Crítica de Ruby, aventuras de una kraken adolescente, la nueva película de animación de Dreamworks

Ya estamos en verano, lo que implica la llegada a los cines de multitud de películas más enfocadas al público infantil y juvenil para que los chavales se lo pasen en grande. Es por ello que Dreamworks nos trae a las salas su último largometraje de animación, Ruby, aventuras de una kraken adolescente.

Dirigida por Kirk DeMicco y Faryn Pearl, esta comedia de aventuras cuenta la historia de Ruby Gillman, una kraken adolescente de 16 años que vive oculta con su familia en la superficie. A pesar de su notorio aspecto, no levanta sospechas entre los habitantes de Oceanside al decir que son canadienses (por lo que sea).

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Como todos los jóvenes de su edad, Ruby está coladita por un chico de su clase, Connor, a quien ayuda con las matemáticas. Y también, como muchos por los que han pasado por el instituto, Ruby es muy tímida y no puede juntarse con los chicos populares del instituto debido, sobre todo, a la estricta prohibición de su madre de no meterse en el agua.

Pero cuando Connor cae al mar por accidente, Ruby no tiene más remedio que arrojarse en su ayuda, descubriendo para su sorpresa que puede convertirse en una kraken gigante y que pertenece a una raza de reinas guerreras.

Es en ese momento cuando su exigente abuela le indica a Ruby que está destinada a heredar el trono y convertirse en la Reina Guerrera de los Siete Mares que defienda al reino del peligro que representan las sirenas, pues las leyendas están erradas y en realidad los kraken son una raza destinada a proteger el mar.

Una película con la que muchos adolescentes se sentirán identificados

Como suele ocurrir con este tipo de películas, Ruby, aventuras de una kraken adolescente está destinada a un tipo de público concreto y, como se puede deducir del título, en este caso son los adolescentes los que más se van a sentir identificados con su protagonista.

Las situaciones vividas en Ruby no son sino el reflejo de la vida que muchos jóvenes tímidos han llevado en el instituto: un grupo reducido de amigos, sentirse inferior con respecto a la gente más popular de la clase... En definitiva, sentirse muy diferente a los demás tanto en aspecto como en aficiones.

En el caso de Ruby se lleva a un nivel más "exagerado" al mostrar al personaje como un kraken gigante que destaca sobre los demás, pero no en el mejor de los sentidos.

También se muestra el "subidón" que le da a uno cuando la persona más popular del instituto interactúa contigo y te das cuenta de que no es tan diferente a ti como parecía en un principio. En la película se refleja ese momento cuando la chica más popular de la clase descubre a Ruby y le revela que es una sirena que anda en busca de una amiga que comprenda su verdadera situación.

Sin embargo, como ocurre muchas veces, las apariencias engañan y nada es lo que parece, llevándose una decepción y descubriendo quiénes son realmente tus amigos.

Aunque la película está muy bien a la hora de reflejar los típicos miedos e incertidumbres de la mayoría de adolescentes, es inevitable pensar que se está viendo "más de lo mismo", ya que muchas películas siguen exactamente las mismas pautas.

Es por ello que no sorprenden mucho ciertas revelaciones de la película que se ven venir desde prácticamente el principio (aparte que el tráiler no ayuda mucho contándote prácticamente toda la película).

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Imágenes de Ruby, aventuras de una kraken adolescente (5 imágenes)

No obstante, la cinta cumple muy bien con su función y resulta una comedia bastante entretenida y amena que hace que sus 90 minutos de duración se pasen bastante rápido.

A esto hay que sumarle un notable apartado visual, con un estilo de animación que resalta sobre todo en la luminosidad de las escenas bajo el mar.

Tampoco se queda corto el reparto, encabezado por Lana Condor prestando su voz a Ruby en la versión original de la cinta. Aunque sin duda quien más destaca es Jane Fonda en el papel de la Gran Mamá, la abuela de Ruby que protagoniza algunos de los momentos más divertidos de la película.

En general, Ruby, aventuras de una kraken adolescente es la típica película veraniega para pasar el rato en estos días de vacaciones. Si bien puede quedar un poco eclipsada por otros estrenos más potentes, la cinta es una buena opción si se busca algo ameno que no dé que pensar demasiado. Y los más jóvenes seguro que se lo pasarán pipa con las situaciones de su protagonista.