Logo Hobbyconsolas.com

Consejos para pasar un San Valentín en trío

Pareja jugando a videojuegos

Pocas cosas hay más agradables que compartir las mismas aficiones con tu pareja. No tienen que ser todas, claro, que cada uno necesita también su espacio, pero sí al menos la más importantes. En tu caso, que estás leyendo esto, una de esas cosas importantes seguro que son los videojuegos. 

Este artículo se forma parte de nuestra newsletter exclusiva, si quieres recibirlo en tu correo electrónico antes que nadie solo tienes que suscribirte... ¡Es gratis!

Si tienes la suerte de tener una pareja que comparta contigo tu afición, no hace falta que te cuente lo gratificante que es. Si por el contrario, él o ella no le encuentran la gracia a esto de los “marcianitos”, mi más sentido pésame. ¿A qué siempre sale el tema en las discusiones?

Ahora que se acerca San Valentín, puede ser un buen momento para tratar de cambiar esa tendencia y convencer a tu pareja de que eso que tanto te gusta, a lo que tantas horas dedicas y que es importante para ti, también puede resultarle divertido. 

Ya sé que no siempre es fácil que la pareja quiera jugar contigo. Yo tengo suerte: me venía así de serie, pero también he logrado que otras personas terminaran cogiéndole el gusto a las maquinitas: lo más importante es pensar qué puede ser interesante para esa persona: un personaje, un tipo de historia, un género... 

Lo primero que se nos viene siempre a la cabeza son los juegos cooperativos. Pero ojo con qué juegos. Si a tu media naranja lo de los videojuegos no le llama la atención, no me parece a mí que invitarle a una ensalada de tiros cooperativa online sea la solución. 

Ya sé que offline no hay muchas opciones (aquí va una lista con los mejores juegos cooperativos offline), pero incluso con esas debes tener cuidado. Hasta un juego tan dulce como It Takes Two puede ser una fuente de frustración para alguien poco acostumbrado a los mandos…  

Eso sí, como le consigas picar, os lo pasaréis genial con It Takes Two, pero, por favor, por favor, no le grites, no le impongas nada. Si estáis dos horas atascado en el mismo sitio, dalas por bien invertidas si se ríe.

 Recuerda siempre que estás intentando convencer a alguien de que dedique las preciosas horas de su tiempo libre a tu afición favorita, no a la suya. Es una tarea delicada que requiere de mano izquierda, de paciencia y de cariño. 

No se trata de que haga lo que a ti te gusta, se trata de que le guste lo mismo que a ti, que se parece, pero no es igual. Si me lo permites, te voy a dar unos consejitos a ver si eres capaz de conseguir que él o ella miren los videojuegos con un poquito más de amor…

Cloud Tifa Aerith

1.- Busca algo cercano a sus inquietudes, a su carácter, a su manera de ser.

Demuéstrale que también hay videojuegos que a ella o a él le puedan gustar. Y, lo que es más importante, no te creas que lo que a ti te gusta es lo mejor a la fuerza, porque tú sabes mucho, estás muy bien informado y no te puedes equivocar. 

No me seas pedante, no me seas snob. No trates de imponerte, sugiérele opciones. Y si te sugiere algo que a ti no te gusta demasiado, cede. Recuerda que se trata de divertirse juntos, no de que tú te diviertas y tu pareja se aburra.

2. Ojo con los topicazos. 

Porque sea una chica no tiene porqué gustarle bailar con un Just Dance. Además, aunque consigas que pase una tarde jugando contigo a mover al esqueleto, no conseguirás que le gusten los videojuegos, que es el objetivo final. Como mucho, reforzarás su sensación de que está mejor pegando unos bailoteos en el garito de moda, que haciendo el ganso junto la consola. 

Y tampoco tiene que gustarle a la fuerza un juego de fútbol a un chico, y menos si jugáis en plan competitivo, que a nadie le apetece que le den un repaso a las primeras de cambio. Si le ayudas y le enseñas, lo mismo funciona.

Tengo una amiga que no juega casi nunca, pero se lo pasa en grande jugando con su hijo a juegos de lucha. Vale, ella solo aporrea botones, pero cuando le sale un ataque especial se emociona tanto que salta en el sofá. Y ya le va cogiendo el truco a Chun-Li… 

Chun-Li - Street Fighter V

3. Jugar juntos no tiene que significar obligatoriamente jugar con dos mandos. 

Por mi experiencia personal, hay juegos en los que opinar es tan divertido como disparar. Y si el tema es de los que le gustan, mejor. Hasta mi suegra, que de videojuegos no sabe nada, se quedaba enganchada viéndonos jugar al Zelda, el de NES. No sería por lo precioso de los gráficos… 

Y decía, “quema ese árbol, hijo”, “coge la fairy, que se te escapa”. Le hacía gracia vernos dar vueltas por los escenarios buscando vete-tú-a saber-qué, y ella ayudaba a su manera. 

Pues eso, que tu pareja sienta que te ayuda, que su opinión importa. Ya verás como al final se pica. Por cierto, hazle caso, sobre todo si estás atascado en algo (aunque con los juegos de hoy día es difícil atascarse). Seguramente vea cosas que tú no ves, porque lo mira con ojos nuevos. 

Pareja jugando a la consola

Depositphotos

4. Ten fe en la magia de las buenas historias. 

En general, intenta convencer a tu chica/o con una aventura. Las buenas historias suelen sorprender a los que no conocen los videojuegos (especialmente si ya van con prejuicios), porque se creen que en un videojuego solo hay violencia… 

Luego se suelen quedar enganchados cuando descubren que debajo de los tiros, las persecuciones, los saltos imposibles y los objetos por encontrar (y la violencia), hay una trama que rivaliza con las mejores pelis

Y, aún a riesgo de repetirme, no le obligues a coger el mando, que de verdad que no hace falta. Solo deja que opine y que pregunte (pero hazle caso). Que se vaya enganchando a su ritmo. 

Es muy posible que mañana te comente, así, como de pasada, “oye, ¿vemos a ver qué pasa con Max y Chloe?”. Con eso habrás ganado más que si hubiera estado dos horas agarrando el mando y aporreando botones solo por hacerte feliz.

5. Si tu pareja decide que quiere probar, déjala en paz. 

No hay nada peor que tener un moscón al lado diciendo “no, por ahí no”. “¡Pero quieres disparar!”, “a qué esperas, ahí no hay nada que ver”. “Anda, déjame a mí”. 

Todo lo que hubieras conseguido, que sería mucho si ha decidido a coger el mando, se iría al garete. Cada uno juega como quiere y si le apetece experimentar con los gatillos, admirar los escenarios o mirar a los enemigos a los ojos para ver si de verdad son tan malos, dale ánimos. 

Ya aprenderá esa máxima no escrita de los videojuegos: si brilla cógelo, si se mueve mátalo. Y si la has convencido para probar con un cooperativo, échale una mano, pero no le eches la culpa de que un stormtrooper te haya despiezado. (No es conveniente empezar con cooperativos que requieran de muchos botones y muchas instrucciones a la vez).

6. La alternancia en el poder es una buena política. 

Hay juegos que se disfrutan jugando en compañías aunque solo uno de los presentes tenga  “el poder”. Podéis probar cuando tu pareja se haya soltado un poquito.  

Por ejemplo, mi pareja y yo hemos compartidos tardes enteras repartiéndonos el trabajo: yo plataformeo y resuelvo puzles y él se encarga de pegar tiros y gestionar el arsenal. Entre otras cosas, yo nunca me acuerdo de recargar el arma… 

Ofertas de San Valentín en GAME

Así, compartiendo el mando, hemos pasado grandes momentos con Nathan Drake, con Larita Croft y con Aloy. Yo no he conseguido que, por ejemplo, reviente a unos cuando monstruos en God of War, aunque tampoco ha conseguido él que le acompañe con Borderlands… 

Y es que en los videojuegos, como en todo lo demás, las parejas, por muy bien que se lleven, también tienen que tener su espacio, su momento, su lugar privado. Si a tu novia le terminan gustando los juegos de rol y a ti te horrorizan, déjala que lance sus magias Piro cuando le apetezca… 

Tidus y Yuna

Y si has atraído a tu novio al lado oscuro y resulta que le molan las aventuras gráficas, déjale que clique por los escenarios siempre que quiera. No te pongas celoso si le pone ojitos a otros que no sean los de tiros o se le da la estrategia mejor que a ti.

Y si siguiendo estos consejos al fin consigues pasar un San Valentín en trío, prepárate para cuando vayas a jugar y tu consolas esté ocupada, para cuando te hayan llenado el disco duro de demos o te hayan borrado la instalación de tu juego preferido para hacer sitio a otro. 

¿Quieres recibir esta artículos como este antes que nadie? Suscríbete a nuestra Newsletter

¿Quieres recibir esta artículos como este antes que nadie? Suscríbete a nuestra Newsletter

Suscríbete a nuestra newsletter y recibe todas las semanas antes que nadie los mejores artículos de opinión de los expertos de Hobbyconsolas.com.

¡Suscríbete!

Tendrás que aguantarte si te machacan la partida, te cambian el usuario, se gastan la pasta del monedero o te dejan los discos llenos de huellas y tirados por ahí… 

La convivencia es lo que tiene: algunas no cierran la tapa del váter y otros ocupan todo el armario... Lo bueno es que la próxima vez que te toque hacerle un regalo a tu pareja ya sabes cuál va a ser: una consola para ella solita y que deje la tuya en paz (queda fatal regalar la usada y quedarse uno con la nueva, avisado estás).

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.