Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Vincent debe morir, una tragicomedia pertinente sobre la violencia que nos rodea

Vincent debe morir

Crítica de la ópera prima de Stéphan Castang, Vincent debe morir (Vincent doit mourir), estrenada en España en Sitges donde se llevó dos premios. Estreno el 8 de marzo de 2024.

Tras debutar en Cannes y pasar por el Festival de Cine de Sitges, donde se alzó con dos grandes premios (mejor dirección novel y mejor interpretación masculina), llega a los cines Vincent debe morir. Es una producción pequeña, muy apoyada en su reparto y en su aspecto realista y brutal. Todos los medios con los que cuenta están al servicio de la verosimilitud.

Su finalidad no es solo mostrar la evolución del personaje principal, obligado por las circunstancias a reinventarse, sino sobre la sociedad en la que vivimos y en la cual la violencia, a menudo gratuita, es una constante incluso en lo que llamamos civilización, donde no hay guerras en curso.

No mires a los ojos a la gente...

Vincent debe morir arranca mostrándonos a un hombre corriente que, sin razón aparente, es atacado en su trabajo. Sorprendido, al principio no le da más importancia y lo considera un rapto de ira puntual. De hecho, ni siquiera denuncia el suceso.

Sin embargo, ésta es solo la primera agresión a la que se enfrenta. Nunca sabe quién, nunca sabe por qué, pero repentinamente parece convertirse, de forma aleatoria, en el objetivo de alguien desconocido, dispuesto a echarse sobre él para matarlo con sus propias manos con un nivel de violencia inusitado.

Casi puede ver surgir el odio de estas personas, que parecen ser poseídas y luego no recuerdan lo que han hecho siquiera.

 

Ante esta situación, decide autoexiliarse a una segunda residencia familiar en el campo, pero ni siquiera allí puede evitar completamente el contacto humano.

De forma fortuita contactará con alguien que parece tener más información que él sobre este fenómeno y que puede orientarlo dándole algunos consejos prácticos para mantenerse de una pieza y de paso evitar que le partan la cara.

A medida que su mundo se hace más pequeño encuentra más dificultades para encontrar el amor, que es a fin de cuentas lo que desea fervientemente, como cualquier hijo de vecino.

Si el mundo se cae a pedazos... ¿hay esperanza?

El guión de Vincent debe morir no profundiza especialmente en la materia, así que quien busque una de esas narraciones que da respuesta a las preguntas más básicas como qué es lo que origina esta situación o en qué desemboca a nivel global, no quedarán del todo satisfechos. Queda abierta a la interpretación, centrándose más bien en en el plano íntimo.

Busca casi todo lo contrario, que sea el espectador el que se interrogue acerca de la violencia que somos capaces de tolerar y que tenemos cerca a diario, cuando nos topamos con personas que se convierten en escupidores de bilis al volante, vemos agresiones en el campo de juego (donde debería imperar la deportividad) o nos bombardean con actos de brutalidad en los medios de comunicación.

Lo que sí trasciende y se queda flotando en la sala tras el visionado de la película es otra cuestión: si no estaremos abocados a la autoextinción y si hay esperanza para quienes logren superar la ira y la enajenación mental transitoria.

Mathieu Naert, el guionista de Vincent debe morir, podría haber hecho un esfuerzo final por llegar a una conclusión, pero hay que reconocerle el mérito de presentarnos a dos personajes muy humanos y bien interpretados por Karim Leklou y Vimala Pons además de dotar a la cinta de un incremento paulatino de violencia que va ampliando su escala poco a poco. 

Tiene una evidente vertiente fantástica, pero donde funciona mejor es en las pequeñas distancias y cuando nos atrapa como espectadores en dilemas éticos: ¿cómo te defiendes de un niño que quiere matarte? ¿Cuál es el grado aceptable en que se puede emplear la defensa propia? ¿Qué "click" perverso se produce en la mente de una persona cuando decide golpear, rajar o atropellar a otra?

VALORACIÓN:

Cruda, visceral y desconcertante, dotada además de un humor negro bastante curioso, esta película nos lleva a pensar en nuestra merecida autoextinción como especie.

LO MEJOR:

El punto de partida de la película, la dosificación de la información y las interpretaciones. Es bien cruda y muy realista.

LO PEOR:

Quien espere encontrar respuesta a todas sus preguntas se va a quedar a medias: es una película sobre personajes, no ciencia-ficción convencional.
Hobby

68

Aceptable

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.