Viernes 13 y spooky season, a un par de semanas vista de Halloween: no puede haber un momento más ideal para reencontrarnos con las Pesadillas de RL Stine, ese tótem literario dirigido a un público joven, aunque de forma actualizada. 

Si hace apenas un par de días os hablábamos de la forma en la que Mike Flanagan le ha dado un lavado de cara a las historias de Edgar Allan Poe para introducir temas contemporáneos en La caída de la casa Usher, su último trabajo para Netflix, no podemos decir que Disney Plus no haya sabido hacer lo propio en su serie, ambientada en 2023.

Los cinco primero primeros episodios han aterrizado en la plataforma de streaming con sus 40-50 minutos de duración de media y una calificación por edades para mayores de 12 años. Ya están disponibles por tanto “¡Di 'patata' y muérete”, “La máscara maldita”, “El cuco maldito”, “Vete a comer gusanos” y “Atención, lector”. 

A partir de este momento irá estrenando un episodio por semana hasta completar la emisión el próximo con el episodio "Bienvenidos a Horrorland"... Es más que probable que renueve por una segunda temporada.

Pero ¿funciona la fórmula? Da en el clavo en varios sentidos: burlándose de los tiempos en los que vivimos y proponiendo dosis adecuadas de aventuras espeluznantes. Así que Pesadillas, en su nueva versión seriéfila, hace honor a su título original para ponernos la piel de gallina.

Esperad, eso sí, un voltaje moderado y un entretenimiento digno, en línea con La calle del terror pero con un nivel rebajado de sustos: la serie se toma su tiempo para establecer las bases y las relaciones entre los personajes aunque sin dejar de sembrar momentos escabrosos que hacen gritar a los protagonistas. 

¿Hay nexo de unión con las adaptaciones anteriores? Al margen de la película del 83 y el show televisivo de 1995, en 2015 y 2018 se estrenaron Pesadillas y Pesadillas: Noche de Halloween. que rindieron razonablemente bien en taquilla y le dieron una nueva oportunidad a las sombrías historias nacidas del papel.

Esta serie creada por Nicholas Stoller y Rob Letterman vuela por libre ahora, desarrollando una nueva historia que utiliza como eje vertebral un evento sucedido en el pasado: la muerte de un muchacho en extrañas y violentas circunstancias, proponiendo así una nueva galería de personajes e ideas de distintas novelas que versiona a su manera para cohesionar todo el material.

Tenemos por tanto a un grupo de cinco jóvenes que en la actualidad ven cómo el terror se desata en Port Lawrence. Durante su periplo, investigarán el trágico fallecimiento de un adolescente llamado Harold Biddle que tuvo lugar hace 30 años y descubrirán oscuros secretos del pasado de sus padres.

Los hechos se precipitarán después de que los integrantes de la escuela secundaria celebren una fiesta de Halloween en la antigua casa Biddle quedando inmersos en una nueva realidad embrujada que los pondrá contra las cuerdas. Además de colaborar para salvar el pueblo van a iniciar un viaje de autodescubrimiento.

Pesadillas es una serie con alma, no solo por recuperar los objetos mágicos de las novelas sino por ser capaz de integrarlos en una trama más amplia y edificar en el primer episodio un evento que va a afectar a cada uno de los protagonistas de una forma distinta.

Es cierto que se toma su tiempo (y reclama cierta dosis de paciencia) para poner en pie la trama, pero a partir del quinto episodio las revelaciones se suceden y se pone en valor todo el trabajo de creación de la estructura narrativa.

¿Y se pasa miedo? Para un aficionado al terror puede ser una serie algo descafeinada porque no busca tanto asustar (que también, con sobresaltos puntuales) como generar intriga, algo que resuelve a las mil maravillas sobre todo una vez que se pasa el ecuador.

En suma, Pesadillas es una serie coherente, con su pelín de mala baba, su ambientación tétrica y sus vericuetos argumentales, en los que no puede faltar cierta dosis de metalenguaje. Así que, en conjunto, está bien construida y se merece un visionado. ¡Es su momento!