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Crítica de Fenómenas, la comedia de Netflix con elementos paranormales que no asusta ni hace reír

Fenómenas

Crítica de Fenómenas, la película que ha desembarcado en Netflix con una mezcla de comedia y terror, pero que no acaba de funcionar.

Netflix estrena cada semana un buen número de películas y series. Hay títulos que son muy promocionados y llegan con renombre, pero otros apenas se anuncian, por el motivo que sea. Fenómenas es uno de esos estrenos recientes que se han lanzado sin demasiado ruido a pesar de tener un reparto de nombres conocidos.

Es una película que cuenta con los trabajos de Belén Rueda, Gracia Olayo, Toni Acosta, Emilio Gutiérrez Caba, Ivan Massagué, Miren Ibarguren, Óscar Ortuño... Vamos, no debería ser un proyecto menor. Además se acerca al fantástico que tan bien funciona en España los últimos años y, bueno, está basada en hechos reales.

El caso es que Fenómenas ha llegado a Netflix y el mismo día de estreno tuve que buscarla en la plataforma porque no me aparecía entre los contenidos más destacados. Detalle que de por sí era una pista. Pero antes de empezar con ella, aquí está el trailer.

Tal como muestra el mismo trailer, los elementos fantásticos y cómicos se mezclan en esta película de 94 minutos que no engaña en la propuesta lo más mínimo.

Fenómenas está dirigida por Carlos Therón, quien tiene experiencia en el cine con Operación CamarónoEs por tu bien, pero sobre todo en series al haber trabajado en Mira lo que has hecho, El barco, Los hombres de Paco... 

En definitiva, esto es un dibujo general de lo que se puede saber antes de empezar con la película de Netflix Fenómenas.

Demasiados elementos y poco equilibrio

Fenómenas

Netflix

Para empezar, una vez reposado el visionado de la película podemos decir que Fenómenas tiene un ritmo ágil, va directa al grano y entretiene, pero ¿es eso suficiente? Puede que no.

Durante el metraje se nos presenta a un grupo de "cazafantasmas" españolas que existió en realidad y su enfrentamiento con una situación paranormal en una noche lluviosa de Madrid. Esto es, va directa al grano mediante la misma acción más que la con contemplación.

El grupo compuesto por tres mujeres adultas y un joven estudiante, que es el punto escéptico en la película, investiga qué ha ocurrido en una vivienda donde un amigo ha sido agredido por alguien, o algo.

 

Como película de plataforma que es, donde además se ha gastado presupuesto en nombres conocidos, las localizaciones son escasas y casi toda la historia se desarrolla en esa casa y lo que sucede dentro. O muy cerca.

La sensación de morosidad golpea al espectador pronto y desde todos los ángulos. Sin que haya nada malo en no tener muchos medios, es un problema cuando la historia empieza a parecer un capítulo de una serie cualquiera sin mucho gancho, o cuando las interpretaciones apenas agarran al espectador.

En este último punto cabría destacar el contraste que provoca Miren Ibarguren, que suele moverse muy bien en los excesos, sean cómicos o grotescos, y quien se come la pantalla en su papel de secundaria.

Pero Fenómenas tiene un difícil reto por cumplir, aunar los dos géneros que no permiten grises, el terror y el humor. Se asusta o no, se divierte o no, quedarse a medias no sirve de nada. Y Fenómenas se queda en ese punto sin que se imponga ninguna emoción. 

Es cierto que la comedia lleva unos años de capa caída y el terror cuenta con una historia llena de tropos repetidos, pero en Fenómenas se opta por el tópico y cae en el peor pecado: dejar indiferente al espectador.

Fenómenas

Netflix

Además, a nivel técnico la película adolece de ciertas limitaciones que la mueven a ese cajón que solemos definir como serie B, o telefilme. 

Entonces, la gran pregunta: ¿merece la pena Fenómenas? Si te apetece ver algo sin complicaciones y que se quede en hora y media, puede servir de pasatiempo. En cambio, si lo que buscas es un producto convincente, quizá deberías optar por una alternativa.

VALORACIÓN:

Fenómenas se queda a medio camino en las intenciones y sufre de unas interpretaciones desganadas, historia sin demasiado gancho y numerosos componentes que no acaban de encajar. Es un pasatiempo fácil de olvidar.

LO MEJOR:

La historia va directa al grano y no hay un solo momento de descanso. Miren Ibarguren.

LO PEOR:

Ni asusta ni hace reír, lo que es un grave pecado es este tipo de películas.
Hobby

40

Malo

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Etiquetas: Netflix