Crítica de Poker Face, el lanzamiento estrella de SkyShowtime con Rian Johnson y Natasha Lyonne uniendo talentos

Aunque el catálogo de SkyShowtime se ha ido poblando paulatinamente de títulos tan interesantes como Star Trek: Strange New Worlds, Halo o Yellowstone, muchos esperábamos como agua de mayo el estreno de Poker Face, la serie que está llamada a convertirse en el gran bombazo de septiembre puesto que ha venido precedida de estupendas críticas que han alabado su formato y su reparto, sobre todo.

El creador no es otro que el travieso Rian Johnson, artífice de la franquicia de Puñales por la espalda. Y como en ella, en esta serie aúna distintos géneros, jugando con los espectadores y proponiéndoles historias cargadas de un retorcido sentido del humor. Evidentemente hay misterio, pero también algo de drama... Y mucho más.

Por una parte, cada episodio funciona como una road movie en la que la protagonista se echa a la carretera en una persecución sin tregua y, por otra parte, es una serie detectivesca puesto que Charlie (Natasha Lyonne) tiene un olfato especial e infalible para detectar la mentira.

 True or buuuuuuullshit?

Charlie está agotando la segunda oportunidad que se le ofreció en el pasado. Tras meter mucho la pata con las personas menos indicadas, fue contratada para trabajar en un casino y expiar su culpa. Sin embargo, cuando una de sus mejores amigas muere en circunstancias extrañas, desenmascara a su agresor y se ve obligada a huir.

A lo largo de sus viajes por carretera irá recalando en distintos lugares en los que pasará largas temporadas hasta enfrentarse a muertes que a veces parecen fortuitas pero tras las que suele haber una mano intencionada.

Incapaz de echar raíces, siempre acosada por su pasado y desahuciada por su familia, Charlie hace gala de su talento sin igual, recabando información, atando cabos y demostrando quién está detrás de cada asesinato. Al menos hasta que no le queda más remedio que enfrentarse a todo lo que ha tratado de evitar a toda costa. 

De asesinato en asesinato

La fórmula de los episodios es muy similar: son casi pequeñas películas o mediometrajes en las que los espectadores presenciamos un asesinato, siendo testigos de los pasos que concluyen en una muerte y posteriormente descubrimos que Charlie estaba pululando por allí de modo que no puede evitar tener una mirada suspicaz y encajar las piezas para recomponer qué ha sucedido.

Cuando la estructura se rompe para completar el arco más general, dejando de lado el aspecto procedimental de la serie, es decir, mostrando la amenaza que se cierne sobre Charlie y su vinculación con las bandas sin escrúpulos que quieren su cabeza en una bandeja de plata, es cuando mejor fluyen los episodios.

Atentos quienes queden embelesados por el resultado de la primera temporada de Poker Face, compuesta por diez episodios que rondan la hora de duración, han de saber que la segunda temporada está más que confirmada y que Johnson ya ha dicho que quiere continuar "hasta que le dejen" ofreciendo nuevas historias alrededor de nuestra indomable Charlie.

Da la sensación de que, de una forma u otra, Natasha Lyonne, a quien hemos visto antes en series como Orange is the New Black o Russian Doll, siempre da vida a un mismo personaje, pero lo hace tan bien y es tan graciosa que, sinceramente, no vamos a poner ninguna pega al respecto. Esmpasta bien con el recurrente Benjamin Bratt.

Ella es el alma de la ficción y toda una fuerza de la naturaleza con su indomable melena, así que solo podemos esperar a reencontrarnos con ella... eso sí, limando algunos de los problemillas de esta primera temporada: se agradecerían episodios más cortos y que no subrayaran tanto la información. Dosificarla un poco más y masticar menos el desenlace sería más efectivo.

Poker Face se apoya también en secundarios excepcionales, casi en cada episodio tenemos a una gran estrella haciendo acto de presencia: Adrien Brody, Joseph Gordon-Levitt,  Chlöe Sevigny, Nick Nolte, Stephanie Hsu, Simon Helberg, Ron Perlman... Ir encontrándonos con esos rostros conocidos entre otros talentos emergentes es otro de los pasatiempos que ofrece esta serie.

Y otra de las vías de crecimiento que ofrece de cara al futuro. La segunda temporada de The Bear también ha sabido explotar de maravilla esas apariciones estelares que le dan un plus a la ficción. ¿Por dónde puede salir la segunda temporada? ¡Por cualquier sitio! Así que... ¡A disfrutar"