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Resumen y crítica de La casa del dragón 1x03 "Second of His Name"

La casa del dragón 1x03

Resumen y crítica de La casa del dragón 1x03 "Second of His Name", el nuevo episodio escrito por Gabe Fonseca y Ryan Condal que HBO Max estrena en exclusiva el 5 de septiembre.

¡La casa del dragón continúa su curso! HBO Max estrena el tercer episodio de la precuela de Juego de tronos en el que se sigue la misma tónica que en los anteriores: se reservan las partes más jugosas para el comienzo y el final del capítulo y la política sucesoria es la que acapara más atención.

Os recordamos, antes de seguir, varias cuestiones importantes: podéis leer las críticas del episodio 1x01 y 1x02 y además se ha liberado el primero de forma gratuita en YouTube.

A partir de este punto, encontraréis spoilers de La casa del dragón 1x03 "Second of His Name" ("El segundo de su nombre"), escrito por Gabe Fonseca y Ryan Condal y dirigido, igual que el anterior, por Greg Yaitanes. 

Resumen La casa del dragón 1x03

Craghas Drahar, alias el "benefactor de cangrejos" sigue con sus brutales métodos cuando aparece un dragón que arrasa la playa con sus llamas. Es Carasex, al que se reconoce por sus escamas rojas y lo controla Daemon, que está librando una batalla contra él como líder de la Triarquía.

Muy lejos de los Peldaños de Piedra, Viserys y Alicent celebran el segundo embarazo de Alicent y un día de caza en honor al príncipe heredero Aegon, segundo de su nombre, que tiene todos los rasgos valyrios de los Targaryen.

Jason Lannister se presenta ante Rhaenyra y le habla de la construcción de un pozo para dragones en un burdo intento de presentarse como candidato a casarse con ella. Ella se ofende y va directa a enfrentarse a su padre por pretender que sea su marido. Tras una breve discusión, él le deja claro que le ha llegado el momento de contraer matrimonio y debe escoger.

A continuación Otto Hightower media para recordarle a Viserys que es el día de la celebración del príncipe Aegon, el segundo de su nombre. Rhaenyra huye a caballo y Criston Cole la sigue hasta pararla, aunque ella se resiste a regresar.

Jason Lannister se presenta ante Viserys para formalizar sus intenciones de casarse con Rhaenyra y le expresa su intención de fortalecer su reinado. Viserys se ofende sobremanera y teme una rebelión puesto que hay voces que se alzan a su alrededor insinuando que su reinado es débil.

Otto le recuerda que puede forzar a su hija a casarse, pero él quiere que sea feliz. Incluso le propone un improbable candidato como marido: el propio príncipe Aegon (recordemos que era una costumbre entre los Targaryen casarse entre hermanos). Viserys no deja de beber hasta emborracharse por completo. Entre tanto recibe nuevas sugerencias para casar a su hija.

Se hace de noche y Rhaenyra y Criston preparan un fuego. Los ataca un jabalí al que Rhaenyra acaba apuñalando. Durante la noche, Alicent y Viserys discuten sobre el futuro del reino. Viserys le explica a su esposa que eligió a Rhaenyra como sucesora porque era su única hija y quería defender el reino de Daemon, pero teme haberse equivocado.

Por la mañana, apresan un ciervo que Viserys mata con una lanza que le ofrece Jason Lannister. Por su parte, se presenta ante Rhaenrya el ciervo blanco que habían estado tratando de cazar desde el principio, pero ella no lo ataca y lo deja libre.

Alicent y Otto hablan sobre el futuro del reino: él tiene claro que Aegon será el rey de los Siete Reinos dado que, si no, sería el primer varón en ser desplazado como heredero.

Viserys por su parte se debate entre ayudar a Daemon a controlar a Craghas Drahar o no hacer nada, que viene siendo su política desde hace años. Se ve en una encrucijada porque ayudar a su hermano supone darle la razón en un conflicto que él no ha iniciado y en cuyo curso se niega a interceder. Finalmente se decide a enviarle ayuda a los Peldaños de Piedra.

Viserys y Rhaenyra vuelven a discutir por la necesidad de que ella se case cuanto antes para fortalecer la línea sucesoria. Le pide que encuentre alguien que le agrade como hizo él llegado el momento. Le promete por la memoria de su madre que no será suplantada.

La situación es muy complicada en los Peldaños de Piedra: Daemon recibe un mensaje del rey y entra en cólera matando a golpes al mensajero. La misiva apunta a que diez barcos con 2000 hombres van en su ayuda para ayudarle a ganar la guerra y que espera que regrese sano y salvo.

Daemon decide presentarse ante sus oponentes  para darse por vencido. Desenvaina su espada y se arrodilla ofreciéndosela pero cuando la toman de sus manos, reacciona atacando con fiereza y matando a cuantos se interponen en su camino. Incluso esquiva las flechas y consigue acercarse a su adversario.

Finalmente recibe dos heridas de flecha y se ve rodeado. En ese momento ataca un dragón que, junto con las tropas de Corlys Velaryon hacen mella entre el ejército de la Triarquía. Daemon acaba con el benefactor de cangrejos y lleva parte de su cadáver ante las tropas para que quede constatada su hazaña.

Poca acción y muy concentrada

El altísimo presupuesto de La casa del dragón se deja notar, pero solo en momentos puntuales y eso le pasa factura a los episodios por una doble razón: se echa toda la carne en el asador en las batallas multitudinarias y para mostrar el potencial bélico de los dragones en secuencias brutales, pero el resto del metraje por contra es laxo, carente de emoción y hasta roza el aburrimiento.

Da la sensación de que el único personaje fijo que consigue imprimirle tensión narrativa a la historia es Daemon porque solo cuando él aparece hay acción no solo en el sentido de violencia sino también como motor del resto de los personajes, a los que "obliga" a tomar posiciones y salir de su zona de confort.

Ni siquiera los majestuosos interiores, ni los arcianos o las partidas de caza lucen espectaculares, como en la serie original, en la que cada elemento de la mitología resultaba tremendamente atractivo, único y especial. Todo se escora a una fantasía medieval mucho más estereotipada y simple que hemos visto mil veces y no le hace justicia a la historia.

 

Si ya había quedado bien claro cuál era el conflicto principal: la falta de un heredero varón para Viserys, ahora ya se ve a las claras que los problemas para Rhaenyra vienen de la mano del primer hijo varón de Viserys y Alicent, Aegon, que precipita nuevas tensiones en un rey inseguro de la idoneidad de su decisión de nombrar heredera a su hija, pero aún implicado en procurarle cierta felicidad.

La serie se recrea en estas cuestiones durante tanto tiempo que hay personajes que no hacen siquiera acto de aparición a pesar de que parecían claves en los dos primeros episodios. En suma, este tercer episodio de La casa del dragón es el más flojo hasta el momento con un anticlimático final, además, en el que la principal amenaza queda barrida sin que seamos testigos de ello.

De modo tal que, aunque parecía que Craghas Drahar iba a ser una suerte de Rey de la Noche cuya amenaza se iba a dosificar mucho mejor, nos ha durado un suspiro. El brutal personaje interpretado por Daniel Scott-Smith ha conseguido aumentarnos las pulsaciones con cada aparición (y se merecía un final más épico, todo hay que decirlo).

VALORACIÓN:

Los problemas de La casa del dragón se van revelando a medida que avanza la trama: todo lo relacionado con las guerras y los dragones luce espectacular, pero el desarrollo de los personajes y sus conflictos resultan mucho menos emocionantes de lo previsto. La política sucesoria aburre soberanamente.

LO MEJOR:

La guerra de Peldaños de Pierra contra la Triarquía, la alianza de las Ciudades Libres Lys, Myr y Tyrosh encabezada por Craghas Drahar.

LO PEOR:

Se detiene durante demasiado tiempo en los asuntos políticos derivados de la necesidad de que Rhaenyra contraiga matrimonio. Es un episodio aburrido.
Hobby

70

Bueno

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Etiquetas: HBO Max