Crítica de No mires a los ojos, una película con Paco León en su papel más desagradable

Cuanto menos sepáis de No mires a los ojos mejor. Incluso su sinopsis oficial o su tráiler ya desvelan información sobre la película que es recomendable no conocer, pues realmente lo único que necesitáis saber sobre ella es que tiene a un protagonista muy desagradable que hace cosas igualmente desagradables.

Para poder hacer esta crítica sobre el nuevo largometraje de Félix Viscarret no va a quedar más remedio que adentrarse en ella, planteando su trama y sus elementos, así que proceded con cautela si os despierta curiosidad.

Paco León se pone en la piel de Damián, un hombre al que acaban de despedir del trabajo y que termina metido en un armario. Si habéis leído la sinopsis de No mires a los ojos, sabréis que este armario llevará a una casa, y que su protagonista decidirá habitarla en la sombra, algo que no augura nada bueno.

Si no habéis leído la sinopsis, este viaje en armario será intrigante, y al mismo tiempo hará que comiencen a surgir las primeras preguntas: ¿por qué no sale del armario?, ¿por qué no dice nada cuando nota que lo encierran, que se mueve?

¿Dónde ver las mejores películas españolas actuales? Netflix, HBO Max, Prime Video y más

La trama de No mires a los ojos se va desvelando pausadamente, al tiempo que Damián relata su historia en un programa televisivo, mediante una serie de flashbacks que responden a las preguntas del entrevistador. 

De nuevo, el programa hace que se abran nuevas incógnitas: ¿por qué alguien iba a querer entrevistar a este hombre?, ¿qué hizo?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿debería intervenir la policía?, ¿adónde nos lleva todo esto?

Leonor Watling, Àlex Brendemühl y María Romanillos sufren la presencia de Paco León

El público se ríe de las intervenciones del entrevistado. Normal, es un personaje excéntrico, que hace cosas incoherentes. Curiosamente, algunas personas que fueron a ver la película al cine también se reían en el mundo real. 

Tal vez esperaban una comedia teniendo a Poco León como protagonista, o tal vez les pareciera tan absurda la actitud del personaje que no pudieron evitarlo. A medida que avanzaba la cinta, las risas de la pantalla se fueron apagando, y también las de la sala.

Cuando Damián llega a la casa lo único que ve son los zapatos de sus habitantes: Lucía, interpretada por Leonor Watling, su esposo Fede, al que encarna Àlex Brendemühl, y María, la hija de ambos a la que da vida María Romanillos.

El fuera de campo es un recurso habitual que utiliza Félix Viscarret a lo largo de los 107 minutos de metraje, tanto para generar expectación como para incomodarnos aun más ante la falta de información. 

Porque no hay nada más desagradable que escuchar ruidos tras una puerta cerrada donde la única herramienta que tenemos para configurar las imágenes es nuestra imaginación, generándonos la misma sensación que experimentan diariamente sus protagonistas ante la presencia del armario. 

Para Félix Viscarret el auténtico terror es lo que no vemos

Damián todavía no sabe quiénes habitan la casa, por tanto el público tampoco. Sin embargo, sus habitantes despiertan la curiosidad del protagonista, que decide empezar a habitar este armario que le transportó a su nueva vida, como en las fantasías más oscuras de Edogawa Ranpo.

Al principio, la presencia de Damián en la vivienda se siente casi anecdótica, o tal vez como la de un espíritu bondadoso. Está oculto en el armario, y si sale lo hace para cubrir sus necesidades básicas y para mantener en orden la casa, ya sea lavando los platos y haciendo las camas o arreglando los muebles. 

Pero es incómodo, porque sabemos que no es un duende, y que sus actos no se van a quedar ahí o no habría película alguna.

Documentales de Netflix más terroríficos que las mejores películas de miedo

Los ruidos de sus habitantes empiezan a definirles, con primeros planos en los que se muestran las acciones que escucha el personaje de Paco León a salvo tras la puerta del armario, hasta que esta larga presentación fragmentada se acaba y por fin les vemos los rostros, y por fin Damián alcanza una conexión más profunda con dos de sus residentes.

Haciendo que recuerde cada vez con más fuerza a Mientras duermes (2011), Damián deja de ser un sujeto pasivo para empezar a intervenir directamente en el curso de las vidas de estas tres personas, recayendo en algunas de las narrativas más habituales al tratar sobre matrimonios o adolescentes. 

En estos momentos, la película casi te interpela directamente, queriendo que te posiciones, poniéndote en una situación todavía más incómoda: ¿es peor persona el sujeto que se esconde en tu armario o lo son el resto? 

No mires a los ojos responderá a algunas de las preguntas que te han ido surgiendo durante su visionado, y otras se quedarán en el aire. ¿Eso es todo?, parece que sí, y no ha sido una experiencia placentera. La película se estrena en cines el viernes 4 de noviembre de 2022.