Crítica de Obi-Wan Kenobi, partes 1 y 2, La Fuerza está con Ewan McGregor más que nunca

En medio del ruido de los anuncios de Star Wars que se produjeron ayer en la Star Wars Celebration, como el tráiler de Andor, la fecha de estreno de la temporada 3 de The Mandalorian o la nueva serie de Star Wars: Skeleton Crew, los dos primeros episodios de la serie de Obi-Wan Kenobi también llegaron a Disney+.

Deborah Chow ejerce de showrunner de una serie ambiciosa que nos transporta a una época de penurias para cualquiera con sensibilidad a la Fuerza. 

Con algunos de los mejores episodios de The Mandalorian en su palmarés, Chow llega con las referencias suficientes como para subir las apuestas en Obi-Wan Kenobi.

Salvo que cambie en los próximos días, los episodios de Obi-Wan Kenobi recibirán el título de "Partes", sin títulos específicos de lo que veremos en el capítulo. En cierto modo, se trata de algo positivo, ya que no correremos el riesgo de comernos el primer spoiler en el título.

Hoy, en Hobby Consolas, os traemos nuestra crítica de los dos primeros episodios de Obi-Wan Kenobi, una serie de Star Wars muy prometedora que ya deja sus primeras sorpresas.

EL TIEMPO DE LOS JEDI, SE HA ACABADO

Han pasado 10 años desde que se ejecutó la Orden 66 en Star Wars episodio III: La venganza de los Sith. Los Jedi supervivientes se ocultan en los lugares más recónditos de la galaxia.

El Imperio no se ha quedado de brazos cruzados. La Inquisición Imperial da caza a los Jedi por cada rincón de la galaxia de forma implacable.

Obi-Wan vive una vida "normal" en Tatooine, cuidando de Luke Skywalker en la distancia, pese a los reparos de Owen Lars. Sin embargo, algo sacará al personaje de Ewan McGregor de esa rutina. Pero, lo dejaremos para la sección con spoilers.

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Nos encontramos ante una serie de corte oscuro. Las tímidas pinceladas de alivio cómico no sobrecargan en absoluto el fantástico salto al drama que sembró el momento catártico del Episodio III.

Vamos a ver a un Obi-Wan derrotado, muy alejado del personaje que recordamos de la trilogía de las precuelas. También tendremos una fascinante dosis de maldad por parte de los Inquisidores Imperiales, especialmente de Reva, la Tercera hermana. El personaje de Moses Ingram se perfila como el villano principal desde el comienzo de la serie.

CONSTRUYENDO UN THRILLER DE ACCIÓN

Obi-Wan Kenobi va a tomar el tono de un thriller de acción (sin un derroche de acción por ahora) en su segundo episodio. El primero ejerce de tarjeta de presentación.

El veterano Jedi va a tener que embarcarse en una misión de la que no quiere formar parte. Pese a todo, muy en el fondo, sigue siendo un Jedi.

Ewan McGregor no ha perdido el toque como Obi-Wan. A pesar de que el guion exige que interprete a un personaje notablemente opuesto al que conocimos, el actor demuestra una vez más que es capaz de encarnarlo con los ojos cerrados.

Moses Ingram evoca la brutalidad que se espera de una servidora del Imperio. La principal villana no se anda con chiquitas y la actriz consigue que anhelemos verla en acción.

También hay otro personaje del que merece la pena, y mucho, hablar, pero lo dejaremos para la sección con spoilers.

Tiene detalles por pulir, como cierta licencia de vestuario al final del episodio que contradice a las necesidades del propio personaje de Ewan McGregor, pero son, esencialmente, minucias.

Ah, y la música de John Williams para el tema principal es, sencillamente, una nueva maravilla del consagrado compositor.

Obi-Wan Kenobi arranca fuerte, con una historia sólida llena de reminiscencias de la trilogía de las precuelas y de Star Wars Rebels. Aunque sendos episodios son el primer acto de la serie, tienen la suficiente intriga y calidad para hacernos desear que llegue el próximo miércoles.

ATENCIÓN: A partir de este punto encontraréis spoilers de Obi-Wan Kenobi, episodios 1 y 2. Si no has visto todavía el comienzo de la serie, es mejor que dejes de leer.

UNA VIDA MÁS ALLÁ DE LA QUE CONOCES

Arrancar con un flashback del asalto al Templo Jedi es una maniobra brillante que le pone a uno los pelos de punta. Consigue meternos de lleno en el meollo.

Hemos encontrado a un Obi-Wan vencido, sin ninguna intención de continuar la lucha. Tan solo está consagrado a su cometido, proteger a Luke Skywalker. A Owen Lars (Joel Edgerton) no le hace ni pizca de gracia.

Verlo ignorar a otro Jedi cuando buscaba refugio, o cuando se oculta de los Inquisidores sin intervenir, es algo que le parte a uno el alma. Como hemos dicho, Obi-Wan Kenobi es una serie oscura, y el primero que lo sufre es el propio personaje.

Ojo, en este punto, conocemos el origen del juguete con el que Luke fantaseaba en Star Wars episodio IV: Una nueva esperanza. Es todo un guiño a los fans más veteranos de la franquicia.

Puede que el cambio de look del Gran Inquisidor siga irritando a algunos, pero debemos decir que ha sido algo que apenas se ha notado en el transcurso de la serie. Se han encargado de que haya mucho plano contrapicado para que la cabeza no llame tanto la atención.

¿Cuál es el que para muchos es el mejor orden para ver las películas y series de Star Wars?

Ahora bien, el momento en el que la acción salta a Alderaan. Venían sonando fuerte los rumores de que Vivien Lyra Blair iba a interpretar a la joven Leia, y efectivamente, así ha sido.

Y qué fantástica elección. La joven actriz, que ya tiene tablas, encarna ese toque irreverente, cabezota y valeroso que hizo grande al personaje de Carrie Fisher. No deja de ser una niña, una que ha estado aislada en Alderaan toda su vida, pero no cuesta nada ver a la querida Leia en ella.

Contar también con Jimmy Smits como Bail Organa tiene su punto. El actor se apunta siempre que puede a retomar su icónico papel como el padre de Leia... ¡Y menudo padrazo!.

La trampa establecida por la Tercera hermana para atraer a Obi-Wan es astuta, aunque también nos lleva a comprobar que hay problemas en la cadena de mando de la Inquisición. Ese final con ella atravesando al Gran Inquisidor es de lo más inesperado. Obviamente, el personaje tiene una cita con la muerte muy diferente en Star Wars Rebels.

El planeta Daiyu hace su debut en Star Wars en la serie de Obi-Wan Kenobi. Mola, aunque en líneas generales no parece tener muchos aspectos reseñables que lo distingan de otros planetas con grandes ciudades repletas de neones.

Un aspecto que resulta llamativo, para mal, es el detalle de Obi-Wan llevando el sable de luz a la vista al final del primer episodio. Incluso en La amenaza Fantasma, Qui-Gon lo llevaba oculto bajo el poncho. Es una bobadilla, claro, pero llamativa.

Por cierto, hay un par de alusiones al maestro de Obi-Wan... ¿Veremos a Liam Neeson como fantasma de Fuerza antes de que termine la serie?

El cliffhanger final es algo que los fans llevan esperando desde que se anunció la incorporación de Hayden Christensen a la serie. Lord Vader, caliente, que entra a jugar. Lo de caliente va con doble sentido, por supuesto.

El próximo episodio de Obi-Wan Kenobi, si en Disney no hacen otra jugada maestra como la de hoy, será el próximo miércoles 1 de junio. No os quedéis sin uñas durante la espera.