Crítica de Garra con SPOILERS, para los amantes del baloncesto y de Adam Sandler

Cuando uno piensa en hacer una película dedicada a un deporte, tiene dos caminos para seguir: rodar una cinta dedicada a aquellos que disfrutan con este deporte y plagarla de un lenguaje más técnico que, quizá, aparte a aquellos espectadores menos fans; o por el contrario, utilizar el deporte como excusa para contar una historia que llegue a todos los espectadores.

Garra, la nueva película de Netflix protagonizada por Adam Sandler, parece que no ha sabido escoger ninguno de los dos, lo que ha hecho que se quede a medio camino, provocando que, quizá, sea una cinta demasiado técnica para aquellos a los que no les gusta el baloncesto, y demasiado sentimentaloide para aquellos a los que sí les gusta este deporte. 

Dirigida por Jeramiah Zagar, Garra supone un paso más en esta nueva etapa de la carrera de Adam Sandler, en la que combina papeles más serios con las clásicas comedias que siempre han caracterizado su cine. En esta nueva cinta de Netflix, su productora de confianza, interpreta a un ojeador de la NBA que ya está cansado de viajar por todo el mundo.

Y pese a que hay momentos cómicos, especialmente los protagonizados por el matrimonio formado por Sandler y Queen Latifah, este personaje refleja muy bien el momento vital en el que probablemente se encuentre el propio intérprete en la actualidad. 

Es decir, el de un hombre de 55 años cansado de una vida de viajes y ausencias que ahora busca tranquilidad en el trabajo para poder disfrutar de su mujer y su hija mientras sigue haciendo lo que más le gusta y cumple uno de sus sueños profesionales: convertirse en entrenador de baloncesto.

No obstante, antes de poder llegar a esa paz profesional le ordenan una última misión, encontrar a un nuevo jugador para los Philadelphia 76ers. Un objetivo que consigue cumplir a medias, pues en vez de encontrar un jugador de baloncesto profesional que quiera continuar su carrera en la NBA, Sandler encuentra a un joven aficionado español cuya técnica es espectacular. 

Confirmadas las camisetas de la Selección Española de Baloncesto para NBA 2K22

Este joven no es otro que Juancho Hernangómez, quien a lo largo de toda la película demuestra lo bien que se le da jugar al baloncesto, aunque no tanto el actuar... Pero hay que reconocerle a la cinta haber querido dar ese toque de realidad eligiendo a un verdadero jugador de baloncesto como su protagonista, aunque también hay que tirarles de las orejas por su representación de España.

Pese a que en IMDb pone que estas escenas se rodaron en Mallorca, estoy convencida de que a muchos no se sentirán identificados con el ambiente que se ve en la película, que parece más bien rodado en alguna cancha callejera de Los Ángeles. Pero bueno, ya sabemos el problema que siempre ha tenido Hollywood a la hora de situar España en el mapa. 

Grandes momentos de baloncesto

Pese a que Garra falla mucho en la historia de fondo de los dos personajes protagonistas, la falta de tablas en la actuación en el caso de Hernangómez dificulta mostrar esa buena relación con Sandler que incluso existe en la vida real, sí que funciona muy bien como película de baloncesto. 

Pues no solo muestra los entresijos de un club como el Philadelphia 76ers, sino que también disecciona muy bien los pasos que han de seguir todas las jóvenes promesas del baloncesto que quieren convertirse en estrellas de la NBA y que han de pasar por los complicados Drafts antes de conseguir un contrato.

Y para contar esto, la cinta está plagada de grandes momentos de baloncesto con la música bien alta que los fans de este deporte van a poder disfrutar al máximo, pues no solo se puede ver a Hernangómez enfrentándose a otros muchos jugadores de baloncesto de la NBA, sino también a aficionados en la calle donde las reglas son diferentes. 

Qué pena que Garra no haya sabido combinar estos elementos con una historia más profunda o mejor expresada, pues muchos de lo elementos de la vida de Bo Cruz o de su entrenador parecen puestos con parche para generar una empatía facilona que hace que sus pasados resulten algo inverosímiles. 

Una edición bastante confusa

Aunque Garra tardó en estar completa dos años a causa de la pandemia, parece que para la edición de la cinta apenas se reservaron unos días. No solo está bastante descuidada, sino que se han eliminado escenas que dejan confuso al espectador. 

Un claro ejemplo de esto es la secuencia junto a los jugadores de la Selección española de baloncesto, en la que se intuye que debieron de jugar un partido que finalmente decidieron eliminar del resultado final de la película. No obstante, como han dejado unos segundos de esta secuencia, solo consiguen confundir y decepcionar al espectador, especialmente al español. 

Se acabaron los "proyectos banales": Netflix quiere jugar en las grandes ligas y planea centrarse en películas taquilleras

Lo mismo que ocurre con la secuencia en la que Bo Cruz está entrenando, una clásica escena con música de fondo e imágenes superpuestas de él desarrollándose físicamente que, sin embargo, también se queda algo escasa. 

Un final predecible 

Aunque se podría decir que el final de Garra es bastante predecible, lo cierto es que en una película en la que el "héroe" lucha por encontrar su lugar en una competición tan dura como la NBA, si realmente no consigue alcanzar este objetivo, dejaría con bastante mal cuerpo a los espectadores. Por eso, Garra cumple y deja que Bo Cruz entre en la liga de baloncesto estadounidense.

No obstante, le da un giro a esta clásico final y en vez de hacer que el jugador de baloncesto acabe en los Philadelphia 76ers, le cambia de equipo a los Boston Celtics, lo que deja a Adam Sandler con ese conflicto de entrenador de no saber si realmente quiere que gane su equipo o su jugador.

En definitiva, si te gusta el baloncesto, seguramente disfrutes bastante de Garra, sobre todo en los momentos en los que deja que este deporte sea el protagonista. Pero si no eres muy fan, quizá se te haga algo más aburrida de ver.