En esta lista toca conocer algunas de las acciones, costumbres o hábitos que tenemos al jugar a videojuegos. Nos centraremos en conocer las cosas que todo el mundo le encanta hacer cuando nos sumergimos en una nueva aventura.
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Poder interactuar con un videojuego y comprobar su mundo, sus reacciones y llevarlo hasta el límite siempre nos ha encantado. ¿Qué tipo de acciones nos encanta hacer para probar un título y explorar todas sus posibilidades? Veamos algunas de ellas y algún que otro dato adicional.
Saltar al agua o nadar
Desde que el tiempo es tiempo, si un juego tiene masas de agua, allá que uno va para tirarse de cabeza. La curiosidad ha sido una de las señas de identidad del ser humano y como jugadores, siempre debemos probar si nuestro personaje sabe nadar.
Especialmente en los títulos de mundo abierto, esta tendencia se dispara en gran medida. Todavía recordamos esos desgraciados chapuzones en el primer Assassin's Creed... Imaginamos la alegría que tuvieron que sentir todos esos fans de la natación en los videojuegos cuando anunciaron Black Flag o Subnáutica.
Probar si los escenarios se destruyen o los NPC's reaccionan
Hay que experimentar con todo lo que nos ofrece un videojuego. Esto es algo que se ha convertido en ley de vida. Siendo así, no es de extrañar que todo lo que hay a nuestro alrededor sea potencialmente interesante para experimentar con ello. Si hay algo que se pueda destruir, ahí estaremos todos intentando romper ventanas, casas, paredes y todo tipo de mobiliario urbano.
En Battlefield siempre hemos tenido la excusa puesto que era un juego de guerra, pero nadie puede explicar casos como los de la saga GTA. Los pobres NPC's tampoco se libran y solemos querer probar si reaccionan ante ciertos "estimulos". Como, por ejemplo, echar el lazo a algún desafortunado ciudadano en Red Dead Redemption.
Completar misiones sin perder vida
Las cosas o se hacen bien o no se hacen. Esta suele ser una norma no escrita dentro de los juegos con campañas en solitario. La búsqueda de la perfección es otra de las grandes costumbres de muchos jugadores.
A la hora de realizar una misión, todo es mucho más realista si no nos disparan o sufrimos daño. Todos sabemos que si en la realidad nos pasasen todas las penurias que nos suceden en una partida normal y corriente, sería bastante difícil continuar como si nada. Es por ello, por lo que buscamos hacerlo de manera perfecta, para asemejarse a la vida real.
Hablar con todos los habitantes que te encuentres
Es algo que no podemos evitar. Siempre, aunque nos lleve horas, hay que hablar con todos los habitantes de las ciudades, aldeas o cualquier localización en la que paremos a descansar. Esto puede ser uno de los hábitos más conocidos de los videojuegos.
En los RPG esto es uno de los mandamientos que todo jugador debe conocer. ¿Y si, por cualquier caso, el niño que esta jugando en una granja tiene una poción que no necesita y nos la quiere dar? Siempre hay que explorar; los artículos gratis y las misiones secundarias nos gustan demasiado.
Matar zombies, muchos zombies
Podríamos decir que no es una costumbre a lo sumo, ya que muchos juegos nos lo imponen, pero es algo que a todos nos encanta. Acabar con hordas de zombies es frenético, pero también desestresante.
El zombie promedio resulta uno de los enemigos mejor planteados para estar en un videojuego. Es relativamente sencillo acabar con ellos, pero su número y aspecto siempre hacen que sean temidos y respetados. Además, son el enemigo perfecto para experimentar con diversas armas. Como echamos de menos esas partidas en Kino der Totten en Black Ops.
Jugar a los minijuegos
Comienzas a jugar a un título con la intención de completar unas cuantas misiones para proseguir con la interesante trama principal y cuando te das cuenta has pasado dos horas jugando a las cartas con un puñado de NPC's en una taberna de poca monta.
Los minjuegos dentro de los grandes AAA siempre han sido realmente adictivos. Rockstar es especialmente hábil en hacernos caer en este tipo de actividades: el juego de la herradura, el Póker, los dados, carreras de conducción, etc. Aunque no queramos reconocerlo, probablemente hayamos jugado más horas al Gwent que al propio The Witcher 3. ¿Por qué CD Projekt Red creó tan brillante obra maestra?
Saltar, saltar y saltar un poco más
No podemos evitarlo. Aunque de absolutamente igual o incluso sea más lento, siempre es mejor ir saltando a todos lados. Es otra de esas leyes no escritas y que nos encanta cumplir. Probablemente, todo sea culpa de un tal Super Mario.
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El ejemplo más visual que se nos ocurre es el de Skyrim. Saltar en ese juego cuando ibas atravesando una llanura era bastante absurdo, pero ahí estábamos pulsando el dichoso botón de saltar como absolutos descerebrados. Porque, ¿y si avanzamos unos centímetros más a cada salto?
Completar misiones de sigilo sin que nos detecten
Las misiones de sigilo están pensadas para que se hagan con sigilo. Eso es algo lógico. Por tanto, como jugadores de bien, no podemos aceptar que si nos detectan en una misión de sigilo podamos seguir intentando completar la misión. Hay que reiniciar el desafío y completarle como es debido.
Además, siempre nos gusta hacerlo todo de un modo muy cinematográfico. Hay que usar todos nuestros artilugios para eliminar a los guardias sin que nos vean o realizar las más habilidosas piruetas para que no nos detecten.
Jugar sin HUD
El HUD son todos los datos e indicaciones que nos brinda el juego durante el gameplay (mapa, direcciones, indicadores de alerta, barras de salud, etc) Jugar sin HUD es uno de los grandes retos a los que nos encanta enfrentarnos.
Cosas que hacíamos en los recreativos y que hoy serían imposibles de ver
Como comentábamos antes, la búsqueda del mayor realismo posible o de un toque más peliculero hace que tratemos de jugar sin ningún tipo de ayuda o elementos sueltos por nuestra pantalla. Esto se puede ver mucho en first person shooters o juegos bélicos en general.
Fardar de desbloqueables, skins u otros items
Con las grandes opciones de personalización que existen dentro de muchos títulos, los jugadores pueden contar con el mismo personaje, pero con estilos muy distintos. Esa diferenciación, en especial en títulos competitivos, ha hecho que nos encante lucir nuestras pertenencias ante jugadores que no las tienen.
Fortnite y sus skins han favorecido mucho el fliparnos delante de nuestros rivales, pero juegos como League of Legends o World of Warcraft llevan muchos años con esto. ¿Quién no ha mostrado con orgullo esa skin que tanto nos costó conseguir?
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