personajes que dice mucho sobre ellos con pocos elementos: la forma de relacionarse entre ellos, las palancas que los activan, sus motivaciones profundas... todo ello queda expuesto de forma elocuente permitiendo que sean comprensibles, por más que nos repugne su comportamiento e incluso su forma de ver la vida.

En resumidas cuentas, Bienvenidos a Chippendales merece la pena. Pisa el acelerador a partir del tercer episodio, aunque deja muchas pistas previas de que se va a desmadrar y, eso sí, hay que señalar que el último episodio no termina de estar al nivel del resto, produciendo una pequeña decepción. No era nada fácil cerrar una serie como ésta, llena de matices y ambigüedades morales.