Hayao Miyazaki no pierde de vista a la competencia, y considera a los demás animadores como "rivales"

A estas alturas hay poco que decir sobre Hayao Miyazaki (Miyazaki Hayao) que no se haya dicho ya. El cofundador de Studio Ghibli es uno de los referentes absolutos del anime, y así ha sido durante más de cuatro décadas.

Incluso con sus retiros temporales pausando su carrera, Hayao Miyazaki ha sido capaz de firmar películas imprescindibles como El castillo en el cielo, Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro o, más recientemente, El chico y la garza.

Con un legado impresionante a sus espaldas y proyectos futuros ya en marcha, se podría pensar que Hayao Miyazaki dejó atrás esa rivalidad que todo profesional puede tener con sus colegas de profesión, pero no es así.

El legendario director y animador mantiene sus viejos hábitos y, básicamente, ve a todos los demás animadores de la industria como rivales en potencia.

Hayao Miyazaki: un maestro competitivo

Así lo ha admitido recientemente Gorō Miyazaki (Miyazaki Gorō) en el Festival Internacional de Cine de Cannes, donde ha recogido la Palma de Oro Honorífica en nombre de Studio Ghibli.

Durante la rueda de prensa que concedió (vía Comicbook), el hijo de Hayao Miyazaki, también director, ha destacado la mentalidad de su padre a la hora de ver a los demás animadores de la industria.

"Incluso a su edad, aún piensa que todos los demás animadores que lo rodean son rivales. No importa si son más jóvenes que él, si lo apoyaron mientras trabajaban como parte de su personal, si son gente que trabaja en Ghibli o en otros estudios.

Si son animadores, son rivales, todos ellos. Y como son sus rivales, no les hablará de sus ideas hasta que haya resuelto los detalles a la perfección".

Hayao Miyazaki es protector con su trabajo, y con razón. El padre de películas inolvidables del anime ha demostrado ser un genio en la industria al que todos aspiran a superar, por lo que es normal que quiera que su legado permanezca en lo más alto cuanto sea posible.