Así era el laborioso proceso que transformaba a Bryan Cranston en Walter White en Breaking Bad

Acostumbramos a dar mucho mérito (merecido) a trabajos de maquillaje muy visuales, como el caso de Vecna en Stranger Things o similares: situaciones en las que la transformación física es tan evidente que, o bien se realiza con CGI, o los actores se pasan horas en la sala de maquillaje.

Si vemos Breaking Bad, podría darnos la sensación de que ningún personaje requiere un proceso de caracterización exageradamente largo. La legendaria serie de Vince Gilligan no tiene demasiadas transformaciones grotescas, más allá de algún infeliz que termine mal parado.

Pero, a veces, las apariencias engañan, y el bueno de Bryan Cranston puede dar fe de ello, ya que el proceso para convertirse en Walter White que afrontaba cada día de rodaje no fue especialmente breve.

De hecho, desde el momento en que Walter decide afeitarse la cabeza, a raíz del proceso de quimioterapia que afronta para aplacar el cáncer, la caracterización del actor se volvió aún más laboriosa.

Walter White no se crea en cinco minutos

A través de Twitter (X), Historic Vids nos recuerda el fascinante proceso de caracterización que atravesaba Bryan Cranston cada día de rodaje de Breaking Bad para poder interpretar a Walter White en una de las mejores series de la historia.

En este punto de la serie, ni la calva ni el bigote de Cranston eran auténticos, por lo que el proceso de maquillaje llegó a ser laborioso. Piensa en que el time-lapse del vídeo dura un minuto, pero tranquilamente puede reflejar cerca de una hora de caracterización.

Breaking Bad se convirtió en una serie histórica que, de hecho, generó otro prolífico spin-off, Better Call Saul, que incluso duró más temporadas que la propia serie original.

El entramado criminal de Albuquerque está de descanso en este momento, pero nunca se sabe si Vince Gilligan encontrará otra excusa para visitar Nuevo México en otro proyecto derivado de Breaking Bad.