Crítica del arranque de La casa de papel 5: empieza la guerra

Sacad vuestras máscaras de Dalí y preparaos para un intenso final de La casa de papelcon una quinta temporada que, eso sí, nos va a llegar racionada. Es, sin lugar a dudas, uno de los estrenos estrella de Netflix de esta semana.

Como bien sabéis ya, el desenlace de la temporada 4 nos dejó con un interesantísimo cliffhanger y ahora ha llegado el momento de dilucidar qué pasará a continuación y cómo se resolverá el segundo atraco de la banda, en esta ocasión a la reserva nacional de oro del Banco de España y con un doble objetivo: sacar el botín en forma de granalla y recuperar a Río.

Si necesitas un repaso sobre lo que está por llegar, ahí va la info:

La sinopsis oficial de La casa de papel 5 nos adelanta que, tras 100 horas de atraco, las cosas están más complicadas que nunca. El gran problema es que, después de que se revele el emplazamiento de la guarida del profesor, no hay un plan B para ayudar a los atracadores desde fuera.

Esto hará que, la recién llegada al Banco de España, la expolicía y gran amor del profesor, Raquel (alias Lisboa), se convierta en la nueva líder intelectual del atraco, tomando las decisiones estratégicas para tratar de salir del atolladero.

Va a ser particularmente difícil porque sus oponentes van a echar mano de todas las herramientas a su alcance para sacarlos de allí, lo cual pasa por llamar al ejército... pero no a cualquier división, sino a una especializada en maniobras moralmente reprobables, sin escrúpulos y con poco interés por mantener con vida a los civiles involucrados en el asunto.

Es decir, que ni siquiera les preocupará matar a los rehenes, que son considerados simples daños colaterales. Estos, por su parte, también se volverán más activos, protagonizando un inédito motín que hará mella en los asaltantes.

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Pósteres de La casa de papel Parte 5 con sus personajes principales (14 imágenes)

Con estos mimbres, y con el grupo puesto contra las cuerdas dentro y fuera del Banco de España, los guiones de La casa de papel 5 no aflojan la tensión, sino que la redoblan incurriendo en uno de los habituales problemas de las narraciones de los creadores de este éxito televisivo: asfixian sus propias series intentando mantener un clímax casi infinito.

Es lo que le ocurrió a Vis a vis, es lo que le pasa desde el mismo inicio a Sky rojo y aquí queda patente y manifiesto que en esta loca huida hacia adelante, como no pueden seguir subiendo escalas de tensión, porque ya han tocado techo, hay recursos que empiezan a repetirse y a parecer "manidos". Esto es lo que se llama morir de éxito. 

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Primeras imágenes de La casa de papel Parte 5 (6 imágenes)

¿Quiere esto decir que La casa de papel 5 ha perdido tirón? Sí y no. Quienes estén familiarizados y encariñados con los personajes siempre van a tener el motor del morbo por descubrir el destino final de todos ellos y la serie sigue sabiendo sacarle partido a su peculiar sentido del humor (hasta se cachondea de los "nombres de ciudades" del equipo) y al endiablado ritmo de la trama.

Es más, los valores de producción siguen siendo altísimos: está bien rodada y pone toda la carne en el asador, así que el entretenimiento está servido en bandeja. Pero la frescura se ha perdido, y un buen ejemplo de ello es la demasiado recurrente manía de guardarse ases en la manga que se van desvelando en flashbacks. Personajes brutales como Berlín están ya quemadísimos.

La voz en off de Úrsula Corberó, sigue siendo otra de las constantes gastadas que se mantienen: es quien nos narra los acontecimientos esenciales.

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Para realizar esta crítica solo hemos tenido acceso a los dos primeros episodios de la temporada 5A de La casa de papel, lo que implica que aún no sabemos cómo el fichaje de Rafael (Patrick Criado), el hijo de Berlín, experto en ciberseguridad formado en el MIT, va a terminar impactando en el devenir del atraco, pero está claro que será una pieza clave en el momento oportuno.

No es el único fichaje nuevo: ya hemos visto también el debut de Miguel Ángel Silvestre como el antiguo amor de Tokio, si bien queda también claro que no servirá solo para que su personaje reviva una intensa relación sino que también algo decisivo en lo que quiera que suceda con Río en el futuro. Tanto vaivén en la relación es un tanto exasperante, pero sigue siendo una subtrama relevante.

A la ecuación sumamos también a José Manuel Seda en el rol de Sagasta, el férreo comandante del ejército que es la encarnación del "final boss" de la serie... suponiendo que Alicia Sierra (Nawja Nimri) le ceda ese testigo.

Con sus luces y sus sombras, estamos ante el pistoletazo de salida para contemplar el final de una de las series españolas de mayor proyección y relieve internacional. Toca agradecer el espectáculo, que no cesa, aunque también sea inevitable contemplar su declive antes de expirar de forma definitiva. ¡Bienvenidos a la montaña rusa!