Las demandas de Nintendo cierran otro emulador de forma indirecta, que dice hacerlo por razones familiares

Nintendo y la emulación nunca han sido amigos, ya fuera en Switch, Gamecube o más retro aún. Por eso las demandas como la de Yuzu no eran extrañas, ni tampoco los efectos colaterales.

Ya en su momento vimos que el cierre de Yuzu se llevó por delante otro emulador, en aquella ocasión fue el de Nintendo 3DS y eso planteaba serias dudas sobre conservación de videojuegos.

Sus creadores dijeron en un comunicado poco después que "la piratería nunca fue nuestra intención", pero llegaron a un acuerdo por el que cerraban sus servidores y pagan 2,4 millones en daños.

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Ahora vemos que otro popular emulador de Nintendo deja de funcionar tras la resolución de esta importante demanda judicial a los creadores de Yuzu.

Se trata de Pizza Emulators, unas apps que permitía a los usuarios jugar a juegos emulados de Game Boy Advance and Game Boy Color en Android.

Pero esto ya no va a poder ser más porque fue eliminado de Google Play Store el pasado viernes 8 de marzo, tal y como informan desde The Verge.

Cierra otro emulador de Nintendo enfocado en juegos de Game Boy

En un comunicado a través de Discord que se puede leer en el medio antes citado, el desarrollador Davide Berra afirma que cierra sus emuladores "para priorizar a mi familia sobre el desarrollo de mis apps".

A pesar de que no menciona las recientes demandas y victorias judiciales de Nintendo por la emulación, todo parece extrañamente cercano como para no pensar en ello.

Esto divide a muchos usuarios, ya que muchos piensan que es moral y éticamente dudoso que se permita reproducir copias de los juegos y otros no al permitir que se jueguen títulos imposibles de comprar.

Y es que el cierre de la eShop de 3DS en marzo de 2023 imposibilita las compras para dicha consola en formato digital, además de que muchos títulos son exclusivos y no se pueden adquirir de otra forma.

Una organización por la preservación de videojuegos criticó a Nintendo y nuestra opción sincera es la de la preservación del videojuego como bien cultural.

Puede que las demandas de Nintendo hayan cerrado otro emulador de forma indirecta, pero internet es extenso y siempre puede haber ventanas en las puertas cerradas.