Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Mentes Poderosas, la nueva saga de jóvenes con poderes

Mentes Poderosas
Reseña de Mentes Poderosas, dirigida por Jennifer Yuh Nelson y escrita por Chad Hodge. La primera película de una nueva saga juvenil inspirada en las novelas homónimas de Alexandra Bracken, protagonizada por Amandla Stenberg, Mandy Moore, Harris Dickinson o Gwendoline Christie, entre otros. Estreno en España: 10 de agosto de 2018.

Jennifer Yuh Nelson, directora de las exitosas Kung Fu Panda 2 y Kung Fu Panda 3, se atreve con la acción real llevando la batuta de Mentes poderosas, la primera entrega de una nueva saga juvenil inspirada en las novelas de Alexandra Bracken. Con Chad Hodge (Wayward Pines) a cargo de la adaptación al guion de la primera novela y los nombres de Shawn Levy (Stranger Things) y Dan Levine (La llegada) avalando la producción, nos adentramos en un nuevo mundo que ya ha hecho las delicias de cientos de lectores por todo el globo y que espera repetir los triunfos en taquilla de sagas como Los Juegos del Hambre o Crepúsculo.

Una enfermedad ha acabado con el 98% de la población infantil en los Estados Unidos y aquellos que han logrado sobrevivir han desarrollado una serie de superpoderes que aterrorizan al Gobierno de la nación. Como consecuencia, los jóvenes han sido encerrados en campos de concentración y catalogados por colores en base a la magnitud de sus poderes: verde para los más inteligentes, azul para aquellos con capacidades telequinéticas, amarillo para quienes controlan la electricidad, naranja para los que se introducen en la mente y los pensamientos de los demás y rojo para los que dominan el poderoso fuego. Por escala, siendo el verde el más inofensivo y el rojo el más peligroso, los niños son separados para realizar trabajos forzados y mantenerlos bajo control. Los naranjas y rojos, sin embargo, son eliminados tan pronto como sean detectados.

Aquí entra en juego nuestra protagonista, Ruby Daly (Amandla Stenberg), quien logra escapar de su cautiverio con la ayuda de la doctora Cate Connor (Mandy Moore) una vez descubren que su verdadera naturaleza es naranja. Mentes poderosas comenzará ofreciendo poca información relevante para comprender el universo en el que ya tenemos metidos los dos pies y surgirán pistas como "La Liga" o los rastreadores para alimentar la confusión. Es cierto que las novelas narran la historia de Ruby en primera persona y no tienen en el contexto su principal fortaleza, pero su adaptación a la gran pantalla se traduce en un primer acto en el que no sabemos muy bien dónde estamos.

Mentes Poderosas

Ruby terminará escapando de su rescatadora, por irónico que parezca, para unirse a un pequeño grupo de jóvenes desconocidos que también han escapado del control del Gobierno. Y los tenemos de todos los colores: el azul Liam (Harris Dickinson), la amarilla y pequeña Zu (Miya Cech) y el divertido e inofensivo verde Chubs (Skylan Brooks). Nos falta el rojo, pero toca reservarlo para cuando las cosas se pongan feas de verdad.

Poder y hormonas

Como decíamos, el ligero pase de contexto que nos ofrece esta nueva película para adolescentes zancadillea el arranque de la trama, pero una vez estemos subidos en la furgoneta en la que viaja el grupo de jóvenes sólo tendremos que sentarnos a observar cómo se desarrolla el drama romántico imperativo en este tipo de narraciones. Mentes poderosas se centra la evolución personal de Ruby mediante el desarrollo de las relaciones internas y externas del grupo; el amor, la amistad, el deseo, la familia y, a la postre, la venganza.

Los poderes quedan en segundo plano y es una lástima, no tanto por lo que pueden ofrecer al aficionado palomitero sino por el desarrollo de la propia conciencia de poder que tomar forma en el tramo más interesante de la película. Aunque no tendremos la oportunidad de conocer mucho sobre el pasado de los tres coprotagonistas, sus ligeras intervenciones son el vehículo sobre el que evolucionará el personaje de Ruby. La propuesta grupal, de hecho, es ciertamente divertida. Cada personaje tiene una funcionalidad muy precisa y sus intérpretes consiguen que cuajen a la perfección. 

Mentes Poderosas

Este tipo de relatos suelen basar su efectividad en la creación de una comunidad férrea de fans que sientan su mundo como propio; que su ambientación, sus reglas, sus entresijos y los mecanismos que lo hacen funcionar resuenen en el corazón de los espectadores y los atrapen en una red que, por muy peligrosa que sea la aventura, los obligue a desear formar parte de ella. Porque detrás de sus mágicos universos resuenan motivos comunes para el mundo interno de sus potenciales seguidores. La película Mentes poderosas, si bien ofrece una premisa interesante con la ingenuidad y las cualidades necesarias para ello, pierde toda su integridad con una construcción que depende de las hormonas de su público objetivo.

La trilogía de Los Juegos del Hambre mejor valorada por los usuarios de Amazon

Recorreremos bosques, campo y caminos florales en un mundo que se demuestra muerto, abandonado, casi postapocalíptico y que, sin embargo, nunca termina de definir su condición. Los diálogos ofrecerán apenas un par de píldoras acerca del destino de los Estados Unidos, pero nunca llegaremos a sentirlo como una realidad constrictora. Fuera de los campos de concentración, la única amenaza perceptible será la de la rastreadora encarnada por Gwendoline Christie (Juego de Tronos), personaje, por cierto, tan insustancial e inconexo como la facilidad con la que es despachado. Queda, pues, un escenario que da la mano prometiendo peligro, oscuridad y desasosiego y se resuelve con apenas una pelea de bandas.

Chad Hodge construye una narración cuya estructura invita más al bostezo que al respingo en el asiento, impidiendo muchas posibilidades de hacernos cómplices en la cruzada de este grupo de resistencia juvenil que con poca gracia nos han presentado. Entiendo que existe una búsqueda de fidelidad con la novela original al fomentar la misma confusión a la que se enfrenta su protagonista en un mundo que apenas comprende, pero esa decisión arriesga sus posibilidades cinematográficas de ampliar el abanico de público objetivo al que arrastrar consigo.

La novela original es harto dependiente de la complicidad entre el lector y su protagonista; del crecimiento inequívoco al que le llevarán sus poderes y la forma en la que éstos la obligarán a relacionarse con la realidad que la rodea. Su miedo y su inseguridad prometen dar un paso más en futuras entregas, pero en hoy por hoy nos sabe a poco, especialmente después de la retahíla de sagas del tipo a las que ya nos hemos enfrentado. Recoge elementos de aquí y de allá, pero es más Un pliegue en el tiempo que Los juegos del hambre. Jennifer Yuh Nelson tampoco salva el día con la escasa oferta estética y rítmica de su dirección, a pesar de ser superior a la última entrega de Disney.

Mentes Poderosas

La propuesta de Mentes poderosas se queda corta para revisitar el género y es inevitable pensar que llega con ciertos años de retraso. Es excesivamente simplista, con todas sus cartas esperando que la química entre Amandla Stenberg y Harris Dickinson sea tan sólida como para sostener la carga emocional de la que depende su resolución y su reclamo como franquicia para lo que está por venir. Su mundo decide ignorar el cataclismo al que se enfrentaría una población sin niños, la razón de unos superpoderes tan concretos o incluso la situación de las familias fragmentadas por una pérdida que no llegamos a comprender. Infinitas incógnitas que nos obligan a ser demasiado conscientes de nuestra condición de espectadores pasivos.

Habrá, por supuesto, quienes consigan entrar en su trama, en el juego bien construido de su grupo de adolescentes, en su trágico amor de verano y, especialmente, en la mente de Ruby. Serán ellos quienes encontrarán la satisfacción en esta distopía juvenil que sólo las futuras entregas pueden resolver.

VALORACIÓN:

Mentes poderosas recoge detalles de aquí y de allá para conformar una aventura juvenil que está más empeñada en construir franquicia que en lucir las cualidades originales de su propio mundo y sus personajes.

LO MEJOR:

La química del grupo de jóvenes-adultos que la protagonizan.

LO PEOR:

Su estructura y su falta de ritmo la obligar a estar supeditada a la efectividad del típico romance trágico de la protagonista.
Hobby

60

Aceptable

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.