Sky rojo: los creadores y elenco hablan de la arriesgada apuesta de Netflix
No os vamos a engañar: Sky rojo no es ni mucho menos para todos los públicos, pero sus creadores, Álex Pina y Esther Martínez Lobato defienden su proyecto con los dientes.
Ambos son, como acreditan sus trabajos anteriores, dos pesos pesados de la ficción televisiva española. Llevan dando caña desde los años 90 habiendo estado involucrados en series como Médico de familia, Los Serrano, Periodistas, Los hombres de Paco o El barco aunque sobre todo, los conocerás por el sobrenombre de "los creadores de La casa de papel".
No es baladí: la sido una de las series que mejor han funcionado a nivel internacional y está a un paso de alcanzar su final con una última y explosiva temporada.
Suyas son también otras dos series que han dado mucho que hablar como Vis a vis (con epílogo incluso Vis a vis: El oasis) oEl embarcadero, también protagonizada por Verónica Sánchez.
Después de su escandalosa serie White Lines, otra original de Netflix, han decidido dar un paso más al frente con Sky rojo creando una curiosa mezcla de géneros en la que el ritmo y el color son claves... y donde abrazan la polémica y el morbo sin escrúpulos.
Pina lo tiene claro: querían un clímax constante en una suerte de road movie secuenciada para la audiencia actual en episodios cortos y que incitaran a consumirla del tirón: "La sensación que teníamos es que cuando llegas al tercer acto es cuando llega la diversión y queríamos hacer un tercer acto constante".
La primera temporada, compuesta por ocho episodios que apenas llegan a los 25 minutos de duración arranca mañana, 19 de de marzo mientras que la segunda, ya grabada, será la que en principio cierre la trama. Y como Esther Martínez Lobato dice: "no hay donde esconderse" porque cuando lo tienes todo tan condensado no hay relleno posible en la trama.
Como es evidente la idea es hacer un thriller de acción en el que no falta un retorcido sentido del humor pero tampoco un dardo envenenado para hacer pensar a la audiencia en la prostitución, una realidad que está próxima a todos nosotros pero ante la que decidimos hacer la vista gorda.
"En esta serie nos metemos en psicologías muy fascinantes que por desgracia, para mí personalmente, están basadas en personajes reales. Gente que considera que la venta de personas está bien y es un negocio, gente que cree que la vida de las personas no vale nada", recalca Esther.
Lo realmente complicado es hacer frente a este circo de tres pistas: comedia, drama y acción y conseguir un equilibrio que no haga que Sky rojo no parezca una obra frívola o vacía. Pina sentencia: "la comedia es un género maravilloso para contar grandes dramas" ya que permite "sorprender al espectador en un flujo de disfrute".
La actriz Lali Espósito abunda en esta idea: "La trata de mujeres es un drama del que nadie se quiere hacer mucho cargo, así que la serie tiene la virtud de entrar en materia sin necesidad de que sea un documental. Te da ese golpe en la cara desde otro lugar, que no es el de adoctrinar". "Cuando se crea ficción es un reflejo de la realidad, pero esta no es una serie denuncia, es entretenimiento absoluto", añade Yani Prado.
Pero... ¿De qué trata la serie?
Ya el comienzo de Sky rojo resulta bastante arrollador: tres prostitutas llamadas Wendy, Coral y Gina (Lali Espósito, Verónica Sánchez y Yani Prado respectivamente), se ven obligadas a huir del Club Las Novias, un local de alterne ubicado en Tenerife en el que viven y trabajan, en el momento en el que una de ellas hirie de gravedad a Romeo (Asier Etxeandia), su proxeneta.
Las tres mujeres tienen su propia historia personal y un origen distinto: una cubana, una argentina y la otra española, pero eso no impide que decidan colaborar para sobrevivir. Juntas emprenden un viaje de carretera sabiendo que sus vidas corren peligro.
Moisés y Christian (Miguel Ángel Silvestre y Enric Auquer) son los dos hermanos sicarios de Romeo y son enviados por él para atraparlas a toda costa. Ellos, sin embargo, lidian con sus propios problemas: la conciencia y un historial de violencia y consumo de drogas que dificultad esta tarea.
Los personajes de Sky rojo
¡Otro reto! "Llevar toda la carga de personajes con esta malignidad dentro a un retrato de entretenimiento como es la serie es muy complicado pero también es muy enriquecedor", asegura Martínez Lobato.
"Como espectador te fascina que haya una mente tan perversa e inteligente como Romeo, o tan ambiguo moralmente como Moisés y en el caso de Christian, cómo es posible que haya un tipo tan sumamente perdido y sin brújula, tan desamparado y tan huérfano como para no tener ningún arma emocional a la que agarrarse para cambiar", añade.
Asier Etxeandia habla de Romeo, su personaje teniendo claro que necesitaba algunas pinceladas para componerlo pero también con la idea en mente de no dejarse arrastrar por ningún cliché: "Necesitaba saber algunas cosas: cómo iba a vestir, si tenía una familia y tiene el Guggenheim de los puticlubs, ¿cómo se come todo eso? [...] Romeo es como Baco, un Dios, que ha creado ese universo, adoctrina a los demás, les convence de su poder, esa manipulación que parece que ayuda pero en verdad manipula".
"Romeo tiene muchísimo carisma, es egocéntrico, siempre cree que hace un bien a la sociedad pero lo más interesante de él es que este tío con tantísimo poder le rompen el corazón y el cuerpo. Lo interesante es ver como reacciona después de ser tan agredido, ahí viene la comedia, el humor negro, en eso es cierto que es el personaje más límite que he hecho", asegura el actor.
Una paleta cromática amplia, neones, lentejuelas y purpurina
Si La casa de papel contaba con el rojo como color vehicular y Vis a vis con el amarillo, en Sky rojo se busca una nueva identidad visual por medio del uso del color: “Cada creativo y productora, busca su propia identidad. Nunca habíamos tenido tanto color, tanta explosión de colores, de neones, colores además fuertes, como los de las burbujas en el club", dice Pina.
Miguel Ángel Silvestre además recalca los valores de la producción, teniendo claro que ha trabajado "con los mejores equipos de profesionales" y que ellos le han dado a la serie no solo el aspecto, sino una identidad muy particular.
"A pesar de que ya el guion del primer capítulo me pareció una auténtica locura (en el mejor sentido), cuando lo vi montado pensé que ya nada podía sorprenderme más. Es una serie en la que todos los departamentos han buscado el extremo", apunta Verónica Sánchez.
Tensión constante
Para Miguel Ángel Silvestre una de las mayores dificultades ha sido "mantener el ritmo frenético todo el momento. [...] Es una virtud de la serie, hoy por hoy, con un sistema en el que va todo tan rápido, es una explosión de fuegos artificiales. Cuando ves la serie, son puntos tan álgidos que hacen que no puedas despegar los ojos de la pantalla y eso requería de mucha energía. Ese fue el reto: estar arriba durante tantos meses de rodaje".
Lali Espósito lo resume de esta forma: "Me sentí muy honrada por tener la posibilidad de contar algo de lo que pocos hablan, y de esta manera: con esta fantasía, con esta locura, con todos los departamentos luciéndose y haciendo algo que ni en España ni en el mundo se ha hecho".
Si os ha picado la curiosidad, ya sabéis que tenéis una cita mañana en Netflix con Sky rojo. Eso sí, recordad dejar a los menores lejos del televisor y preparaos para un viaje, como poco, singular.
Descubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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