Crítica de Pig - Nicolas Cage nos recuerda la importancia de ser fieles a nosotros mismos

Nicolas Cage es el hombre de las mil caras, un tipo que lo mismo se implica en una de las peores producciones del año, como se ríe de sí mismo y de su agitada carrera siendo autoconsciente de sus grandes papeles y los que le dieron popularidad por no hablar de los que lo convirtieron en carne de meme... pero que también se entrega a un papel en apariencia pequeño de una producción modesta.

Así, este año lo hemos visto en la infecta Prisioneros de Ghostland, en la tronchante El insoportable peso de un talento descomunal y ahora en Pig, la producción que nos ocupa. Y eso solo una parte de las películas que ha protagonizado en un corto plazo de tiempo, porque también es prolífico: pronto lo veremos en Renfield, The Retirement Plan, The Old Way y Butcher's Crossing.

Es un intérprete con pasión por su trabajo pero también con una rara virtud: la de apoyar nuevos talentos y explorar nuevas vías de expresión, sin demasiado pudor por el qué dirán: te guste más o menos, encuentres su carrera satisfactoria o fallida, es algo que le honra.

En Pig da vida a un ostracista hombre que vive con su cerda trufera completamente aisaldo en una cabaña en el corazón de un bosque de Oregón. En su soledad disfruta de la naturaleza, de los dones que le da la tierra y de su maestría para cocinar con ellos porque en verdad, este tipo de apariencia de vagabundo fue en su día un reputado chef.

Rob solo recibe la visita semanal de Amir, el joven a quien le suministra las trufas a cambio de algunos ingredientes básicos con los que ir tirando.

Pero todo dará un desagradable giro cuando se dé cuenta de que alguien ha raptado a su cerda. Decidido a encontrarla, se introducirá en el submundo de los restaurantes de Portland en el que, como no podía ser de otra manera, imperan las apariencias y el postureo, algo que a él le queda ya muy lejos.

Las 8 grandes curiosidades de la vida y carrera de Nicolas Cage

El debut de Michael Sarnoski en la dirección de un largometraje con Pig es muy notable. Alejado de cualquier histrionismo, siempre oculto tras su pelo lacio, la barba y muchas capas de ropa, Nicolas Cage está en las antípodas de otros papeles en los que parecía de gomaespuma que jalonaron su carrera de cintas olvidables.

La película viene refrendada por un montón de buenos indicadores: está en el top 10 de las mejores películas independientes del año y se alzó como ganadora al Mejor Director Novel en los National Board of Review (NBR), ganadora del Mejor Guión Novel en los Independent Spirit Awards y nominada a Mejor Actor (Nicolas Cage) en los Critics Choice Awards y en el Círculo de Críticos de San Francisco.

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Pig - Galería de imágenes I (5 imágenes)

No es para menos: como decimos Sarnoski ha conseguido algo tan complicado como diluir el ego de un divo en un personaje atado a la tierra (ojo a la elección de la paleta cromática de su atuendo, siempre en tonos marrones)

Gran fichaje también el del actor Alex Wolff, que le da la réplica y está construyendo una carrera bien curiosona enhebrando proyectos como Hereditary, Capital humano oTiempo.

Y tremendo el guión, que incide una y otra vez en una idea transformada en leit motiv: lo importante, por no decir imprescindible, que es ser fiel a uno mismo, manejar las expectativas que te ofrece la vida, ser humilde y constante. Lo más difícil también: sincero contigo mismo.

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Pig - Galería de imágenes II (7 imágenes)

No se trata de lo que tienes, no se trata de lo que los demás esperan de ti, sino de ser auténtico. No sé si hay un actor mejor dotado para presentar esta idea que el propio Cage que ni siquiera cuando se ha metido en fregados de aúpa, lo ha hecho siendo consciente de ello y hasta las últimas consecuencias.

Pig es una cinta de ritmo sosegado, de las que se deleitan en secuencias hermosas y sencillas (cuando vemos a nuestro protagonista cocinar, por ejemplo o escoger con cuidado los ingredientes, que es cuando su existencia se transforma en trascendental) y que se aleja de excesivos artificios.

Hora y media de metraje que no necesita ni más ni menos para hacernos llegar una historia conmovedora que rezuma honestidad.