Loot River, análisis del original roguelite que mezcla mecánicas de los Souls y Tetris en PC y Xbox

Los "roguelite", o juegos que adaptan de manera más laxa las reglas de los roguelike, han experimentado un increible auge en los últimos años, ofreciendo experiencias frescas, divertidas y sobre todo, muy originales.

Ahí están el reciente Rogue Legacy 2 con su sistema de herencia genética, o Dead Cells, dos de los mejores roguelites, para recordárnoslo. Y como vamos a ver en el análisis de Loot River para PC y Xbox, ¿alcanza ese nivelazo la original y llamativa opera prima de los eslovacos straka.studio?

Para quien no lo conozca, Loot River se ha presentado como una mezcla de souls y Tetris. Y, aunque de primeras es una mezcla que pueda parecer extraña y chocar, en gran medida es la mejor forma de catalogarlo. Pero vamos por partes.

Como otros juegos del género, Loot River comienza sin que sepamos mucho ni del mundo, ni del protagonista, ni nada de lo que nos rodea. La primera visita a su mundo de pesadilla es el tutorial, para explicarnos los controles (dos botones de ataque, dos magias, esquivar, bloquear...), aprender lo justo antes de morir y vuelta a empezar.

Es un tropo clásico del género, visto hasta en Demons Souls Remake, pero que quizá en Loot River sea algo más necesario al incluir una mecánica que lo hace único en su especie. 

El mundo de Loot River está anegado pero podemos movernos gracias a unas balsas o plataformas con todo tipo de formas y tamaño, que en muchos casos recuerdan a las piezas del Tetris, pero con formas aún más variadas (cruces, "U"...).

Cuando estemos encima de una de estas balsas, podemos desplazarnos libremente con el stick derecho (aunque hemos jugado a la versión de PC, el propio juego recomienda jugar con mando). 

Además, existen una distintos tipos de plataformas flotantes o balsas, algunas con escaleras que nos permiten subir o bajar a balsas más altas o bajas, otras con pinchos para ensartar a los enemigos, con trampas que al ser pisadas incendian la plataforma...

Las únicas limitaciones a que podamos avanzar son los propios muros que rodean el río y otras plataformas que bloqueen el camino, y que a menudo tendrás que mover para despejarlo, como si de un puzle se tratara. 

Pero claro, las balsas no suelen están vacías, y muy a menudo nos esperarán enemigos propios de la fantasía oscura, desde caballeros de todo tipo a espectros, murciélagos gigantes o mutantes que escupen gas, con los que tendremos que combatir.

El sistema de combate es el conocido: un ataque ligero y rápido, y otro pesado que podemos cargar. Esto es aplicable a las 26 armas, desde lanzas a espadas, hachas... que gracias al "conocimiento", una de las monedas del juego que obtenemos de cofres y enemigos derrotados, podemos desbloquear.

Cada arma cuenta con unas características únicas (lanzar proyectiles, hacer tambalearse a los enemigos...) y una vez desbloqueadas, podemos encontrarlas al derrotar a los enemigos, incluso en versiones con mejores cualidades, si el azar nos sonríe. Aquí todo es aleatorio.

Algo parecido es aplicable a los hechizos, otro de los aspectos que podemos desbloquear con "conocimiento" y que aparecen ligados a las armas que vayamos encontrando. Utilizarlos consume maná, por lo que no son infinitos.

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Como en cualquier RPG, por derrotar enemigos e ir adentrándonos en las mazmorra iremos subiendo de nivel, lo que nos proporcionará puntos para mejorar a nuestro personaje.

Estos puntos los podemos repartir por aspectos como fuerza o inteligencia. Cada stat tiene un reflejo, por ejemplo hacer más daño físico o hechizos más potentes, y nos permite crear builds que se adaptan a nuestra forma de jugar.

En esas builds también intervienen otros elementos, como vestimentas o sombreros con características únicas, así como accesorios (anillos y amuletos) que modifican al personaje con efectos extra, como más puntos de vitalidad a realizar un golpe crítico tras un combo de 5 ataques o ganar oro al recibir daño.

Sólo tenemos hueco para tres de estos amuletos, y no podemos llevar encima los sobrantes para equiparlos a placer. Es decir, debes decidir sobre la marcha que equipamiento vas a llevar, y qué descartas.

Por supuesto también contamos con la clásica maniobra evasiva (rodar para esquivar los ataques), así como bloqueo de ataques que, en condiciones óptimas, nos permite contraatacar. Pero, sin duda alguna, nuestro mejor aliado a la hora de luchar son también las balsas.

Podemos alejarnos con la balsa, cargar un ataque, y acercarnos a los enemigos para liberar nuestro mejor golpe... para acto seguido volvernos a alejar y repetir el proceso hasta acabar con las criaturas.

O usar una lanza "extensible" que nos permite llegar a los enemigos sin estar muy cerca de ellos. O activar una trampa y huir en otra balsa. Las opciones son variadas.

Como estarás imaginando, todo en Loot River es aleatorio y generado procedimentalmente, desde las propias mazmorras, a la disposición de las balsas, los enemigos o los objetos que encontramos en cada "run".

Así, el primer nivel "la aldea hundida" cuenta con detalles de la ambientación que la hacen distinta al resto de zonas, como unas rudimentarias balsas de madera... pero es lo único que permanece.

Porque, en cada intentona, los caminos y plataformas que podemos mover cambian, como la disposición de los enemigos, los cofres o la tienda donde podemos comprar un objeto u arma, sin olvidar que perdemos los niveles, oro y todo lo que hayamos conseguido, haciendo que cada muerte sea verdadero comienzo de cero. 

Pero la cosa no se queda ahí: también podemos encontrar de manera aleatoria a algún personaje que nos de acceso a alguna sala secreta, por ejemplo, con modificadores (de los que hablaremos un poco más adelante).

O mid bosses o jefes intermedios, que se interpondrán en nuestro camino, además, levantando paredes de fuego que nos impedirán huir del combate hasta que uno de los dos haya caído. Y sí, también hay jefes finales.

También varía la ubicación del "ascensor" que nos devuelve al "nexo", el lugar donde reaparecemos cada vez que morimos, y al que podemos regresar en momentos puntuales de nuestro "run". Es donde están todos los NPC de Loot River, que ofrecen algunas opciones interesantes.

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Una de ellas nos la ofrece "Sapo", un personaje que nos invita a "invertir" en pociones: empezamos cada partida con cuatro, pero podemos dejarle las que queramos para obtener el doble en nuestra siguiente visita.

Pero quizá las opciones más interesantes llegan de la mano de Iphis, la mujer que nos trajo de vuelta tras morir por primera vez. Parece el NPC más importante de todos, y nos permite activar los "modificadores", que es otro de los aspectos permanentes de Loot River (una vez conseguidos, los tenemos para siempre).

Podemos equipar hasta seis de ellos, y nos permitirán desactivar trampas de fuego, aumentar el número de enemigos o habilitar algún jefe opcional en alguna de las zonas.

Todo esto nos da como resultado Loot River un juego original, con un estilo familiar pero a la vez distinto. Nos ha recordado a menudo a Dead Cells, pero con ingredientes propios que lo convierten en algo diferente y con un toque especial. Eso sí, ¿está a la altura de los mejores roguelites que hemos nombrado?

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Loot River (4 imágenes)

Desde el punto de vista audiovisual, Loot River apuesta por un estilo pixelado muy bello y con detalles muy trabajados, que le sienta de fábula a su ambientación de fantasía oscura. Algunos efectos visuales son realmente bastante buenos, como los reflejos o las ondas en el agua o el fuego.

Desde el punto de vista jugable, el fondo y la idea es bastante buena, y funciona bastante bien. Cuando le coges el punto, completarlo puede llevar cerca de una hora, aunque dependiendo de tu habilidad en el género puede que antes te lleve unas cuantas intentonas...

El guiño a las balsas de Tetris le da un punto de frescura que no tienen otros juegos del género, pero al mismo tiempo, puede llegar a convertirse en uno de los puntos de "frustración" del juego. 

Es una mecánica que a menudo provoca situaciones extrañas, como cierta congelación de los controles (el personaje no avanza o se topa con un muro invisible) o el control de la balsa hace "raros". No llega a romper el juego, pero impide que sea 100% fluido el 100% del tiempo. 

También nos hemos topado con algún que otro bug que ha congelado al personaje (por suerte, con abandonar la partida y darle a continuar nos devuelve a la posición donde lo dejamos), por lo que, por esa parte, tampoco es nada problemático.

Y como buen discípulo del género, también es posible encontrar grandes picos de dificultad, sobre todo en los jefes, si no llegamos bien pertrechados. Si caes derrotado ya sabes qué es lo que te espera: volver a repetirlo todo desde el principio...

Son las reglas del juego y si sabes cómo son los roguelites, sabes a lo que vienes... pero al mismo tiempo puede ser el el principal "pero" para algunos jugadores, la repetición de este bucle conservando sólo las mejoras permanentes desbloqueadas y los modificadores. 

Pero si no es tu caso y te gusta el género, Loot River puede darte muchas alegrías y horas de diversión, incluso con los pequeños fallos que tiene actualmente, sobre todo si quieres descubrir todos los secretos que nos esperan en sus canales y plataformas...