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Sylvester Stallone tuvo que improvisar una escena clave de Rocky tras un recorte desde producción

Rocky (1976) Adrian (Talia Shire) y Rocky (Sylvester Stallone)

El actor vio una oportunidad de oro después de enterarse a última hora de los recortes realizados por el departamento de producción.

Uno de los aspectos que siempre han marcado la diferencia entre Sylvester Stallone y su gran rival en la gran pantalla, Arnold Schwarzenegger, ha sido la capacidad del actor neoyorquino para escribir y, en caso de necesidad, adaptarse a las circunstancias con las que le golpea el destino.

Rocky fue un trampolín para Stallone tanto en lo que se refiere a su carrera como actor en ciernes como en su faceta como guionista. Y eso que desde producción no le pusieron las cosas nada fáciles.

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En Sly, el documental de Netflix sobre la carrera de Sylvester Stallone, la película de 1976 ocupa buena parte del relato como la génesis de su éxito en Hollywood. Eso nos permite profundizar en algunos de los entresijos del rodaje.

Un detalle curioso es cómo unos recortes de última hora cambiaron radicalmente la escena de la pista de hielo: la primera cita entre Rocky y Adrian (Talia Shire). Cuando llegan a la pista, está cerrada, pero él convence al encargado con algo de labia y unos billetes para que la deje patinar unos minutos.

Un cambio que demostró la adaptabilidad de Sylvester Stallone

El plan para la escena era que la pista estuviese abierta y a rebosar, pero producción decidió hacer recortes de última hora y que el actor se enterase poco antes de filmar, tal y como relata en el documental de Netflix.

"Estaba ahí esperando para hacer una escena con Adrian en el hielo. Adivina: han eliminado a los 300 extras. ¿Cuántos tengo? Dijo: 'Ninguno'. ¿Y cuánto tiempo tenemos? 'Quizá dos horas'. Y dije: 'Bueno, esto podría ser incluso mejor'".

La escena de la pista de hielo hace que los personajes de Rocky y Adrian conecten como no habían hecho anteriormente, a pesar de los esfuerzos del púgil en sus visitas a la tienda de animales. También rompe la coraza de Adrian y, al estar solos, ofrece una atmósfera única a toda la secuencia.

Claro que, probablemente, Sylvester Stallone habría agradecido algo más de tiempo para prepararlo, en lugar de hacerlo a última hora en el rodaje de la película. Pero nadie dijo que triunfar en Hollywood fuese sencillo.

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