Crítica de Otras galaxias (Netflix): Así sería la vida extraterrestre

Es una de las grandes preguntas que todos los humanos nos hemos hecho alguna vez, aunque ninguno de nosotros vamos a poder vivirlo (todavía queda mucho para que suceda, pero nosotros creemos que sucederá). Estamos hablando de esa eterna pregunta de cómo sería la vida extraterrestre. ¿Cómo serán los seres vivos que haya más allá de nuestro planeta y nuestro sistema galáctica? No estamos solos, eso seguro. Y los proyectos como Otras galaxias (Alien Worlds) nos hacen soñar con esto.

Otras galaxias es un falso documental de Netflix de una sola entrega (a pesar de que esta catalogada como seria documental) que imagina cómo sería la vida lejos de la Tierra. Lo hace al estilo de la famosa obra de Herbert George Wells, La guerra de los mundos, dejando caer al espectador que lo que está viendo es real... Aunque es difícil no ser escéptico con un tema así en un mundo como el que vivimos actualmente. Puede que funcionara en el pasado, pero en la era de la información es una tanto difícil de creer.

Así pues, con la voz de Sophie Okonedo (Hellboy) como telón de fondo y acompañante en este viaje tan trepidante, nos dejamos llevar por la ciencia ficción más pura, una dosis en vena de imaginación desbordante que nos lanza a terreno inexplorado y nos hace cuestionarnos verdaderamente si lo que vemos es real o no. Es evidente que no, insistimos en esto, pero todo está tan bien llevado a pantalla que sólo podemos rendirnos y, por un instante, sólo por un instante, simplemente soñar.

Una combinación de hechos científicos y ficción con un ritmo irregular

El punto de partida de este falso documental que se ha llamado en España Otras galaxias (y cuyo título original es Alien Worlds) no es otro que el que hemos mencionado en los párrafos anteriores: responder a esa maravillosa e inquietante pregunta. Pero no lo hace imaginando la vida extraterrestre como la que conocemos de la ciencia ficción como Star Trek, Guardianes de la Galaxia o Star Wars, entre muchas otras franquicias. No. La clave es imaginarlo de la forma más realista posible, si es que acaso hay espacio para esto con un tema así.

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Por ello, el falso documental de Netflix que ya está disponible en la plataforma streaming juega a recopilar datos pre-existentes y darles volumen haciéndonos creer que es real, pero sabiendo nosotros que no es así. Es un acuerdo tácito entre producto audiovisual y espectador, pero la recompensa es tan mayúscula en el apartado visual que pronto dejamos atrás el escepticismo y el pensamiento de "esto es ridículo" para deslizarnos en una serie de imágenes que se clavan en nuestra mente, taladrándola poco a poco.

Y es que los diseños de producción de Otras galaxias es, básicamente, el cien por cien del proyecto. No imaginamos este falso documental sin ese armamento visual que despliega desde el principio, estrujándonos la imaginación, penetrando en nuestro subconsciente y obligándonos a creer. Las imágenes que ha creado la denominada Alien Worlds podrían ser reales. No lo son, pero podrían. Y no tienen nada que ver con las películas de ciencia ficción, porque la base es radicalmente distinta.

Sin embargo, el falso documental se queda un poquito a medias. El ritmo de la serie es bastante irregular, tanto como lo es la combinación de hechos científicos y de ficción, que no acaban de llegar a un punto concreto. La narración tampoco ayuda, porque lejos de ser un apoyo es un distanciamiento para el espectador, que sólo quiere seguir viendo imágenes para seguir soñando.

No es que Otras galaxias sea un mal producto, porque no lo es. Pero sí que el resultado final te deja un tanto insatisfecho por la sensación de que lo que has visto y lo que has escuchado iban por caminos separados. No obstante, el placer de sumergirse en las imágenes, los diseños de producción, la estética y la imaginería desbordante de Alien Worlds es motivo más que suficiente para darle una oportunidad.

Si decides verla o la has visto, ¡no dudes en dejar un comentario para saber tu opinión!