Crítica de Capitana Marvel, la nueva película de superhéroes

Marvel arranca por fin su recta final de la Fase 3. El UCM confluirá irremediablemente en la próxima Vengadores: Endgame, pero antes tendremos la historia de una pieza clave en ese clímax: la película de Capitana Marvel llega a las carteleras para que conozcamos mejor su trasfondo y asombrosos poderes.

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Esta vez, la acción nos lleva hasta 1995, antes de que el Capitán América saliera del hielo o de que Tony Stark se convirtiera en Iron Man por primera vez. Se trata, por tanto de un mundo que aún no está acostumbrado a los superhéroes. En ese particular contexto, Carol Danvers nos llevará a través de su historia como Capitana Marvel y soldado kree. Los que estéis un poco acostumbrados al universo Marvel sabréis que los kree y los skrull son dos razas extraterrestres que llevan en guerra una eternidad. La actriz Brie Larson interpreta a una de esas soldados kree, Vers, la cual es entrenada por Yon-Rogg (Jude Law, del que por fin sabemos su papel definitivo) para convertirse en una de las guerreras más poderosas del ejército kree.

Después de que una escaramuza contra los skrulls se tuerza, Vers se estrella en la Tierra y detrás de ella van los skrulls. Ella no recuerda bien su pasado y ve de vez en cuando fogonazos de su infancia. ¿Estuvo en la Tierra antes? ¿Quiénes son esas personas con el rostro de Annette Benning o Lashana Lynch que ve en sus flashbacks? Mientras intenta descifrar esos enigmas y dar cuenta de los skrulls (unos alienígenas cuya principal característica es que pueden cambiar de forma e imitar a cualquier individuo con el que se crucen), contará con la ayuda de un joven Nick Furia, que desde un puesto de menor rango en SHIELD intenta comprender qué está pasando.

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No os contamos nada más de la trama, porque, como era de esperar, Capitana Marvel esconde varios giros de guión (algunos de ellos muy, muy gordos) y nos explica varias incógnitas generadas por películas previas: si la Capitana Marvel es tan poderosa, ¿por qué no había actuado en crisis como la de la primera película de Los Vengadores? ¿Y cómo llegó Nick Furia a ser el que es? ¿Qué papel juega Ronan el Acusador en la contienda? Algunas de estas explicaciones os convencerán más que otras, pero no cabe duda de que la película de Captain Marvel es una pieza clave para conectar el puzzle del Universo Cinematográfico Marvel.

El tono de Capitana Marvel es el propio de una película de esta franquicia: destaca la acción por encima de todo, pero también hay algunas pinceladas de drama, misterio y, sí, también hay bastante hueco para el humor. El propio Nick Furia (con un Samuel L. Jackson de lo más cómico, sin que eso reste efectividad a su personaje) y el gato Goose son pilares fundamentales de ese apartado cómico. Lo que no nos esperábamos era que el líder de los skrulls, Talos (interpretado por un Ben Meldenson que desde Star Wars: Rogue One y Ready Player One ya nos tiene acostumbrados a ser un mandamás), también fuera una de las partes más cómicas de la trama. Lo curioso es que consiguen que esto funcione y nos haga ver a los skrulls como una fuerza a tener muy en cuenta, pero a la vez sepamos ver su faceta más divertida. Pero vamos, no esperéis un Thor: Ragnarok, aquí las dosis de humor están más moderadas.

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En cualquier caso, como decíamos antes, Capitana Marvel destaca especialmente por sus escenas de acción. Carol Danvers es uno de los seres más poderosos del Universo Marvel (¿el que más?) y esto se ve desde el principio, con esos disparos de rayos y esas coreografías de peleas que dejan a los rivales tiritando. En el último tercio de la película, es cuando desata de verdad su poder y resulta devastadora del todo. En todo momento, es una gozada ver a Brie Larson en acción, mientras aprieta los dientes al encasquetar un puñetazo o vuela envuelta en energía con su uniforme y su cresta, tan icónicos del cómic. Sí, estamos ante una estupenda heroína de acción y esta película nos deja con un enorme hype ante la futura posibilidad de verla pelear codo a codo con Thor... O de dar cera a Thanos, por supuesto.

Sin embargo, esto nos lleva también a una pega: Capitana Marvel es tan tremendamente poderosa que hay momentos en los que sentimos que no puede haber un rival a su altura, al menos en esta película. Eso hace que disfrutemos como enanos viendo cómo se desmelena en las luchas, pero también que no tengamos una inquietud acerca de si será capaz de sobrevivir a sus amenazas.

Por suerte, la película mete muchas pinceladas de espionaje e intriga, gracias especialmente a la faceta cambiaformas de los skrulls y las intenciones secretas de más de un personaje, que mejor no comentamos por aquí. Así, este no es el viaje típico del héroe, en el que al principio es débil y mediante su descenso a los infiernos vuelve más poderoso, sino que más bien asistimos a un viaje de Carol Danvers para entender el valor de lo que conoce en la tierra, las motivaciones de las diferentes razas y, sobre todo, un viaje para que se entienda y acepte a sí misma por lo que es de verdad.

Ese último aspecto nos lleva a un enfoque que está dando mucho que hablar últimamente, también auspiciado por el marketing que rodea a la película. ¿Es Capitana Marvel una película sobre el feminismo? En nuestra opinión no lo es o, al menos, no es ese el foco principal de la historia, ni mucho menos. Hay valores positivos que podríamos considerar como parte del discurso feminista (no tener que depender de nadie ni tener que demostrar nada a nadie, por ejemplo) y esos valores se verbalizan en un par de ocasiones, pero como decíamos, no somos conscientes de que la historia vaya sobre eso, sino más bien sobre entender la guerra kree-skrull, descubrir el pasado de Carol, bucear en el arranque de Nick Furia como reclutador de héroes... Y peleas a cholón, por supuesto.

No vamos a ahondar en la polémica sobre el supuesto perfil "racista-antihombres" de Brie Larson que tantos ríos de tinta está haciendo correr últimamente (solo diremos que nos parece una polémica totalmente desproporcionada y descontextualizada y que ya hablaremos de ello en un blog aparte), pero sí os diremos que nada de eso se respira en la película, la cual es una epopeya de superhéroes con las mismas virtudes y defectos que hemos visto en muchas otras producciones Marvel.

En ese sentido, Capitana Marvel es una película de superhéroes de lo más entretenida y espectacular por momentos, pero también es de justicia decir que es algo irregular en sus tramos: las partes dramáticas están algo forzadas de más para alargar la trama, ciertos giros de guión dan pie a situaciones excesivamente maniqueas y, sobre todo, nos fastidia que no se haya profundizado más en los mundos, normas e historia de los kree y los skrull, porque lo poco que vemos tiene un potencial muy interesante que no llega a eclosionar. En ese sentido, papeles secundarios como los de Minn-erva (una kree crucial en los cómics) o Bron-Char dan la sensación de estar ahí para cumplir el cupo de personajes, pero no llegan a ser memorables ni de lejos.

A cambio, no tenemos más que elogios para la propia Carol Danvers, Nick Furia o... ¿Hemos mencionado al gato ya? También hay un concepto secundario que anima mucho el viaje: la ambientación de los años 90 impregna la banda sonora (con temas de Nirvana o No Doubt, por ejemplo), los pequeños gags de fondo (ojo al vestuario de Carol o la "maquinita" que utiliza para construir un comunicador en la Tierra) y, claro, también da pie a que veamos versiones rejuvenecidas de Nick Furia o el agente Coulson, de nuevo con el rostro de Clark Gregg. La tecnología utilizada para mostrar digitalmente los rostros jóvenes de estos actores es realmente pasmosa. ¡Realmente parece que los vemos con esa edad! Sin duda, un precedente muy potente de cara a lo que puede hacer la tecnología de actores digitales en el futuro.

En conjunto, no estamos, ni de lejos, ante la mejor película de Marvel, pero tampoco, desde luego, ante la peor (ejem, Thor 2, ejem), pero es una experiencia cinematográfica que hay que disfrutar, al menos, una vez en el cine. ¿Y os hemos hablado del gato?

Superhéroes, más allá de 1995

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