Crítica de El estrangulador de Boston, la nueva película de Disney+ sobre las reporteras que encontraron un patrón en los crímenes de dicho asesino.
Keira Knightley vuelve al cine de la pequeña pantalla con El estrangulador de Boston, su nueva película de estreno directo en Disney+ que llega a la plataforma el próximo 17 de marzo. Escrita y dirigida por Matt Ruskin, la cinta cuenta la historia de las dos reporteras del Boston Record American que encontraron una conexión entre las víctimas asesinadas.
Cuando uno es periodista aprende que las investigaciones y los reportajes en profundidad no son como los pintan en las películas, no hay música de tensión, ni colaboración con la policía, ni grandes descubrimientos que dan un giro a la investigación. Pero para eso está el cine, para conseguir que algo tan poco apasionante para un espectador se convierta en una película.
Tráiler de El estrangulador de Boston, el remake que llega en marzo a Disney+ Star
Algo que no ha conseguido precisamente Matt Ruskin, el director y guionista de El estrangulador de Boston, con su nueva película, pues la investigación periodística llevada a cabo por las dos reporteras interpretadas por Keira Knightley y Carrie Coon se vuelve en ocasiones tediosa. Le falta la tensión típica de una película de periodistas a la caza del asesino.
De hecho, solo hace falta una rápida búsqueda en Google para ver que la historia del verdadero estrangulador de Boston está completamente desaprovechada en la cinta, pues aunque hubo un culpable, al que se detuvo y encerró en la cárcel por los asesinatos, desde el primer momento, muchos expertos dudaron de que él fuese el único estrangulador.
Es más, incluso en la actualidad se han vuelto a reabrir algunos de los casos que le llevaron a la cárcel y expertos de la policía han corroborado la teoría de que, probablemente, hubiese más de un "estrangulador de Boston" en el momento. Asesinos que replicaban la forma de matar del más conocido para poder encubrir sus crímenes.
Sin duda, unos datos que, pese a que aparecen en la película, no consiguen crear ese argumento capaz de atrapar al espectador y hacerle dudar sobre sus convicciones acerca de quién es el asesino y cuáles son sus razones para acabar con la vida de las mujeres que se cruzan en su camino.
Personajes sin sangre
Si hay algo que se le puede reconocer a El estrangulador de Boston es el hecho de que no se recrea en ninguno de los crímenes que muestra. Los cuerpos de las mujeres fallecidas aparecen, pero no se ven primeros planos, no se muestran los asesinatos y tampoco hay sangre.
Pero no hay sangre ni en el cuerpo de las víctimas ni en el cuerpo de los personajes principales. Pese a que la historia de la Loretta McLaughlin real es fascinante, ya que es una periodista que consiguió reivindicar su trabajo pese al hecho de ser mujer en una época en la que solo podrían escribir artículos sobre moda o electrodomésticos, en la película se queda en nada.
Principalmente, porque Keira Knightley está completamente sola, pues el resto de los personajes lo único que hacen es aparecer en momentos justos para resolver pequeños conflictos de la cinta en los que no se profundiza.
Por ejemplo, hubiese sido interesante ver los conflictos a los que se tenía que enfrentar Loretta con su marido por el hecho de saltarse los cánones de lo que se esperaba de una mujer en los años 60. Pues aunque este apoya su carrera en un principio, a medida que ella se implica más en su trabajo, esta posición cambia, tal como se ve en escenas de apenas segundos.
Tampoco se muestra prácticamente nada de la relación que Loretta mantenía con su compañera Jean Cole, que en la realidad fue quien le ayudó a sacar adelante el reportaje y que en El estrangulador de Boston es prácticamente un fantasma, que solo aparece en los momentos justos. Lo que tampoco le hace ningún favor a la maravillosa Carrie Coon.
Otros, como por ejemplo el detective Conley, interpretado por Alessandro Nivola, con un carisma aplastante y una conexión con Knightley que debería tener muchos minutos en pantalla también se queda en nada, con apenas un par de escenas compartidas entre los dos.
Una película que se queda en un telefilm
Siendo una película de 20th Century Studios, el nuevo nombre de 20th Century Fox tras la compra por parte de Disney, hubiese cabido la posibilidad de que esta película estuviese planteada para llegar a la gran pantalla, pero que fuese Disney, en última instancia, quien decidiese estrenarla únicamente en sus plataformas de streaming, ya sea Hulu en Estados Unidos o Disney+.
Y no es una mala decisión, porque aunque la ambientación está muy cuidada, el vestuario es estupendo y Keira Knightley vuelve a demostrar que es una de las mejores actrices de su generación, El estrangulador de Boston no llega más allá de ser un telefim, con todas las connotaciones que tiene esta palabra. Una película para ver en una tarde de aburrimiento, sin esperar más.