Desde hace poco más de un año, Nintendo Switch está en el mercado. Debido a su aparente condición de consola híbrida, muchas han sido y siguen siendo las dudas acerca de qué ocurrirá con la línea de consolas portátiles de la Gran N, que comenzó allá por el año 1989 con Game Boy (la primera de este tipo con cartuchos de juego intercambiables).
Sin embargo, a pesar del lanzamiento de la consola, Nintendo ha seguido produciendo nuevos modelos de 3DS, dando a entender que seguirá apoyando la portátil. Incluso, recientemente, la compañía dejó caer que ya piensa en la sucesora. "Estamos estudiando todas las posibilidades", declaró su nuevo presidente, Shantoru Furukawa. Pero, ¿cuál debería ser el futuro de Nintendo?
Durante los últimos meses especialmente, ya con su nueva consola establecida en el mercado, la compañía ha declarado que espera vender más de 20 millones de unidades de Switch en el presente año fiscal. También hemos visto nuevas muestras de que la Gran N sigue empeñada en lanzar nuevas maneras de jugar, como ha sido el caso de Nintendo Labo.
Por no hablar del mercado para móviles, del que ya ha asegurado que seguirá lanzando nuevos juegos, pues pretende que se convierta en uno de sus pilares fundamentales en lo que a ingresos se refiere. Tampoco podemos olvidar el gran éxito de las versiones Mini de NES y SNES, por lo que es muy probable que su futuro también pase por producir otras de sus consolas bajo esta misma línea. De hecho, hace poco, Nintendo registró varias marcas que sugerían el desarrollo de GameCube Mini e incluso dio varias pistas sobre la existencia de Nintendo 64 Mini. Pero, sin ninguna duda, lo que más nos interesa a nosotros es saber qué ocurrirá con sus consolas tradicionales.
En 2016, Nintendo despejó todas las dudas sobre NX al desvelar que, finalmente, se trataba de una consola única, aparentemente híbrida: Nintendo Switch. Desde entonces, la compañía siempre ha insistido en que, a pesar de sus bondades como portátil, sigue siendo especialmente una consola de sobremesa, solo que, por primera vez en la historia, te la puedes llevar contigo a cualquier parte. Eso fue lo que hizo saltar todas las alarmas. ¿Qué ocurrirá con 3DS? ¿Tendrá sucesora? ¿Es necesario que Nintendo siga creando consolas portátiles existiendo Switch?
Por supuesto, yo no pretendo dar con las respuestas, pero si que quiero arrojar algo de luz, asegurando que (insisto, a mi parecer) el futuro de Nintendo debería ser ambas consolas con sus correspondientes sucesoras, especialmente la de la portátil. Es decir, la Gran N debería continuar con ambas gamas.
Como he explicado anteriormente, Nintendo sigue lanzando al mercado nuevos modelos de la consola. A pesar de que New Nintendo 3DS haya dejado de producirse, 3DS no ha parado en ningún momento de recibir nuevos modelos como New Nintendo 2DS XL, incluso otros meramente estéticos, como las recién anunciadas ediciones de la anterior consola con Mario Kart 7, Minecraft o Animal Crossing New Leaf.
Podríais estar pensando, ¿para qué sigue lanzando la Gran N nuevos modelos de la misma consola? La respuesta podemos encontrarla en el momento en el que Nintendo aseguró que 3DS seguirá recibiendo juegos en 2019 y más adelante. "Continuaremos el negocio de Nintendo 3DS aprovechando la base instalada y el rico catálogo de juegos con el que cuenta. Creemos que es importante aprovechar el catálogo de títulos de la serie Nintendo 3DS para impulsar las ventas con los actuales propietarios de Nintendo 3DS, así como con los consumidores que compraron recientemente la consola".
Las palabras del hasta hace poco CEO de Nintendo, Tatsumi Kimishima, estaban bien fundamentadas, pues, a principios de este mismo año, se dieron a conocer las ventas tanto en hardware como en software de Nintendo 3DS. Por entonces, la consola portátil había vendido más de 70 millones de unidades en todo el mundo, cifra que se eleva actualmente hasta los 72. Por su parte, las copias físicas ascienden hoy en día a más de 300 millones. En relación al catálogo, al repasar cuántos exclusivos tenía cada consola en 2017, os contamos que Nintendo 3DS es la que conseguía el primer puesto, gracias a nada más y nada menos que 813 exclusivos, a los que habría que sumar los que han salido desde entonces, por lo que la cifra aumentaría.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, me reitero en la idea de que, en el futuro, Nintendo debe seguir apoyando también las consolas portátiles, ya sea con 3DS o su sucesora. Por ahora, la compañía ha demostrado que esa es su intención. Cabe recordar que a principios del año pasado, Nintendo aseguró que Switch y 3DS pueden coexistir sin ningún problema.
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"En nuestra opinión, Nintendo Switch y Nintendo 3DS van a convivir sin problemas. Son consolas de precios diferentes, que tienen un tipo de consumidor diferente. Los usuarios encontrarán el contenido más reciente disponible en Nintendo Switch, y en 3DS tienen una biblioteca de mil juegos, además de algunos títulos claves que llegarán pronto. Van a coexistir bien. Hemos hecho esto antes, manejar dos sistema diferentes". La división española de Nintendo declaró poco tiempo después, durante el lanzamiento de Switch, que ambas consolas convivirán mucho tiempo, suscribiendo, por tanto, lo anterior.
Una vez más, sobre cuál debería ser el futuro de Nintendo, opino que, por supuesto, tienen que serlo ambas consolas, Switch y 3DS, y, como es lógico, sus sucesoras. Que no nos engañe el hecho de que podamos llevar a la calle nuestra Switch. Esta no deja de ser una consola doméstica, aunque, claramente, muy diferente al resto. No obstante, esto hace que la compañía la posicione de una manera diferente de, por ejemplo, 3DS. Esta última es puramente portátil, pero, además de eso, tiene su propio catálogo y puede llegar a interesar a un público distinto al de la híbrida.
Con todo esto, entiendo que sería una muy mala idea que Nintendo deje de apoyar las consolas portátiles, cuando puede conseguir beneficios con ambas gamas. Todo pasa por que siga como hasta ahora, lanzando juegos exclusivos que nutran el catálogo, y, obviamente, mejore las condiciones técnicas, como ocurre con cada nueva generación de consolas, con la nueva sucesora. Esto no se trata de potenciar una consola, como algunos plantean con Switch, si no de hacer que sea diferente. Por ello, es necesario que exista una línea portátil, distinta en todo: precio, juegos y prestaciones.
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