Crítica de Gudetama: Un pasote de aventura, la serie en live action de Netflix sobre el huevo perezoso de Sanrio

Con su nueva serie, Gudetama: Un pasote de aventura, Netflix acerca por primera vez al público occidental a uno de los personajes más famosos de Sanrio que no es tan popular fuera de sus fronteras, y lo hace con un perfecto doblaje al castellano.

Cuentan que la diseñadora Amy se había preparado la cena tras un largo día de trabajo, y que aquella yema de huevo crudo que tenía en el plato le hizo gracia por su aspecto alicaído, remitiéndole a la desmotivada juventud japonesa, que estaba cansada de la vida. Así nació Gudetama, cuyo nombre significa literalmente “huevo perezoso”.

Gudetama no tardó en convertirse en la nueva mascota de Sanrio, y también en una de las más populares de la compañía. Tal vez no supierais demasiado sobre este huevo apático antes de la serie de Netflix, pero Sanrio seguro que sí os suena, ya que es una empresa japonesa especializada en la creación y explotación de productos de aspecto kawaiicomo la internacionalmente conocida Hello Kitty.

Gudetama es el tercer personaje más popular de Sanrio, y a partir de su figura se ha creado todo un universo, que ha sido convertido en juguetes, videojuegos e incluso series de televisión. 

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En YouTube se pueden ver cortometrajes de apenas un minuto protagonizados por las diferentes variaciones de Gudetama, que tan solo dan para un gag o una breve reflexión. Gudetama: Un pasote de aventura lleva esos sketches un paso más allá en todos los aspectos, haciendo que el personaje dé el salto por primera vez a las tres dimensiones en una suerte de live action.

Casi todos los escenarios de la serie de Netflix son reales, e incluso están poblados por personajes humanos, mientras que sus protagonistas han sido realizados enteramente en animación 3D. Su acabado es excelente, gracias a la cuidada calidad de sus texturas e iluminación, que logran integrarse de manera muy realista en entornos que no han sido hechos por ordenador.  

Además, la traslación de estos huevos de Sanrio, típicamente bidimensionales y de aspecto anime, está muy bien llevada al “live action”, con unos cuerpos que casi parecen pertenecer a nuestro mundo si no fuera por lo estilizado de sus formas y por sus rasgos faciales, esta vez sí, dibujados en 2D.

Pero Gudetama: Un pasote de aventura no sólo gana en complejidad visual, también en narrativa. Para esta nueva historia, a Gudetama le acompaña Shakipiyo, un pollito que le anima -o más bien le arrastra-, a salir de la nevera en que despiertan para encontrar a su madre perdida, una gallina que aparece retratada en la caja de huevos de la que salieron.

Gudetama, un huevo casi tan famoso como Hello Kitty

La serie se divide en diez episodios de unos diez minutos cada uno, que llevan al huevo y al pollito a explorar el mundo, con multitud de obstáculos en su camino y un despliegue de nuevos personajes del universo de Gudetama a cada nuevo capítulo, aunque siempre con la motivación última de reunirse con mamá. 

Tanto Gudetama como Shakipiyo, como el resto de variantes de huevo que vemos a lo largo de la serie de Netflix, son arquetipos que representan sentimientos muy concretos, y por tanto no evolucionan. Gudetama es un huevo muy vago, un adicto a la soja, y Shakipiyo es justo lo contrario, un pollito súper vivaz y optimista. 

Lo que se logra al hacer que sus personalidades sean inalterables es que su forma de ser sí afecte al resto de personajes que se encuentran en su “pasote de aventura”, haciendo que cambie su manera de entender la vida a raíz de compartir un mismo espacio con sus protagonistas.

Otro de los elementos más importantes de la serie es la comedia, algo que se antoja bastante difícil de adaptar pero que logra ser efectiva, especialmente gracias al doblaje. 

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Se han seleccionado muy bien las voces de sus personajes, ¡Gudetama realmente transmite su apatía con ese tono agudo tan difícil de comprender! Y, en cuanto a su traducción, muchos personajes hablan con lenguaje neutro, algo que todavía no es demasiado habitual de ver en el mainstream y que te hace enamorarte todavía más de "les pío hermanes".

Quienes más fallan en todo el conjunto son los personajes humanos, pues no están a la altura de los animados, y cuando aparecen en escena la serie se vuelve algo infantil por su manera de sobreactuar.

Gudetama: Un pasote de aventura es una serie plagada de personajes tiernos y en un tono muy amable, que se presta a que la pueda ver todo tipo de público, aunque con diferentes capas de lectura, al igual que la propia concepción del personaje de Sanrio, pensado en origen para un público infantil pero adoptado por el público adulto.

Lo mismo esta comedia introduce un chiste de slapstick, que humor negro más en la línea de La fiesta de las salchichas, que rompe la cuarta pared, o se recrea en reflexiones sobre la individualidad, las responsabilidades de la infancia y la adultez, o la permanencia en este mundo.

Los diez episodios que componen la primera temporada de Gudetama: Un pasote de aventura ya están disponibles en Netflix desde el día 13 de diciembre de 2022. Su final deja la puerta abierta a una segunda temporada.