Crítica de la temporada 2 de Operación Marea Negra: adiós coca, hola fentanilo

La serie de tan solo cuatro episodios Operación Marea Negra, que tomaba como punto de partida la historia real de un muchacho gallego que se embarcaba en un narcosubmarino cargado de coca para atravesar el Atlántico, evoluciona y crece en su segunda temporada... en todos los sentidos. Es una de esas producciones que salen adelante adoptando muchos riesgos.

La segunda temporada, para empezar, consta de cinco episodios que se estrenarán del tirón en Prime Video el viernes 10 de febrero. El guión deja a un lado la realidad para dar paso a la ficción imaginando cómo podría haber evolucionado la historia de Nando, nuestro protagonista, cuyo rostro se transmuta: Jorge López toma el relevo de Álex González y se embarca en toda una aventura.

Y no lo decimos (solo) porque le dieran el papel apenas dos semanas de arrancar el rodaje, sino por el titánico esfuerzo de acomodar su forma de hablar al acento gallego y transmitir esa energía tan visceral del personaje. Es un papel muy físico, por una parte, pero que también le ha exigido un gran cambio de registro al intérprete, de origen chileno y archiconocido por su aparición en Élite.

Punto de partida

Filmada en Galicia y Portugal, esta coproducción hispano-lusa nos desplaza en el tiempo dos años después del final de la primera temporada cuando concluía la gesta del protagonista de 27 agotadores días de travesía hasta alcanzar la costa gallega con tres toneladas de coca.

Ahora Nando cumple condena en prisión y sigue siendo el corazón de la historia dado que sus acciones navegarán entre el crimen y la ley, la venganza familiar y la búsqueda de cierta justicia.

Lo veremos evolucionar en una trama plagada de traiciones y dobles juegos, caminando por el frágil equilibrio entre lo legal y lo ilegal y buscando una salida a su situación en la que nos veremos sorprendidos por un final inesperado.

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Operación Marea Negra 2 - Galería de carteles de personajes (8 imágenes)

Si necesitáis un puente entre la temporada 1 y la 2, encontraréis en Prime Video, desde el pasado 13 de enero, Destino Operación Marea Negra, un capítulo extra a modo de making of donde los realizadores y protagonistas abren las puertas a la segunda temporada de la serie y narran cómo se han preparado para continuar la historia de Nando.

A grandes rasgos, se deja a un lado la fórmula de la crónica dosificada que nos hizo sentir que a la primera temporada le sobraba algo de metraje para apostar por el thriller, primero carcelario y luego abierto al mundo.

El nuevo tono de la serie, aún más dinámico y trepidante, y la decisión estratégica de fichar a Jorge López (que se deja la piel) para abrir el mercado latinoamericano y asimismo aumentar las posibilidades de la serie a nivel internacional, hacen que dé la sensación de que la serie "ha dado el estirón" y de que además hay vocación de hacerla continuar.

Es un gran acierto desvincularse de los hechos reales y empezar a indagar en nuevos temas, más actuales, como es la penetración de los opioides como el fentanilo y las redes de distribución por Europa y Mexico. Se aprecia en la serie una voluntad de separarse de otras narcoseries que tan bien han tratado el tráfico de cocaína, desde Fariña hasta ZeroZeroZero.

Entre las fortalezas de esta segunda temporada la eficiencia de Daniel Calparsoro desde la dirección imprimiéndole buen ritmo a la acción y una cuidada producción que echa mano de los medios que la Guardia Civil ha puesto a disposición de la Operación Marea Negra para acaciar la ansiada verosmilitud. Por ello tras cada episodio hay una nota de agradecimiento al cuerpo.

Respecto al elenco, más allá del empeño y la dedicación de Jorge López, todo un valiente solo por aceptar el reto y además cumpliendo con su objetivo con creces, encontramos excelentes intérpretes que regresan como Nerea Barros, Luis Zahera o Bruno Gagliasso y nuevas incorporaciones como las de Esther Acebo, Óscar Jaenada o Patricia Vico.

Recapitulando un poco, la serie da en el clavo con los cambios tanto en la temática como en la forma y no se resiente a pesar de encarar un cambio tan drástico como el del intérprete que da vida al personaje principal. De postre, nos deja además con un cliffhanger de lo más interesante... es una de las ventajas de abrazar la ficción... ¡todo es posible ahora!