He tenido el enorme privilegio de jugar a Resident Evil 3 Remake alrededor de 5 horas. Y no hace falta decir que he disfrutado mucho. Podéis leer todo lo que ha dado de sí nuestra primera partida en las impresiones finales del juego, que llegará a PS4, Xbox One y PC el próximo 3 de abril. Y sin embargo, creo que es justo escribir por qué no he tenido la misma impresión que cuando probé la demo de Resident Evil 2 Remake, en el E3 de 2018.
Esto es un blog de opinión, porque depende mucho de los gustos de cada uno. Aquí en nuestra redacción tenemos miembros que defienden Resident Evil 3 Nemesis por encima de la segunda entrega -Álvaro lo hace sólo por llevarme la contraria- y otros, como yo, que preferimos RE2. Pero lo que está claro es que hay una diferencia entre ambos que se ha trasladado también a las versiones modernas. Basado en esas diferencias, y en una primera partida (con una versión preliminar del juego, que no representa el resultado final) afirmo que los errores de Resident Evil 3 Remake no son "culpa suya" sino una herencia del "survival horror" de 1999.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que ambos han tenido un desarrollo muy rápido. En los tiempos que corren parece imposible que nadie complete un juego como RE3 Remake en un año (exactamente un año y tres meses desde el juego anterior). Es casi el mismo tiempo que transcurrió entre Resident Evil 2 (1998) y RE 3 Nemesis (1999) y el motivo es simple: se ahorró tiempo en el desarrollo por reutilizar elementos del primer juego.
Así que Resident Evil 3 luce espectacular en PS4, Xbox One y PC, pero no muestra una evolución respecto a lo que vimos el año pasado. Las diferencias responden a decisiones artísticas más que a las mejoras en el uso del RE Engine (el motor gráfico que tan buen rendimiento le está dando a Capcom). El uso de la cámara, la iluminación en tiempo real y el detalle de los escenarios son iguales, como ocurrió en PSX. Y aunque el catálogo de criaturas ha crecido, todas son bastante familiares.
La narración es otro de los "lastres" de RE 3 frente a la segunda parte. Esta opinión sí que es personalísima. Pero mientras el juego anterior exploraba las posibilidades de contar la misma historia desde dos perspectivas (Leon S. Kennedy y Claire Redfield nos brindaron el primer Rashomon de los videojuegos) en el caso de RE3 se exploraba con el tiempo. Jill Valentine y Carlos Oliveira protagonizaban una aventura que transcurría antes, durante y después de nuestra primera visita a Raccoon City. Y las elipsis temporales no tenían un efecto tan contundente como el cambio de perspectiva.
Tampoco estaba muy "afinado" en el arranque. Mientras que el comienzo de RE2 tenía un pulso firme, que tenía sus dosis de misterio y de trasfondo de los personajes, el tercero comienza "con el volumen a tope". La ciudad ya está invadida por los zombies, la policía de Raccoon, las fuerzas especiales de Umbrella... y Jill (la superviviente de los S.T.A.R.S. del primer juego) aparece allí en medio de una explosión, de forma literal. Para aquellos que la recuerden escapando de la mansión Spencer puede parecer un poco precipitado, pero como juego independiente requería bastante más.
Tanto el juego original de PlayStation (después Dreamcast, Nintendo Gamecube y PC) como el remake reflejan un giro hacia la acción. Aún es algo sutil (el "salto" definitivo llegaría con Resident Evil 4), pero encontramos más munición, más armas y complementos, y nuevos movimientos de esquiva. Así que se pierde la esencia terrorífica. Los nuevos monstruos -con la salvedad de Nemesis- son más peligrosos por número que por su inteligencia o la fuerza de sus ataques. En el caso de los brain suckers (que en el remake se han sustituido por unas arañas más convencionales) su comportamiento es bastante básico.
Para el final dejo el aspecto más polémico de mi opinión. ¿Por qué? Porque Nemesis es la verdadera joya de la corona de Resident Evil 3. Ese enemigo implacable, inteligente (y en el remake, además, muy ágil) que nos las hace pasar "canutas" durante todo el juego. No tengo nada que decir de la adaptación. Se ha mejorado en todo el original (y si lo comparamos con Mr. X, el paso adelante es más que notable). Entonces ¿cuál es el problema? Al menos en mi caso, en esa primera partida que terminaba con un enfrentamiento contra el arma definitivo de Umbrella, me resultó demasiado fácil.
Nemesis aparece armado con un lanzallamas, y puede alterar el escenario de combate quemando los parapetos... pero vamos tan bien armados y pertrechados con sprays y hierbas curativas que prácticamente le damos una paliza antes de que despliegue todas sus habilidades. Y de ese modo, se le pierde el miedo. Puede que más adelante nos haga tragarnos nuestras palabras -ojalá- pero en esta toma de contacto no ha resultado tan aterrador.
Así que RE 3 Remake es uno de los juegos más prometedores del año, pero la materia prima, el juego original, es lo que juega en su contra. El 3 de abril comprobaremos si ha conseguido sacudirse estos errores que "no son culpa suya" y nos impresiona tanto como el juego anterior.
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