Call of Duty Modern Warfare es uno de los juegos más vendidos de 2019, un "shooter" en primera persona ambientado en un conflicto actual (con elementos que se han tomado directamente de la guerra de Siria y otros conflictos en Oriente Medio). De hecho, uno de sus principales atractivos es una campaña para un sólo jugador, que nos pone en la piel de los miembros de las Fuerzas especiales, tanto británicos como norteamericanos, junto a la resistencia. Ya hemos comentado en diferentes ocasiones que el FPS de Infinity Ward y Activision enfocaba la guerra desde una perspectiva gris y realista, sin una definición de "buenos y malos". Pero en esta ocasión las implicaciones políticas han traspasado el juego, y llegan al mundo real.
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Según han informado diferentes jugadores iraníes (a través de los foros de Reddit) Activision ha bloqueado el acceso a los servidores de Call of Duty Modern Warfare desde este país. De modo que se puede jugar a la campaña, pero no es posible -sin utilizar VPN o jugar a través de una conexión móvil- disfrutar del modo multijugador, que es uno de los grandes atractivos de la saga.
Sin embargo, Activision no se ha manifestado de forma oficial al respecto. Puede que el bloqueo de los servidores se deba a factores externos o incluso a un decreto de las autoridades, que no tenga que ver directamente con la editora de juegos, incluso a un fall que afecte a algunos usuarios en particular. Por supuesto hay voces que claman que se trata de una situación provocada por las tensas relaciones entre Irán y Estados Unidos, después de que se acordase la ejecución del general Soleimani (líder de las fuerzas especiales del país y mano derecha del ayatolah Jamenei. Pero hay que tener en cuenta que en repetidas ocasiones se ha manifestado en contra de hacer manifestaciones políticas.
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El regreso de Modern Warfare (una reinvención de la saga, con a vuelta de alguno de sus personajes más emblemáticos) es también la vuelta de los Call of Duty de estilo clásico. En uno de los momentos que definen esta campaña, el capitán John Price de los SAS explica que en la guerra moderna uno debe trazar las las líneas de lo que es aceptable y lo que no, y esas líneas se pueden mover a medida que avanza el conflicto. Por primera vez, junto a elementos "tradicionales" de Call of Duty como las persecuciones, los asaltos junto a los miembros de las operaciones especiales y el uso de la tecnología armamentística más avanzada, nos encontramos con otros dilemas morales: el papel de las guerrillas, la tortura, las bajas civiles, la intervención de la CIA en suelo extranjero... Modern Warfare es un juego actual y para adultos.
Si la trilogía original era una montaña rusa, más cercana al estilo de las películas de Michael Bay, ahora el juego se parece más a un documental. Sigue siendo emocionante y tenso, pero con momentos que nos dejan "mal cuerpo". Y no es simplemente volver sobre niveles como Nada de ruso de Modern Warfare 2, sino una sensación que "flota" constantemente sobre nosotros mientras jugamos.
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