Hoy es domingo, y como siempre, regresamos con el análisis de un nuevo episodio de Dragon Ball Z. Bulma, Krilín y Son Gohan están inmersos en la búsqueda de las bolas de dragón, en el que se supone que es el planeta natal de Piccolo. ¿Lograrán reunir las 7 esferas y resucitar a sus amigos caídos contra los saiyans?
El episodio 42 de Dragon Ball Z comienza con un par de escenas destinadas a Son Goku y Vegeta. Ambos guerreros se encuentran en plena recuperación tras su feroz combate. El príncipe de los saiyans cura sus heridas en una máquina de recuperación de última generación, y en lo que respecta a Goku, el saiyan ha decidido escaquearse del hospital para hacer un poco de ejercicio, con un nefasto resultado...
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Volviendo al planeta Namek, Gohan y los demás continúan con la búsqueda de las bolas de dragón, y en esta ocasión les acompaña el namekiano Zarkuro como guía de la expedición. La próxima bola se encuentra dentro de un tornado eterno, así que Gohan no se lo piensa dos veces, se adentra en el fenómeno natural y atrapa la esfera. Eso sí, para salir de allí tiene que hacer uso de su Masenko.
Pero la aventura continúa, y el radar de Bulma ubica la próxima bola en un bosque tenebroso. ¡Aunque pronto descubren que están transitando por bestias aladas con frondosos pelajes, como si de verdaderos bosques se trataran! Además, estos animales son muy violentos, pero afortunadamente...
Llegan a su destino, un castillo misterioso en mitad de una montaña. ¡Allí se encuentra la próxima bola de dragón! Para mantener la intriga, el episodios nos hace viajar constantemente a la Tierra, para comprobar cómo prosigue el entrenamiento de Goku. Desobedeciendo a los médicos, se empeña en ejercitar el cuerpo en las montañas rocosas, saliendo muy mal parado y llegando incluso a sangrar.
De vuelta a Namek, los exploradores descubren que la bola de dragón de 7 estrellas se encuentra en el pendiente de un gigante dormilón (y todo sea dicho, no parece que sea muy dócil). De hecho, mientras Gohan, Krilín y Zarkuro intentan quitarle la bola de dragón... ¡el gigante se despierta y desata toda su ira contra ellos!
Krilín y Gohan se ven obligados a lanzar sus ataques energéticos más icónicos, desde el Kienzan hasta el Masenko, pero no surten efecto con el gigante... ¡es como si fuera de roca! Por fortuna, logran escapar a tiempo gracias a un avión pilotado por Bulma.
De todas maneras, hay algo que no encaja... Krilín mira hacia atrás observa dos cosas. En un primer momento, el castillo ha desaparecido por completo, y al volver a mirar, aparece de nuevo en el montículo... ¡pero luce totalmente diferente al que visitaron antes! ¿Pero qué está ocurriendo en ese planeta? Por otro lado, Vegeta ya ha terminado de recuperarse, aunque los médicos han tenido que amputarle la cola...
¡CURIOSIDADES!
1- El lugar al que ha viajado Vegeta para recuperarse se hace llamar "planeta Freezer Nº 79". ¿Quién será ese personaje del que todo el mundo habla?
2- Pese a las carencias gráficas, el episodio nos regala una escena preciosa con Son Goku volando al atardecer (aunque bastante incoherente, pues en la escena anterior estaba bastante malherido y no podía ni volar...).
3- Pero esta no es la única incoherencia del episodio. Para escapar del gigante, Krilín y los demás se amparan a que Bulma pueda solucionar la avería de la avioneta, ¡como si no pudieran salir volando para escapar! Es tan absurdo que, segundos después, Gohan y Krilín salen volando hacia el gigante para pararle los pies. Cosas de Toei y su relleno...
4- Para mostrar el dolor que sufre Goku mientras entrena a escondidas, decidieron dibujar unos rayos por todo su cuerpo. Esta solución la utilizaron con Gohan episodios atrás, y aquí repiten con su padre. ¡Ni que estuviera haciendo un Impactrueno!
¡Y así cerramos el análisis de Dragon Ball Z de esta semana! ¿Qué os ha parecido este episodio? La semana que viene volveremos con más contenido Z, como siempre, en Hobby Consolas. ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
Un capítulo muy pobre, aburrido y con incoherencias. Gráficamente dista muchísimo del anterior, así como en la dirección, con un transcurso de los minutos realmente soporíferos. Se salva alguna escena al atardecer y el arte de los enclaves namekianos.LO MEJOR:
Goku volando al atardecer (aunque arrastra una incoherencia). Los enclaves de Namek son muy variados. El misterio que rodea a ese planeta...LO PEOR:
La calidad gráfica, con dibujos muy mejorables. Las incoherencias, fruto del relleno de Toei. La dirección está mal llevada. Aburre en varios tramos.49
Malo
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