Nostalgia en la pantalla: ¿Por qué nos gusta tanto evocar el pasado con series como Stranger Things?
Mirar al pasado siempre ha tenido un atractivo especial. Puede parecer que es "algo reciente", pero en realidad es un sentimiento con mucha historia en el mundo audiovisual.
Evocar tiempos más sencillos, donde uno no tenía que preocuparse (generalmente) de guerras, pandemias o de qué hacía el político o la política de turno, es algo que despierta en nosotros una sensación que definimos comúnmente como nostalgia.
Esa nostalgia es un sentimiento presente en los humanos desde que el mundo es mundo y nuestros ancestros cobraron inteligencia. Llega determinado momento en la vida en el que miramos atrás con ciertas notas amarillas, agridulces. Y ojo, no implica que tengas más años que el Sol, no son pocos los adolescentes que ya desarrollan su ración de nostalgia por su tiempo siendo pequeños.
El mundo audiovisual, especialmente a partir de la explosión de la cultura pop, ha hecho de la nostalgia todo un negocio. En un mundo cada vez más interconectado, donde las noticias vuelan más que nunca y donde puedes saber si alguien se ha sacado un moco al otro lado del mundo en cuestión de un segundo, evocar tiempos sencillos se antoja muy placentero.
He abierto el blog con una serie que, probablemente, evoca la nostalgia mejor que la gran mayoría de producciones. Stranger Things ha hecho del fan service nostálgico todo un arte. Los hermanos Duffer saben dónde tienen que apuntar a la hora de evocar recuerdos del pasado.
Ni siquiera hace falta que hayamos nacido en Estados Unidos, muchos hemos tenido infancias parecidas a las de las pandillas o nos sentimos identificados con ellos a través de películas como Los Goonies o E.T. el extraterrestre.
No podemos olvidar que muchos de nosotros nos hemos criado con la cultura de la televisión y el cine. Hemos, literalmente, "mamado" de la teta de la cultura pop desde pequeños. Y eso no solo aplica al cine y la tele, los videojuegos tienen su buena ración de nostalgia. Pero dejaré que Quesada siga siendo el gobernador de lo retro en cuanto a videojuegos.
Ciertamente, Netflix ha convertido la nostalgia en toda una tendencia. Series como Archivo 81 han utilizado la tendencia de los VHS como hilo conductor para una historia fantástica de "casi terror". Del mismo modo, la trilogía de La calle del terror estrenada en 2021 sacó a relucir aquellos relatos de R. L. Stine. La de libros de Pesadillas que tengo por ahí guardados todavía...
También tenemos el reciente caso de Metal Lords, la película sobre el Heavy Metal que, pese a ambientarse en la actualidad, es una oda a los temazos del género de finales del siglo XX.
Pero Netflix no es la única plataforma que hace de la nostalgia un negocio. True Detective, de HBO, por ejemplo, jugó de forma espectacular esa carta, llevándonos a los 90. Es cierto que la perspectiva es diferente, pero nos hacía recordar esos thrillers donde los accesos a ordenadores, móviles y similares eran casi relatos de ciencia ficción.
Y hablando de ficción, la nostalgia llega incluso a través de mundos ficticios. No es ninguna sorpresa que Jurassic World: Dominion vaya a contar con el trío protagonista de Jurassic Park. El propio tráiler de la película de Colin Trevorrow es una declaración de intenciones de querer sacar al chaval que vio a un T-Rex comerse a un abogado en unos aseos.
Franquicias como Star Wars o Star Trek también están jugando a ese juego. Star Wars apuesta por el factor nostalgia a base de referencias después de los patinazos de la trilogía de las secuelas, pero le va a volver a dar una oportunidad con la serie de Obi-Wan Kenobi.
Star Trek Picard ha traído de regreso a Patrick Stewart como Jen Luc Picard, y la nueva serie de Strange New Worlds rescatará a la tripulación original de la USS Enterprise de aquel episodio piloto de la serie original.
¿Esto es algo actual? No lo es. Muchos recordaréis series como Aquellos maravillosos años que, precisamente, jugaban con la nostalgia como herramienta principal.
Series como Los Simpson también han dado uso a ese sentimiento nostálgico. De hecho, las revisiones del pasado de los personajes enfadan tanto a muchos fans porque "choca" contra su propia nostalgia. Sin embargo, esas revisiones se realizan para evocar la nostalgia de los espectadores más jóvenes de la serie.
El anime, por ejemplo, tiene una "categoría no oficial" denominada "recuerdos de la vida". Que un anime apele a la infancia con frecuencia es un recurso narrativo para hacernos evocar aquellos años en nuestra vida.
Tampoco es casual que una cantidad ingente de series de animación japonesa estén protagonizadas por niños o adolescentes. Existe esa complicidad, esa conexión emocional y sentimental que nos hace empatizar con ellos. Todos hemos sido niños. Y, si bien no todos recordamos nuestra infancia con cariño, una amplia mayoría sí lo hace. La imagen de Anohana viene al pelo.
Podríamos pensar que, con ver una serie de la época, sirve para alimentar nuestra nostalgia. Sí, y no. Hay cierto encanto en ver a actores jóvenes interpretando a personajes no tan diferentes a ellos, pero con menos recursos tecnológicos, especialmente cuando nos identificamos con esa época.
Podría seguir divagando con el tema de la nostalgia, cual abuelo cebolleta recordando tiempos mejores y que "antes todo esto era campo", pero terminaríamos rizando el rizo.
¿A vosotros os llama la atención que una serie, una película o un documental tenga toques retro que os haga evocar aquellos años donde la mayor preocupación en vuestra vida era llevar buenas notas a casa?
El caso siempre será el mismo: siendo pequeños, "deseamos" ser adultos. Siendo esos adultos, deseamos volver atrás en el tiempo y darle un capón a aquel crío imberbe y decirle "tú a callar, niño, y comparte el Frigopie".
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