Análisis de Blasphemous II, una penitencia divina

Cuando alguien menciona Blasphemous, no podemos evitar sentirnos un poquito orgullosos. Que un juego tan increíble haya sido hecho aquí, concretamente en Sevilla, y además esté inspirado en nuestras tradiciones y en nuestra cultura, nos enorgullece un viaje, como dirían por el sur.

Pero el mayor motivo de orgullo es que The Game Kitchen, sus responsables, no se rindieron en ningún momento. Pelearon contra viento y marea para lograr que Blasphemous llegase a las tiendas. Y siguieron peleando y puliendo su obra hasta convertirla en uno de los mejores juegos españoles de la historia.

Y no lo decimos sólo nosotros: basta con pasarse por cualquier foro o cualquier vídeo y asomarse a los comentarios para ver que el mundo entero se ha arrodillado ante Blasphemous; ante sus brutales combates, su precioso pixel art, sus alucinantes jefes y su maravillosa banda sonora. 

Así que comprenderéis que le tuviésemos muchísimas ganas a su secuela. Y aunque todavía falta una semana para que llegue a las tiendas, ya podemos contaros qué nos ha parecido Blasphemous 2 tras completarlo de principio a fin, tras explorar todos sus rincones y tras ejecutar a todas las criaturas, tan terribles como divinas, que han surgido a raíz del nuevo milagro de The Game Kitchen.

El análisis de Blasphemous 2 para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC de HobbyConsolas:

• El gameplay de Blasphemous 2
• Nivel de dificultad de Blasphemous 2
• ¿Cuántas horas de juego dura Blasphemous 2?
• Apartado audiovisual de Blasphemous 2
• Cuánto cuesta Blasphemous 2 y dónde puedes jugarlo
• La opinión de HobbyConsolas de Blasphemous 2
• Nota: lo mejor y peor de Blasphemous 2

Jugabilidad y gameplay de Blasphemous 2 en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC

Como su predecesor, Blasphemous II es un juego de acción brutal, exploración y plataformeo, con gráficos pixel art y un estilo artístico y una historia inspirados por el arte y la literatura de la religión católica. Sin embargo, bastan tan solo unos segundos a los mandos para darse cuenta de que muchas cosas han cambiado y todas, o prácticamente todas, son para bien. 

Lo primero que salta a la vista es lo mucho que ha mejorado el movimiento de Penitente; los controles responden a la perfección y los momentos en los que tenemos que sacar partido de todas las habilidades de desplazamiento (entre las que hay muchas novedades) son una auténtica gozada. 

Para que os hagáis una idea de hasta qué punto ha mejorado el control, os podemos decir que no le guardamos ningún cariño a los desafíos plataformeros que introdujeron mediante actualización en el primer Blasphemous como parte de una colaboración con Bloodstained. Mientras que en Blasphemous 2, nos hemos quedado con ganas de más desafíos plataformeros.

Y si pensar en los pinchos os trae flashbacks de Vietnam, os alegrará saber que en Blasphemous 2 no se muere al caer en estas afiladas trampas... Pero sí se pierde un buen puñado de salud.

En lo que a la estructura se refiere, Blasphemous 2 también es más abierto... hasta cierto punto. Nos explicamos: a diferencia del primero, de este sí que se puede decir sin miedo que se trata de un metroidvania; las habilidades que obtenemos pasan a formar parte de Penitente al 100%, sin necesidad de equipar y desequipar objetos para disfrutar de sus efectos.

Y Blasphemous 2 es, durante toda su primera mitad, un muy buen metroidvania: podemos ir a por varios objetivos en el orden que queramos, no dejan de abrirse nuevas rutas para explorar, nos invita a volver sobre nuestros pasos una vez adquiridas nuevas habilidades e incluso, si sabemos cómo, podemos plantarnos en zonas muy avanzadas del juego prácticamente desde el principio.

Sin embargo, llegados a cierto punto, la estructura cambia y se vuelve más lineal, llevándonos a visitar y completar una serie de localizaciones en un orden preestablecido. No nos disgusta del todo porque creemos que está bien implementado y porque, en algunos casos, llegar hasta los marcadores no es tan sencillo como parece. 

Pero si en lugar de eso, pudiésemos visitar estas localizaciones con libertad y en el orden que quisiésemos, ahora estaríamos hablando de un metroidvania magnífico en lugar de uno muy bueno.

Y siguiendo con la jugabilidad de Blasphemous 2, hablemos ahora del combate, pues los cambios también son palpables desde los primeros minutos; nada más empezar la partida, debemos elegir entre tres armas diferentes: una espada para ataques equilibrados, un estoque y una daga para ataques veloces y un incensario para ataques pesados.

Cada arma propone un estilo de juego muy diferente y cuenta con un árbol de habilidades propio que las diferencia todavía más a medida que invertimos puntos. Lo mejor de todo es que no estamos limitados sólo a una, pues al avanzar en la aventura podemos -y debemos- obtener las otras dos. 

Alternamos entre ellas pulsando un botón y el juego nos invita continuamente a hacerlo, tanto al combatir como al explorar, porque las armas también tienen un papel muy importante en el desplazamiento, actuando como herramientas que nos permiten acceder a nuevos lugares. 

Los rezos, el nombre que reciben los ataques mágicos en Blasphemous 2, también funcionan de una manera algo diferente. Se dividen en dos apartados: los versos, que son ataques rápidos que consumen poco fervor pero no son especialmente dañinos, y los cantos, que son ataques mágicos muy poderosos, pero que también consumen mucho más fervor.

Otra novedad muy interesante de Blasphemous 2 son las figuras. Se trata de un sistema que recuerda en parte a los amuletos de Hollow Knight: al avanzar en la historia y cumplir determinados requisitos, obtenemos estatuillas que podemos colocar en el retablo de Penitente. Cada figura proporciona algún tipo de ventaja, permitiéndonos enfocar la acción hacia un estilo de juego o arma en concreto.

Lo más interesante de este retablo de favores es que existen sinergias entre algunas figuras, lo que nos invita a combinarlas para descubrir efectos secretos realmente poderosos. Y ojo, porque esto no significa que el rosario haya desaparecido: sigue muy presente, aunque ahora los efectos de las cuentas tienen un papel principalmente defensivo.

Si combinamos todas estas novedades, el resultado es que Blasphemous 2 ha mejorado una barbaridad en lo jugable. Da gusto moverse, da gusto pelear y da gusto pararse a personalizar las habilidades de Penitente trasteando con las figuras. 

Ahora bien, sigue sin ser del todo perfecto: la mayor frustración que nos hemos encontrado al pelear tiene que ver con el daño por contacto con los enemigos, que en ocasiones da pie a situaciones que son un pelín injustas. Especialmente cuando nos arrinconan... o cuando nos derriban y antes de levantarnos ya nos están golpeando otra vez.

Las ejecuciones, que son uno de los elementos más recordados del primer Blasphemous, aquí han perdido algo de protagonismo. Siguen existiendo y siguen siendo brutales, pero no son tan variadas y son menos habituales. Creemos que esto ha sido una decisión muy consciente, pues de esta manera la jugabilidad de Blasphemous 2 ha ganado en dinamismo.

¿Es difícil Blasphemous 2?

En lo que a dificultad se refiere, Blasphemous 2 mantiene un nivel muy similar al de su predecesor. No es un juego extremadamente difícil, pero sí desafiante. Y desde luego morir, se muere.

Aquí toca hablar de un aspecto muy importante y son los jefes de Blasphemous 2. Creemos que todos están muy bien diseñados; incluso aunque fracasemos repetidas veces, siempre queremos volver a intentarlo hasta derrotarlos. Y nunca sentimos que sean injustos.

Como sucedía en el primero, su diseño visual es tan impactante como creativo, y muchos de ellos sufren cambios a mitad de pelea para reflejar el inicio de la segunda fase, dando lugar a combates francamente espectaculares.

Sin embargo, hay unos cuantos jefes, especialmente los que combatimos durante la segunda mitad, que nos han parecido demasiado fáciles. Y esto es un problema, pues significa que apenas hay tiempo para apreciarlos; cuando queremos darnos cuenta, ya han caído.

En comparación, los jefes que hemos tenido que repetir varias veces, memorizando patrones de ataque y buscando estrategias, nos han parecido realmente memorables. Es una lástima porque, insistimos, todos los jefes están muy bien diseñados a todos los niveles, pero a algunos les falta ese puntito extra de dificultad para destacar como el resto. 

¿Cuántas horas dura la historia de Blasphemous 2?

Gracias a que nos han mandado el código de Blasphemous 2 con muchísima antelación (algo que agradecemos infinitamente, sobre todo en estas fechas), hemos podido jugar con tranquilidad, explorar hasta el último rincón y empaparnos con cada descripción del lore.

En total, completar la aventura al 100% y sacar los distintos finales nos ha llevado aproximadamente veinte horas, que nos parece una duración sencillamente perfecta. Evidentemente, y dado que se trata de un metroidvania, es posible terminarlo mucho más rápido... e incluso hay un logro relacionado con esto.

Ahora bien, sí echamos en falta algunos extras. Porque en Blasphemous 2 no hay skins alternativas, ni modo boss rush, ni Ascensión (nueva partida plus), ni jefes opcionales, ni rutas alternativas que den pie a nuevos enfrentamientos finales... ni minijuego retro.

Entendemos que es una crítica un poco injusta, pues todos esos contenidos llegaron al primer Blasphemous mediante actualizaciones tras el lanzamiento. Pero es inevitable contemplarlo y echar de menos todo eso aquí. O, al menos, una parte.

Pero todo sea dicho, aún nos quedan algunas cosas por encontrar y algún misterio por resolver. Y más importante aún es el hecho de que, mientras jugábamos a Blasphemous 2 tuvimos un pensamiento recurrente, un pensamiento poco habitual que sólo hemos tenido con los grandes juegos: no queríamos que se acabase.

Los gráficos y el sonido de Blasphemous 2

Había un apartado del primer Blasphemous que no creíamos que fuese posible mejorar... y sin embargo en The Game Kitchen se las han apañado para conseguirlo. Hablamos del apartado audiovisual de Blasphemous 2.

El estilo gráfico pixel art se mantiene, pero todo ha mejorado una barbaridad: el nivel de detalle en cada personaje y enemigo, las fluidísimas animaciones de Penitente, los efectos de cada ataque y rezo, lo curradísimos que están los fondos de todos los escenarios, siempre cargado de pequeños detalles... 

Pusimos el primer Blasphemous para hacer la comparación y nos sorprendió descubrir el gigantesco salto que hay entre uno y otro; puede que Blasphemous 2 sea uno de los juegos con el pixel art más bonito que hemos visto jamás.

Eso sí, hay que señalar que tiene una dirección artística diferente: es más luminoso y menos tétrico. Eso no quiere decir que no sea un juego con momentos muy gore o personajes y enemigos de diseño grotesco, pero desde luego tiene un tono diferente. El del primero era más "marrón" y el de Blasphemous 2 es más colorido, si es que eso tiene algún sentido.

Lo que no ha cambiado es esa constante sensación de misticismo, de estar pisando lugares santos y conociendo a personajes salidos de un relato bíblico o un cuadro de Goya. Blasphemous 2 está inspirado por las leyendas, las tradiciones y la arquitectura de las religiones católica y cristiana, así que vuelve a haber muchas localizaciones reconocibles, como la Catedral de Cádiz.

Igual que su predecesor, Blasphemous 2 esconde en las descripciones de los objetos pequeños relatos. Y tenemos que confesar que nos encantan; además de estar muy bien escritos y darnos detalles sobre los personajes y los escenarios, saber que estas historias están inspiradas en leyendas de nuestra propia cultura hace que sean más cercanas, más reales.

Y al tratarse de una secuela, Blasphemous 2 también contiene guiños a su predecesor. Trata con especial respeto al fan, regalándole momentos muy sorprendentes que sólo son posibles si se conoce muy bien el primer Blasphemous.

El único aspecto que no termina de convencernos en lo visual son las escenas de vídeo, realizadas por el estudio madrileño Sunshine Animation. Vaya por delante que son escenas trabajadísimas, pero su estilo visual, con una animación 2D muy limpia, rompe con el pixel art que presenta el resto del juego. 

Todo lo relativo al sonido de Blasphemous 2 es, simple y llanamente, de diez. La banda sonora, de nuevo compuesta por Carlos Viola y con ese estilo tan característico y tan "de aquí", es magnífica. Ya sean temas de exploración o melodías de combate, todos acompañan los pasos de Penitente con la misma firmeza y majestuosidad que una procesión.

En cuanto a las voces, Blasphemous 2 llega con doblaje al castellano de lanzamiento. Y, como era de esperar, vuelve a ser un trabajo de una calidad sublime. Todas las interpretaciones están a un nivel brillante, transmitiendo una pasión que llega a poner los pelos de punta. No en vano, cuenta con algunas de las voces más reputadas y veteranas de nuestro país.

Hay que destacar la variedad de acentos, pues además del andaluz y el castellano, hemos escuchado gallego y español latino.

Precio y plataformas disponibles

Blasphemous 2 se lanza el día 24 de agosto de 2023 para PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC. Las versiones para PS4 y Xbox One estarán disponibles a partir de otoño de este mismo año.

Blasphemous 2 está disponible en formato digital a un precio de 29,99 € en todas las plataformas. El mismo día 24 también se pondrá a la venta una edición física para PS5 (34,99 €), Xbox Series X|S (34,99 €) y Nintendo Switch (39,99 €).

Por el momento esas son todas las ediciones anunciadas, pero no descartamos que durante los próximos meses o años haya novedades, como una edición coleccionista de Blasphemous 2, pues sucedió algo similar con el primero.

Líbranos del mal

Decíamos antes que echamos en falta en Blasphemous 2 todos esos contenidos que llegaron mediante actualizaciones al primero. Pero aun sin ellos, esta secuela se lanza en muy buen estado, siendo ya un juego que recomendaríamos con los ojos cerrados a cualquier amante de las aventuras de acción y exploración o la fantasía oscura.

Así que más que lamentar su ausencia, estamos frotándonos las manos pensando en cómo podría The Game Kitchen expandir y mejorar su nuevo milagro. Porque tenemos la certeza de que no se van a rendir; pero esta vez no con el objetivo de salvarlo, sino de convertirlo en una auténtica obra maestra.

Por nuestra parte, ha sido una experiencia muy bonita poder jugar antes de tiempo a una obra de este estilo, desvelando (casi) todos sus misterios sin ayuda de guías de ningún tipo, descubriendo las combinaciones secretas de figuras, entendiendo para qué sirve cada nuevo elemento del escenario, encontrando a todos los hermanos de Próximo y averiguando los requisitos para sacar los finales.

Nos hemos obsesionado con Blasphemous 2 hasta el punto de haberlo terminado dos veces. Y todavía seguimos jugando, porque no nos hemos cansado. Eso debería ser prueba más que suficiente de lo orgullosos que estamos del juegazo que se han marcado una vez más estos sevillanos.