Análisis de Les Mills Bodycombat VR para PS VR2, o cómo usar tu visor de realidad virtual para ponerte en forma

Con el lanzamiento de PS VR2 para PS5 hace poco más de un mes, desembarcaron más de una treitena de juegos, desde exclusivos como Horizon Call of the Mountain a actualizaciones gratuitas de juegos como Gran Turismo 7 o Resident Evil Village, así como numerosos ports de juegos disponibles en otros visores y plataformas de realidad virtual.

Uno de esos juegos tiene el honor de ser, además, la primera aplicación de fitness para PS VR2, que proviene del estudio sevillano Odders Lab y, además, tiene muy buenas valoraciones en otros visores, como Meta Quest 2. Además, a diferencia de otras apps de fitness VR, no apuesta por un modelo de suscripción mensual.

Por eso, en el análisis de Les Mills Bodycombat VR para PS VR2 os vamos a contar cómo se adapta este tipo de experiencias deportivas a consola y si merece o no la pena. ¿Listos?

Para quien no lo sepa, Les Mills Bodycombat es un programa de entreno cardiovascular basado en distintos deportes de combate y artes marciales, como el boxeo o el karate entre otras disciplinas de contacto.

Es posible encontrar clases de las distintas disciplinas de Les Mills en prácticamente gimnasios de todo el mundo, y desde la pandemia, también en realidad virtual, que es justo lo que nos ocupa aquí.

En ningún caso hay sparring o contacto físico, y los golpes en encadenan al ritmo de la música, impactando sobre distintos tipos de "diana" que avanzan hacia nosotros como en muchos juegos musicales de realidad virtual. 

La mecánica es muy sencilla: tras introducir nuestro peso, altura y edad, el tutorial nos explica las bases, en qué consisten los ejercicios y lo que nos espera en cada prueba: golpes de boxeo (jabs, cross, ganchos...), esquivas de paredes y obstáculos inclinando nuestro cuerpo a un lado u otro o agachándonos con sentadillas, golpes hacia abajo, con el canto de la mano...

La novedad es que también se incluyen golpes de rodilla, aunque se pueden "falsear". Estos golpes son como las notas "sostenidas" de los juegos musicales, en los que cogemos una de estas dianas especiales, y la debemos tirar contra nuestra rodilla en un momento concreto (sobra decir que no es necesario levantar la rodilla, aunque entonces no estarás realizando el ejercicio).

Por decirlo de algún modo, si has jugado a títulos como Beat Saber y similares, puedes hacerte una idea de lo que aquí te espera a nivel de mecánicas, porque a la hora de jugar es "parecido", salvando las distancias.

Las notas de color morado son para la mano izquierda, las amarillas para la derecha, y dependiendo de su forma y orientación, debemos golpearlas de un modo u otro. En los primeros 5 minutos ya habrás aprendido a jugar a Les Mills Bodycombat VR.

La diferencia con otros juegos musicales es que aquí debemos "dar el golpe" al aire, no basta con poner la mano sobre la nota, y el software determina si lo has hecho con mayor o menor fuerza, lo que afecta directamente a nuestra puntuación final y a la retroalimentación háptica de los mandos PS VR2 Sense.

Eso sí, el juego viene con un descargo de responsabilidad por si realizas mal los movimientos y te lesionas o golpeas algo mientras juegas: debes tener una zona de 2 x 2 metros para jugar a Les Mills Bodycombat VR de manera segura, aunque nosotros hemos probado a jugar también en un espacio más pequeño y no hemos tenido problema.

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En cuanto a los posibles lesiones, Les Mills Bodycombat hace una cosa bastante bien, y es que los instructores te enseñan cómo realizar el ejercicio correctamente antes de empezarlo, es decir, cómo se realiza cada golpe. Y son ellos quienes lo ejecutan delante de ti para que lo veas.

Si luego te "flipas", estiras en exceso las extremidades al golpear al aire con fuerza (algo no muy recomendable de manera repetida y sobre todo intensa), ya es problema del jugador, no del juego.

Del mismo modo, Les Mills Bodycombat VR incluye cerca de 50 sesiones de entrenamiento, de duraciones variables entre 5 y 20 minutos de media, por si quieres empezar de manera suave, combinar distintas sesiones para hacer entrenos más largos... Ahí es el jugador quien elige el ritmo.

Hay sesiones de ritmo suave para calentar, otras de cardio para reventar, entradas en machacar una determinada parte del cuerpo... Son variadas y cumplen su cometido, y según el desarrollador, llegarán más en forma de actualizaciones gratuitas. Además, al terminar cada sesión puedes indicar cómo te has quedado (si ha sido suave, estás destrozado, etc.).

Lo mejor de todo es que, al empezar una sesión, "se nos unirán otros jugadores" para picarnos a ver quién consigue la mejor puntuación. Lo cierto es que no es ningún multijugador ni nada parecido, y parece que toma los datos de los fantasmas de otros jugadores para que nos piquemos. Y cumple su cometido, la verdad.

En líneas generales, es una fórmula probada y testada que funciona de maravilla gracias a PS VR2, posicionamiento, suavidad... las sensaciones son superiores a lo ofrece la versión de Meta Quest 2, sin que los gráficos supongan un increíble salto hacia adelante (cuenta con distintos escenarios de fondo, como un dojo japonés o una nave espacial).

Y así llegamos a una de las preguntas clave que muchos os estaréis haciendo: ¿es molesto el cable de PS VR2 para jugar en un juego deportivo? En mi experiencia personal no lo ha sido. 

He jugado con la consola delante mía y colocando el cable para que cayera por el pecho, y de este modo no me he enredado con él en ningún momento de ninguna sesión. En ese sentido, podéis estar tranquilos.

A pesar de la calidad general de la primera propuesta de fitness para PS VR2, hay cosas que no me han terminado de convencer. La primera es que Les Mills Bodycombat VR llega con las voces en inglés, y sin subtítulos en los tutoriales. Y es algo "grave", ya que la explicación de los golpes y rutinas no se realiza en nuestro idioma, y si no dominas el inglés, puedes perderte detalles.

Las opciones básicas de interfaz si están traducidas (como el nivel de intensidad de los entrenos, también indicado gráficamente con una llama y hasta tres puntitos), aunque no así el nombre de las sesiones, que sólo aparece en imágenes del menú y están sin traducir, como la explicación de la sesión, que está en "spanglish", algunas partes en inglés, otras en español. Es una cosa extraña.

Siguiendo con las voces en inglés, soy de los que detestan a los entrenadores parlanchines: es algo totalmente subjetivo y a mucha gente les motiva, pero a mí me provoca rechazo... y aquí no paran de hablar mientras estás realizando los ejercicios. Pero ni un segundo. 

Quizá no sea algo negativo para muchos jugadores, pero no está de más indicarlo, porque literamente los entrenadores no se callan ni debajo del agua. Al menos están sincronizados con lo que pasa en pantalla, y te felicitan después de una buena serie de golpes sin fallar y cosas similares.

También se echan en falta más ejercicios de patada: al no haber sensores para las piernas es comprendible, pero es una de las partes que también se trabajan en Bodycombat, y aquí está prácticamente desaparecida.

Por último, todas las opciones relacionadas con la motivación y seguimiento de nuestro progreso / objetivos se sienten un poco "en pañales". La definición de estos últimos es demasiado sencilla, ni tampoco tiene un sistema de medallas (por ejemplo, al quedar primero en un entreno), que te incite a seguir picándote. Falta "la zanahoria" que nos haga seguir dándole.

Pero aún con esas carencias, Les Mills Bodycombat VR es un interesante añadido al creciente catálogo de PS VR2, y una "rara avis" entre tanta aventura y juego de acción y disparo, como el reciente The Dark Pictures: Switchback VR, lanzado la semana pasada. Queda por ver el ritmo al que se actualizará e irá añadiendo nuevas sesiones y contenido.

Pero si te lo tomas como un complemento al juego puro y duro, una propuesta a la que recurrir regularmente para hacer algo de ejercicio entre partida y partida, Les Mills Bodycombat VR cumple con creces su misión, y abre la puerta a un uso hasta ahora no explorado en PS VR2.