Dragon Ball Z capítulo 127 - Análisis y curiosidades
¡Ya estamos por aquí con un nuevo análisis de Dragon Ball Z! Como sabéis, la semana pasada nos zambullimos de lleno en la saga de los androides y hoy llegó el turno de analizar el capítulo 127 del anime. ¿Lo recordamos juntos?
El capítulo anterior se cerró de manera realmente dramática, pues uno de los temibles androides, Número 20, cogió a Yamcha por sorpresa y le atravesó el pecho con su mano, drenándole toda la energía. ¿Pero dónde están los demás Guerreros Z?
Al notar la energía de Yamcha desvanecerse drásticamente, Goku y los demás se dirigen al lugar de los hechos, encontrándose un panorama desolador. Yamcha está a punto de morir a manos de un terrible ser.
Goku, Krilín, Piccolo y Ten Shin Han no pueden creer lo que están viendo sus ojos, es una escena dantesca que se potencia aún más con las explosiones del fondo y el arte especialmente brutal y contundente. Además, la banda sonora deja al espectador totalmente consternado, la seriedad del momento se vive con grandeza.
Ya en el suelo y totalmente inconsciente, Goku le ordena a Krilín que se lleve a Yamcha al punto de encuentro montañoso para darle una semilla senzu, aprovechando que le queda un hálito de vida. ¿Y ahora qué?
La rabia que siente Goku es difícil de describir, aunque la gran animación y el diseño de los personajes hablan por sí mismos. Sin lugar a dudas, llegó la hora del combate final contra los androides, por lo que el saiyan les comenta que será mejor que se vayan a un lugar desierto y evitar así más muertes. ¿Qué creéis que le contesta el androide? Efectivamente, no hace falta que se desplacen... ¡Número 20 empieza a arrasar con toda la ciudad con el objeto de dejarla desierta!
¡Esto es demasiado! Goku no lo puede consentir y se abalanza contra el androide, pegándole un puñetazo que sofoca la criba del enemigo. Impresiona ver que, debajo del gorro de la Red Ribbon, el androide tiene su cerebro al descubierto, protegiéndose con una cúpula de cristal.
La tensión se tiñe de confusión cuando, justo después, el androide llama al saiyan Son Goku, y hace lo propio con Ten Shin Han y Piccolo. ¡Conoce todas sus identidades, y eso que no le habían visto en su vida! ¿Qué está ocurriendo?
Una vez recuperado, Yamcha intenta explicarles a Gohan y Krilín la situación, pero al observar que Goku y los demás se desplazan a otra localización para continuar el combate, se marchan tras ellos con el objeto de echarles un cable. Yamcha, pese al terror que siente dentro de su ser, les acompaña para advertirles de la succión de energía.
De vuelta al plano principal, los androides deciden dejar de volar y escogen una zona rocosa para librar la batalla. Piccolo se percata del plan de sus enemigos, pues al no emitir ningún tipo de energía, se podrán esconder entre las rocas si se ven apurados durante el combate. Estos androides no dan puntada sin hilo, y más cuando les explican por qué conocen sus identidades...
Resulta que, tras la derrota de la Red Ribbon, el genio científico del ejército, el Dr. Gero, construyó un robot espía para almacenar los datos de Son Goku y todos los combates que fue librando a lo largo de su vida en la Tierra, desde el 22º Torneo de Artes Marciales hasta la derrota de Vegeta, con el objeto de vengarse. Con la edad que tenía el saiyan por ese entonces, el doctor pensó que no hacía falta recopilar más datos, pues la mejora que podría desarrollar en su cuerpo no sería muy llamativa, así que se despreocuparon cuando viajó a Namek...
Huelga decir que fue un error de bulto, pues no pudieron recoger los datos del Super Saiyan, la transformación más poderosa de Son Goku que lo ha convertido en el ser más poderoso del espacio. Y para demostrarlo, el saiyan saca a relucir todo su poder, dejando a Número 19 y 20 algo sorprendidos. ¿Será capaz Goku de vencerles? ¿Por qué vemos al saiyan tan agotado antes del combate? La que se nos viene encima...
¡CURIOSIDADES!
1- Durante la explicación del robot espía, contemplamos escenas de la primera etapa de la serie redibujadas con el arte de este episodio, resultando unas estampas artísticas espectaculares, como este Son Goku niño frente a Piccolo Daimaoh.
2- La dirección del episodio es una delicia, incluso observamos cómo la pantalla se emborrona al ponernos en primera persona con Yamcha, contemplando lo que ven sus ojos antes de perder el conocimiento. Con esta maniobra se transmite la angustia que da miedo.
3- Mención aparte para la sangre, que si bien fue comedida en el episodio anterior, aquí la vemos por todo lo alto, resaltando la crudeza de la escena de Yamcha con lujo de detalles.
4- Y para rematar, las auras de ki y explosiones están relamente bien representadas en este capítulo, fruto, una vez más, de la gran calidad artística del capítulo, un auténtico sobresaliente.
¡Buf, vaya pedazo de episodio! ¿Lo recordabas así o te has sorprendido con algunos de los detalles que hemos expuesto en el análisis?
Mañana regresaremos, como todos los días, con una nueva publicación Z en Hobby Consolas. ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
El episodio 127 de Dragon Ball Z es una auténtica lección de dirección, tanto en el ámbito argumental como artístico. La calidad dista mucho del de una serie de televisión semanal, tiene un arte de película. La tensión se transmite de manera excepcional, y es un regalo ver las escenas de la primera etapa de la serie redibujadas con grandeza.LO MEJOR:
La tensión que se respira durante todo el capítulo. La dirección artística es soberbia, con una calidad cinematográfica. La actitud de Son Goku.LO PEOR:
Pese a que el arte es soberbio, apreciamos un fotograma mal dibujado (sí, solo uno). Dura solo 20 minutos, debería durar hora y media.90
ExcelenteDescubre más sobre Antonio Sánchez-Migallón, autor/a de este artículo.
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