Películas de acción que no tienen un solo segundo de tranquilidad y te atrapan desde el comienzo

El cine de acción es, probablemente, una de las opciones preferidas por los consumidores de productos audiovisuales. Poco a poco, las series se han abierto paso con el establecimiento y la consolidación de las plataformas streaming como Netflix, HBO Max y Amazon Prime Video. Pero una buena película de acción es una buena película de acción.

Las películas de acción pueden tener múltiples géneros, a pesar de compartir ciertas similitudes entre sí. Pueden ir desde las películas de superhéroes hasta los thrillers psicológicos o incluso la típica película de héroe norteamericano que lucha contra todo y contra todos, y se abre paso entre un sinfín de obstáculos para salvar al país o a su familia de la destrucción.

Lo mismo sucede con títulos como Fast and Furious, una saga que ahora avanza hacia su décima y penúltima entrega, hacia su inexorable final. Sin embargo, los cinéfilos siempre están buscando películas de acción frenéticas, con un ritmo demoledor y una tensión mayúscula, de estas que te atrapan desde el primer minuto y no te sueltan en todo el metraje.

Por eso, en Hobby Consolas hoy queremos proponeros una lista de películas de acción trepidantes. Una serie de filmes diferentes entre sí, procedentes de distintas épocas, pero con la virtud de que poseen un ritmo brutal de principio a fin. Si estáis preparados, ¡coged boli y papel y muy atentos a las recomendaciones que os traemos!

Infiltrados (2006)

Dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jack Nicholson y Matt Damon —entre muchos otros—, esta película supuso el primer Oscar a Mejor Película para el cineasta italoamericano. Quizás, de los pocos talentos del séptimo arte que tienen dos Palma de Oro frente a una sola estatuilla de la Academia de Cine.

Infiltrados es un terremoto de acción de principio a fin. Cuenta la historia de la corrupción policial, la influencia de las mafias en los estamentos políticos y los peligros que conlleva una vida dedicada al hampa. Una dosis alucinante de adrenalina y violencia con una dirección soberbia y un reparto antológico y meteórico.

Kingsman: Servicio secreto (2014)

Dirigida por Matthew Vaughn y protagonizada por Colin Firth y Taron Egerton, significó el inicio de una franquicia fabulosa que ya cuenta con varias entregas y un spin-off. Siempre que Matthew Vaughn está de por medio, eso es sinónimo de acción a raudales, mucha sangre, algo de humor y, sobre todo, muchísima diversión.

Kingsman: Servicio secreto parte del inmortal legado de las películas de espías como James Bond o Jason Bourne. Sin embargo, le da un vuelco humorístico y comiquero insuperable. Pocas películas se ven con tanta felicidad y resisten al paso de los visionados con un carácter tan estoico.

Oldboy (2003)

Dirigida por el admirado Park Chan-wook, este «sueño húmedo» de Quentin Tarantino fue carne de videoclub y uno de los bombazos asiáticos más espectaculares que ha vivido Occidente. Una película que, de principio a fin, te tiene atrapado con el nivel de acción, el montaje frenético, los personajes deconstruidos y la violencia descomunal.

Baby Driver (2017)

Dirigida por Edgar Wright y protagonizada por Ansel Elgort, Jamie Foxx y Jon Hamm, este peliculón fue la prueba de que Marvel Studios debió permitir mayor libertad creativa al cineasta que iba a encargarse de Ant-Man. Una lástima cómo fueron las cosas, pero qué auténtica delicia cinematográfica nos regalaron.

Baby Driver es un escándalo audiovisual, la demostración perfecta de que Edgar Wright no solo tiene un profundo conocimiento sobre el séptimo arte, sino también sobre la música. Imposible no ver esta película, ponerte unos cascos de música y no desear pisar el acelerador hasta perderte más allá de donde la ciudad pierde su nombre.

El quinto elemento (1997)

Dirigida por Luc Besson y protagonizada por Bruce Willis, Gary Oldman y Milla Jovovich, esta fue la película que probablemente aupó al director francés como uno de los cineastas más interesantes de su generación. Un filme con mucha personalidad, con alma de blockbuster, con carácter de taquillazo y con una profundidad elegante.

El quinto elemento es esa clase de película que, con el paso de los años, guardas en la memoria con mayor cariño. Y, a pesar de la inevitable sensación de envejecimiento que contiene, es una cinta fabulosa que seguirá influenciando obras posteriores de la ciencia ficción.

John Wick (2014)

Dirigida por Chad Stahelski y protagonizada por el renacido Keanu Reeves, estamos delante de uno de los acontecimientos más extraños, rocambolescos e inesperados de la pasada década. Una película que creció sin necesidad de plataformas streaming, pero alejada de los cines. Quizás, el último exponente de las copias domésticos de nuestro mundo.

John Wick no era solamente otro día para matar, sino que trajo de vuelta a Keanu Reeves en nuestras vidas y abrió las puertas de un universo —el del Continental¬— que desconocíamos, pero del que nos enamoramos perdidamente en cuestión de minutos. No era solo un perro. Era el maldito John Wick. Y con John Wick no se juega, ¿queda claro?

Al filo del mañana (2014)

Dirigida por Doug Liman y protagonizada por Tom Cruise y Emily Blunt, esta película de acción frenética y energía desbordante esta basada en un grandísimo manga y se sostiene en dos conceptos fabulosos: la vertiente bélica y el concepto de «el día de la marmota». El mejor videojuego hecho película que podemos recordar en estos momentos.

Heat (1995)

No podía hablar de películas de acción y dejar fuera a Michael Mann. No, eso debería estar prohibido. Estoy seguro de que mi padre no me lo habría perdonado jamás. Y menos si estamos hablando de Heat, uno de esos bombazos noventeros que han dejado una huelle indeleble en la historia del séptimo arte.

Heat es una película que junta a Robert de Niro con Al Pacino, haciendo exactamente aquello que Francis Ford Coppola no llevó a cabo en El Padrino: Parte II. Una cinta sobre ladrones, criminales y detectives que cuenta con secuencias de acción memorables, pero, sobre todo, escenas con diálogos que podríamos recitar de memoria.

Mad Max: Fury Road (2015)

Ya que estamos, que alguien me explique cómo un director tan anciano como George Miller pudo orquestar un rodaje como el de Mad Max: Fury Road y rodar una de las mejores películas de acción de la historia del cine. Así, sin tapujos. ¿Para qué perder el tiempo? Lo es. Adrenalina, acción, velocidad, ritmo, frenesí, violencia. Todo, ejecutado de diez.

Protagonizada por Tom Hardy y Charlize Theron, Mad Max: Fury Road fue una revisión de la mitología que lideró Mel Gibson en su día. Una revitalización fresca y moderna que fue todo un éxito —tanto público como crítica y Academia— y que ha permitido que ahora se esté preparando una precuela sobre Furiosa.

Matrix (1999)

Dirigida por las hermanas Wachowski, Matrix fue una revolución en todos los sentidos. Marcó un antes y un después en la historia del cine y abrió la puerta a una saga cinematográfica de la que, a día de hoy, se sigue hablando. Una obra maestra sin precedentes que cerró el milenio lanzando una serie de preguntas existenciales inabarcable.

Matrix lo es todo. Es una película de acción con secuencias que han sido replicadas hasta la extenuación, pero también un profundo ejercicio reflexivo que recuerda a las mejores historias de ciencia ficción de la literatura universal. Una pieza sin parangón que no podíamos dejar fuera de esta lista de grandes películas de acción con frenesí.