El legendario Resident Evil 4 que nos pasmó en GameCube regresa con un remake más impactante visualmente y ágil en lo jugable. La pesadilla ha vuelto, Leon.
El festival de lanzamientos de videojuegos para el primer trimestre de 2023 continúa imparable y ahora se acerca el turno del esperadísimo remake de Resident Evil 4, que llegará el 24 de marzo para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC.
Aunque aún no hemos podido catarlo de primera mano (¡Lord Sadler, qué ganas!), sí hemos podido ver una serie de vídeos que exploran en profundidad tanto el nuevo y espectacular aspecto técnico como las diferentes variaciones en la dinámica jugable.
Al igual que en el juego original que nos asombró en GameCube allá por 2005, el protagonista es un Leon Kennedy ya más madurito que viaja a un recóndito paraje de Europa (¿reconocerán por fin que es España?) para encontrar a Ashley Graham, la hija desaparecida del presidente de EEUU. Una vez allí, descubrirá que los pueblerinos tienen más peligro que un orujo a destiempo.
Uno de los cambios que ya se aprecian en los vídeos de gameplay está en la exploración, concretamente en el uso de la lancha.
Como recordaréis, Leon la usaba en el original en algunos momentos más bien "ambientales", pero aquí podremos manejarla con más libertad para llegar a zonas secundarias o buscar desafíos extra para ganarnos algunas espinelas. En cierto modo, recuerda a lo que hemos visto en los nuevos God of War.
No faltarán los típicos puzzles basados en pulsar interruptores en un orden concreto o las máquinas de escribir que nos servirán tanto para salvar la partida como para reorganizar nuestras armas.
A la hora de combatir, se nota que han buscado una dinámica más fluida y menos encorsetada. Por ejemplo, al pelear con los ganados, podemos dispararles a la pierna para hacer que se detengan un momento y vengan cojeando hacia nosotros, momento que podemos aprovechar para lanzar un brutal remate que los deje en el sitio.
También podemos protegernos y deflectar un ataque si pulsamos el botón en el momento justo, lo que da una mayor sensación de que Leon es un luchador ágil y no uno que se mueve "a plazos". Lo hemos visto cuando pelea contra los acólitos, pero también cuando se las ve con un corpulento garrador que ya nos hizo sudar tinta en el original y que aquí parece igual de puñetero.
Al igual que en el original, después de acabar con el aspecto externo de los enemigos, normalmente aparecerá el enorme y agresivo parásito interior, que será más peligroso aún. Disparar a su base suele ser bastante efectivo... siempre que dejen de moverse, los puñeteros.
En cuanto a las armas, podremos adquirir y mejorar las que ya teníamos gracias a los encuentros con el buhonero, pero además, podemos jugar mejor con los espacios del ya clásico maletín, hasta añadir algunos colgantes que aportan mejoras menores, como un mayor aumento de salud al consumir huevos.
Parece que la ballesta dará mucho juego y podremos, por ejemplo, equipar los virotes con minas explosivas, aparte de lanzar granadas de todo tipo que nos salven el pellejo cuando estemos rodeados.
Siguiendo con esa mayor fluidez que persiguen los desarrolladores, los QTEs desaparecen casi por completo, algo que se nota especialmente en el combate contra Krauser, el cual dependía casi en su totalidad de ese recurso. Ahora, todo dependerá de nuestra habilidad atacando, fintando y bloqueando, aunque habrá algún momento de pulsación de botón rápida.
Pero sí, ya sabemos que muchos os estaréis haciendo la pregunta: ¿qué pasa con Ashley, va a volver a ser un estorbo durante los combates? ¿Tenemos que seguir escoltándola durante buena parte del juego?
Bueno, siendo justos, es verdad que se ha incorporado una dinámica más simple para la interacción con ella: podemos hacer que se mantenga cerca o lejos con un solo golpe de botón, sin tener que marcarle ubicaciones concretas.
Pero, por supuesto, Ashley podrá ser alcanzada por los enemigos e incluso secuestrada. Si se la llevan demasiado lejos, llegaremos a un game over inmediato... Por tanto, sí, parece que nos va a tocar hacer de baby sitters de nuevo, al menos a partir de lo que hemos podido ver en estos vídeos. Seguro que se han dejado algún as bajo la manga.
Lo que salta a la vista, lógicamente, es el cambio técnico. Los gráficos, ahora basados en el RE Engine, presentan unos escenarios tremendamente detallados y llenos de zonas macabras, con zonas de tortura, retales moviéndose al viento y angustiosos pasillos que recuerdan a lo visto en Resident Evil Village.
Los efectos de iluminación, de humo o de partículas ayudan a que el conjunto sea mucho más impactante, sobre todo en escenas como las del uso de la catapulta para el asalto al castillo. ¡Demonios, si hasta el finísimo pelo de Leon se mueve que da gusto cuando él corre! Estamos deseando ver cómo lucirá todo esto al usar el juego con PSVR2.
Hablando de este, aunque su diseño es el que ha cambiado menos comparativamente, sí se nota un esfuerzo por modernizar a secundarios como la propia Ashley o el desquiciado de Salazar, para que todo esté más en línea con lo que vimos en los correspondientes remakes de Resident Evil 2 y 3 y que su expresividad sea mucho más convincente.
¡Y sí, confirmamos que los ganados ahora no hablan ese criticado "español neutro"! Ahora su acento, aunque algo chocante (a fin de cuentas, están como un cencerro), sí parece más "europeo", ya sabéis a lo que nos referimos.
En conjunto, estos 18 minutos de gameplay que hemos podido ver ayudan a que perciban un remake de Resident Evil 4 más fluido, más dinámico, que no renuncia a su historia, a sus puzzles o a sus pequeños momentos de exploración. Seguramente no vaya a ser una maravilla en lo referente a la innovación, pero con lo que hay ya nos dan ganas de decir "cohedlo, cohedlo"...
Descubre más sobre Daniel Quesada, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.