La universidad de Oxford descubre que jugar a Tetris tiene un inesperado beneficio

Tetris es uno de los juegos más famosos de la historia de este medio. El título diseñado por Alekséi Pázhitnov lanzado en 1984 ha sido una revolución desde el momento en el que llegó y aún a día de hoy se mantiene como uno de los juegos más jugadores y disfrutados.

Obras como Tetris Effect demuestran que décadas después de su lanzamiento, la sencilla fórmula sigue sintiéndose fresca y adictiva. Y ojo, porque un reciente estudio de la Universidad de Oxford ha dejado claro que hay muchos beneficios detrás de una partida de Tetris.

El posible valor terapéutico de Tetris

Este informe desarrollado por la prestigiosa institución señala que jugar al Tetris después de eventos traumáticos podría ayudar a reducir los flashbacks experimentados en el trastorno de estrés postraumático. Sin duda alguna, un efecto realmente inesperado.

¿Cómo se ha llegado a esta conclusión? En un experimento, el equipo de Oxford llegó a mostrar una película a 40 voluntarios sanos que incluía imágenes traumáticas de lesiones, así como anuncios destacaban los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol; técnica que se usa para estudiar efectos traumáticos.

Después de esperar 30 minutos, tras el visionado, 20 de los voluntarios jugaron al Tetris durante 10 minutos mientras que la otra mitad no hizo nada. Aquellos que habían jugado al juego experimentaron muchos menos flashbacks de la película durante la siguiente semana. Os dejamos las conclusiones del estudio: 

En primer lugar, se considera que la mente tiene dos canales de pensamiento separados: uno es sensorial y se ocupa de nuestra experiencia perceptiva directa del mundo, el otro es conceptual y extrae significado y narrativa de nuestras experiencias para darles contexto.

En segundo lugar, parece haber límites a nuestras habilidades en cada corriente: es difícil mantener una conversación mientras se resuelven problemas de matemáticas, por ejemplo. Y tercero, hay un corto tiempo después de un evento en el que es posible interferir con la forma en que nuestros recuerdos se retienen en el cerebro.

Este estudio deja entrever que jugar a videojuegos puede alterar los recuerdos que se conservan de las imágenes y los sonidos presenciados en un momento de estrés que se puede reexperimentan a través de flashbacks involuntarios y angustiosos en un determinado momento.

No es la primera vez que la Universidad de Oxford lanza estudios relacionados con videojuegos. Uno de los más recientes señalaba que es “improbable” que el juego afecte a nuestro bienestar y salud mental. ¿Qué os ha parecido este reciente descubrimiento?

Fuente: ResetEra